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Así ha cambiado a través de los años el prototipo de sex symbol

Desde la delgadez en los años 30, pasando por la belleza de Marilyn en los 50's hasta llegar a las curvas hechas de las Kardashian, esta ha sido la evolución de los estándares de belleza a través de los años.

Las percepciones sobre la belleza y los tipos de cuerpo no solo varían según la cultura, sino que han evolucionado significativamente a lo largo de la historia.

De hecho, los estudios han demostrado que la percepción del “ideal de belleza” ha cambiado a lo largo de los siglos. Por ejemplo, con el auge de las redes sociales, las personas aceptan más la diversidad de edades y etnias cuando se trata de lo que consideramos hermoso.

Sin embargo, no es menos cierto que desde los músculos de Henry Cavill hasta los vestidos que usan las Kardashian todos en mayor o menor medida estamos influidos por la industria del espectáculo, y así ha sido desde hace mucho, no por menos han surgido desde siempre lo que llamamos sex symbol; esas personas famosas que son consideradas como representantes del modelo de belleza erótica de una época determinada.

Aunque a través de estas épocas, quienes han pasado por mayores cambios han sido los cánones para las mujeres; los hombres por el contrario han sido menos voluble y cambiante a lo largo de la historia. El cuerpo perfecto sería, como bien dejaron claro los griegos en sus representaciones clásicas, el delgado y musculoso como bien representa el David de Miguel Ángel.

Curiosamente, un estudio realizado en 2020 dirigido por la matemática Diana Thomas, de la Academia Militar de EEUU en West Point, llegó a la conclusión de que el cuerpo humano ideal de Da Vinci y las proporciones contemporáneas son muy similares.

Dicho esto, podemos analizar los cambios a los que se han sometidos los ‘estándares de belleza’ de las mujeres.

Los locos (y flacos) años 20

Arrancamos con los felices 20, pero del siglo XX: pecho pequeño y mínimas curvas. “Para entenderlo, es importante saber de dónde veníamos: en la I Guerra Mundial, las mujeres tuvieron que salir a trabajar: como operarias en las fábricas, como enfermeras… así que la moda se rediseña a marchas forzadas haciendo desaparecer el corsé que imperaba en el siglo XIX”, explica Cecilia Bizzotto, socióloga de Joy Club, la red social enfocada hacia la sexualidad liberal.

Y en ese contexto llegan los 20. El baile Charleston volvía loco de esperanza a un mundo que acababa de salir de la contienda. El deseo de libertad, de salir, reunirse, bailar… era más que una moda. Toda esa liviandad necesitaba cuerpos menudos y ágiles.

la llegada (tímida) de la curva en los 30

Los años 30 supusieron el difícil momento de entreguerras. Aliándose con el art decó en arquitectura y decoración, y el cine negro hiperglamuroso, se envuelve en satén con plumas para adivinar, más que enseñar, la fuerza de unas curvas que se asentaron en las décadas posteriores. Eso sí, la elegancia mandaba ante todo. ¿El cabello? Rubio platino, por favor.

Los elegantes años 40

A pesar de llevar a las espaldas dos guerras mundiales, las mujeres quieren seguir siendo sensuales y no se plantean, como ahora, si son menos feministas por vestir ‘sexy’. La cintura se afina, pero no se renuncia a las curvas. La actriz Ava Gardner, apodada “el animal más bonito del mundo”, no solo cumplía a la perfección los cánones, sino que ella misma los inspiraba.

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Los 50 fueron de Marilyn

Y entonces llegó ella… la ‘sex-symbol’ más famosa de todos los tiempos. Marilyn Monroe sigue siendo a día de hoy la encarnación del eterno femenino lleno de curvas. Los retratos de ella y de Audrey Hepburn siguen presentes en la decoración doméstica actual.

A la sombra de la actriz se inicia la moda de las’ pin-ups’ (retratos de mujeres que sonreían a cámara en actitud pícara), que se materializa con el nacimiento de la revista ‘Playboy’ en 1953.

De nuevo, delgadas al poder

Y como todo en la moda es cíclico, en los años 60 volvimos al culto a la delgadez, el joie de vivre y la practicidad. El mundo vivía una especie de tregua, y volvieron las fiestas más alocadas. La mujer empieza a conducir (y a fumar) masivamente. Emigra del campo a la ciudad y empieza a coquetear con la idea de la independencia.

La libertad de los 70

Tras los escuálidos 60, y para hacerse una idea de lo paradójico de los cánones de belleza, la obesidad llegó a ser una pandemia en los años 70. Hay un deseo de libertad inédito: las mujeres se empiezan a cardar el pelo, se deshacen del sujetador y proclaman la libertad, la paz y el amor. El corte de cabello de la actriz Farrah Fawcett se hace viral, y las curvas se vuelven más discretas al abrigo de los pantalones de campana y los chaquetones con ribetes.

La silueta deportiva se impone en los 80

Brooke Shields fue una de las actrices prototípicas de la época, delgada y con un pecho apenas perceptible. Llega el culto al cuerpo como lo conocemos hoy, es decir, a través del deporte. Fuera de los gimnasios, la hombrera se impone en las chaquetas y vestidos. Llega el auge de las supermodelos y los superdiseñadores de moda.

90’s: cuerpos cincelados. Llega la cirugía estética

La modelo Cindy Crawford, pero también sus compañeras Claudia Schiffer o Naomi Campbell forman el grupo de las supermodelos, que quedará grabado en la memoria de la historia. Son mujeres con cuerpos poderosos, cincelados a golpe de gimnasio y cuidados estéticos.

 El pecho vuelve a tomar posición, y la rotundidad del cuerpo se exhibe sin ningún complejo. Al mismo tiempo, empiezan a proliferar las clínicas de medicina y cirugía estética, los precios se vuelven más asequibles y las operaciones se normalizan. “Llega la lipoescultura y las mujeres empiezan a pedir un pecho más elevado”.

2000: bellas sin esfuerzo

El pecho vuelve a lucirse natural. Lo más ‘cool’ es aparentar que una no se cuida y que todo es producto de la naturaleza, por eso se imponen los ‘looks effortless’ como el de la modelo Kate Moss, perfecta embajadora de los 2000. Se instala el ‘carpe diem, y el cuerpo empieza a considerarse un lienzo donde lucir piercings y tatuajes como símbolo de personalidad.

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El interés se sube a la cara

La obsesión por el cuerpo se deja momentáneamente de lado en la década de 2010 en favor del culto al rostro. Se empiezan a poner de moda los inyectables: el ácido hialurónico, el bótox, el colágeno, las vitaminas, los hilos japoneses… buscando rostros perfectos, como el de Keira Knightley o Cara Delevingne. Precisamente esta última inaugura el reinado de la ceja poblada, que se mantiene hoy.

Curvas de heroína de cómic

No es nuevo, lo venimos viendo desde los últimos años de la década del 2010: las curvas vuelven más cerradas que nunca. ¿A su favor? Que hacen que casi todo valga. Pero si hay dos palabras en las que recae todo el interés, esas son “Kim” y “Kardashian”. Los cirujanos plásticos están de acuerdo: es la ‘celebrity’ más nombrada en sus consultas de estética, lo que nos hace vaticinar que los años 30 serán otra vez territorio de flacas.

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