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Por estas razones no deberías mudarte a Francia

Francia es un destino casi perfecto para vivir. Pero, también tiene motivos como la estresante burocracia o su sesgo con los extranjeros que no lo hacen tan genial para vivir.

Francia tiene casi todo lo que cualquiera podría desear: paisajes espectaculares con contrastes increíbles, propiedades asequibles, atención médica accesible y posiblemente algunos de los mejores platos de la escena gastronómica mundial y por su puesto excelentes vinos.

De hecho, Francia es un popular destino de expatriados para profesionales, familias y jubilados por igual, tanto para los mismos europeos como para las personas del resto del planeta.

Sin embargo, como en cualquier otro lugar no todo es perfecto, por lo que también hay que reconocer que hay motivos por lo que no resulta tan genial vivir en el país galo como la estresante burocracia o incluso las incongruencias de la amabilidad francesa.

Con esto en mente, en Q’ Pasa te contamos algunas de las razones por las que no deberías mudarte a Francia.

La burocracia

La inmigración es un proceso con mucho trámite en casi todas partes, pero la cantidad de papeleo en la vida cotidiana en Francia es enloquecedora.

Y es que en este país, hay que estar preparado para lidiar con los tiempos de espera y las evasivas notoriamente brutales para hacer cosas relativamente simples como abrir una cuenta bancaria u obtener una licencia de conducir.

Inclusive si intenta cambiar una batería tiene que esperar en dos filas separadas para que alguien pudiera completar un formulario, sellarlo y obtener la aprobación de otra persona antes para poder efectuar el canje, lo que conlleva a una gran pérdida de tiempo.

En este sentido, hasta los lugareños se quejan de que la burocracia en Francia es tan inútil y pobre en comunicación que los vuelve locos.

La paradoja de la cortesía francesa

En Francia, las personas suelen ser demasiado educadas en la forma en que hablan y escriben (utilizan el “vous” formal y se adhieren a saludos y pedidos formulados).

Sin embargo, al mismo tiempo están demasiado dispuestos a empujarte dentro o fuera del metro, cortarte en la fila, estornudarte encima, o decirte exactamente lo que estás haciendo mal en cualquier situación, lo cual llega a ser bastante desconcertante.

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Protestas pacíficas

La mayoría de los días, el tren funciona con un horario apretado, eso sí, no se perderá nada al ir y venir de sus destinos.

No obstante, Francia está formada por comunidades muy apasionadas, por lo que hay muchos grupos de activistas de derechos civiles que realizan protestas pacíficas por diversas razones. Y si bien podemos aplaudir a estos grupos por defender sus derechos, puede ser un inconveniente cuando no puedes tomar el transporte público para ir al trabajo o hacer tus mandados ese día.

Esto se debe a que como forma de protesta, o como ellos lo llaman, “manifestaciones”, bloquearán vías o pasos de transporte público. Su único medio de transporte en ese punto, si no tiene su propio vehículo, sería andar en bicicleta o caminar. Las manifestaciones comienzan a principios de la primavera y pueden despegar en el verano

Alto costo de vida  

El costo de muchos productos básicos en Francia, como el combustible, la comida y la ropa, son innegablemente caros.

Asimismo, el impuesto al valor agregado se aplica a la mayoría de los bienes y servicios, lo cual agrega un costo considerable a una compra grande, como un automóvil.

Los precios del alquiler y de la vivienda también pueden ser bastante altos, según la zona. París y el sur de Francia son conocidos por sus altos alquileres.

Además, aunque es cierto que hay muchas opciones para moverse por Francia, no todas son baratas. El TGV, o tren de alta velocidad, que entra y sale de París es bastante caro. Las carreteras de peaje en toda Francia también tienen un valor alto, con algunas carreteras y puentes que cuestan más de 30 EUR por un solo viaje.

Costo y disponibilidad de cuidado de niños

Si tienes familia este es un punto importante, ya que, si bien hay muchas opciones de cuidado de niños en Francia, pueden ser realmente costosas.

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La forma más común de atención es una guardería, que generalmente ofrece su servicio a tiempo completo o parcial. Dicho esto, las guarderías de toda Francia normalmente tienen listas de espera considerablemente largas y la mayoría de las personas sugieren registrarse poco después de quedar embarazadas.

Así las cosas, es posible que los expatriados consideren una asistente maternelle , una cuidadora con licencia estatal que acepta hasta cuatro niños en su hogar. Sin embargo, estos tienden a ser bastante caros.

Falta de camaradería entre extraños

Cuando sales a un bar en casi todos los países de América con algunos amigos, es un hecho que te encontrarás y hablarás con extraños ¡Eso es parte de la diversión! Igualmente, no es extraño hacer un comentario sobre un libro que alguien está leyendo en el metro o entablar una conversación mientras espera en la fila.

Estas cosas también se pueden hacer en Francia, especialmente si estás en un entorno con personas que han vivido o trabajado en el extranjero, pero, en general, parece más arriesgado comunicarse y menos bien recibido.

La gente tiende a salir con grupos de amigos estableciendo relación sólo con ellos, y las interacciones con extraños son, en general, un poco frías (a menos que dichos extraños estén bastante borrachos o que tú personalmente estés haciendo algo tan entretenido que los extraños no pueden evitar comentar), lo que definitivamente se siente como una cultura menos abierta públicamente.

Suele ser difícil conseguir un trabajo

Si necesitas trabajo al mudarte a Francia, te sorprenderá un poco lo difícil que puede ser. En este contexto, la seguridad laboral es muy alta en París por lo que los franceses generalmente no brindan oportunidades a las personas sin una educación formal en su campo, lo que significa que cambiar de carrera es prácticamente imposible.

Debido a esto, las ofertas de trabajo son increíblemente raras y puede tomar entre 3 y 6 meses y hasta diez rondas de entrevistas para descubrir que ni siquiera obtuviste el trabajo. De modo que lo más recomendable es que si quieres irte a este país del antiguo continente, lo hagas con una oferta de trabajo previa.

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