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Conozca al niño de 11 años que vende sus cuadros por miles de dólares

Andrés Valencia comenzó a mostrar interés por la pintura a la edad de 4 años y ahora con apenas 11 años, ya ganó más de 400 mil dólares vendiendo sus cuadros.

Andrés Valencia vive en San Diego, California y tiene solo 11 años, pero su futuro en la pintura está más que asegurado.

Ya ha expuesto en una de las galerías más prestigiosas de Nueva York, Chase Contemporary, ha vendido cuadros por más de 100 mil euros en Hong Kong e incluso se ha ganado un apodo que ya lo marcó en su corta vida artística — el pequeño Picasso.

Andrés comenzó a expresar interés por la pintura a la edad de 4 años. En este punto, sus padres notaron que pasaba varias horas al día tratando de replicar una pintura de Retna, un artista contemporáneo más conocido por el graffiti. “Llevaba papel y me paraba ahí tratando de copiarlo, pero me tomó años hacerlo bien”, dijo Andrés a “The New York Times”.

Sin embargo, parece que en sus venas corría algo de sangre emprendedora, ya que empezó vendiendo acuarelas a amigos de la familia por 20 dólares. Entre sus clientes estaba Bernie Chase, dueño de una galería de arte, quien ofreció pagar USD$100 por las pinturas del niño cada vez que visitaba a su familia. Sin embargo, Andrés no se conformó con esa cantidad, elevándola a 5.000 dólares, precio que el amigo de la familia accedió a pagar, según informa el diario estadounidense.

Un apoyo insustituible

Mientras tanto, Bernie Chase dio un paso que cambiaría la vida del chico para siempre. Al contactar a Nick Korniloff, director de Art Miami, feria de arte en Estados Unidos, le pidió que exhibiera la obra de Andrés y ese gesto culminó con una ola de compradores de peso, como Sofía Vergara, Channing Tatum, Tommy Mottola, la industria discográfica. empresaria y magnate Jessica Goldman Srebnick.

Desde entonces, sus padres nunca han dejado de invertir en la carrera de su hijo. Al darse cuenta de la ola de éxito de las pinturas surrealistas de Andrés, contrataron publicistas en Nueva York para ayudarlo a convertirse en una sensación de la pintura, lo que ha valido la pena. Hasta ahora, el niño ha recaudado más de 400.000 dólares con las ventas de sus obras de arte, y una parte de esa cantidad ha sido donada a organizaciones benéficas, según su madre.

“Le piden entrevistas casi a diario. Nos han llamado de los talk shows principales, pero les hemos dicho a todos que no”, cuenta tajante su madre.

“Mi hijo es un artista, pero no es un celebrity. Es, ante todo, un niño”, prosigue esta psicóloga clínica de 48 años.

“Queremos que vaya a la escuela, que estudie música, que toque el piano, que aprenda a leer y escribir en español, que salga con sus amigos al parque”, agrega.

“No nacimos en la abundancia. Y yo antes de ser terapeuta clínica, fui trabajadora social durante muchos años, trabajé en casas de acogida y en entornos penitenciarios, y he visto de cerca qué es ser un desfavorecido. Nosotros somos muy muy afortunados”, finaliza.

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