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Estas son las enfermedades que no dejan bajar de peso a las personas

Algunas condiciones médicas hacen que sea más difícil adelgazar, entre ellas se encuentran trastornos hormonales, trastornos del sueño e incluso la diabetes.

Es común escuchar a muchas personas quejarse y decir: «hago dieta, pero no bajo de peso». Y la mayoría de las veces, lo que falta es dedicación al proceso de reeducación alimentaria que conduzca a la pérdida de peso.

“La gran dificultad que tiene la gente para adelgazar es aceptar los cambios dietéticos y conductuales necesarios, es imposible adelgazar comiendo lo mismo”, dicen los expertos.

Esta es una situación que puede llevar a la frustración y hasta a la depresión. Sin embargo, puede que la no pérdida de peso, se deba otros factores, como a algunas enfermedades

Los médicos explican que la persona debe ser consciente si antes tenía un peso estable y empezó a subir de peso de repente, rápidamente y sin haber cambiado su dieta, ya que algunos padecimientos, pueden estar relacionadas con esto, como el hipotiroidismo y el síndrome de ovario poli quístico, entre otros.

Un estudio del Centro Vital, en Colombia, a través de su directora científica, Ali Santana, y publicado por el diario El Tiempo, explicó cuáles son esas patologías, cómo identificarlas y si hay alguna manera de alcanzar tu peso ideal, aun a pesar de tenerlas.

Hipotiroidismo

El hipotiroidismo es una disfunción de la tiroides (glándula que regula órganos importantes del cuerpo) que ocurre más en mujeres, especialmente en las mayores de 30 años. Pero cualquier persona, independientemente de su sexo o edad, incluso un recién nacido, puede tener la enfermedad.

«Dichas hormonas son fundamentales para el correcto funcionamiento de las células de nuestro cuerpo, llevando a cabo adecuadamente todos los procesos metabólicos; como la producción y consumo de energía a través de la regulación termogénica», explica la doctora.

Y agrega que «la presencia de hipotiroidismo hace que sea más fácil el acumulo de grasa y el aumento de peso y a su vez puede ser un factor importante a la hora de perder peso».

Los síntomas más frecuentes son intolerancia al frío, piel seca, cansancio, perdida de energía, dolores musculares y articulares, pies y manos frías, depresión, déficit cognitivo, anemia y menstruación irregular, ritmo cardíaco lento, intestinos atrapados, fallas de memoria, fatiga excesiva, pérdida de cabello, aumento de peso y aumento del colesterol malo (LDL).

«Cuando de bajar de peso se trata las hormonas tiroideas son fundamentales y deben estar en niveles óptimos que permitan la utilización de los depósitos de grasa como fuente de energía», indica la experta.

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Resistencia a la insulina

La resistencia a la insulina se produce cuando las células de los músculos, grasa e hígado no responden bien a la insulina y no pueden absorber la glucosa de la sangre fácilmente. Como resultado, el páncreas produce más insulina para ayudar a que la glucosa entre a las células. Este cuadro es conocido comúnmente como prediabetes.

«Es causada principalmente por el estilo de vida, sedentarismo e ingesta elevada de productos ricos en azúcar, fructuosa y harinas ultra procesadas. Podemos tener resistencia a la insulina incluso con niveles normales de glucosa en la sangre. Las personas con resistencia a la insulina pueden presentar enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes, obesidad, y ovario poliquístico», explica Santana.

Ovario poliquístico (SOP)

Sabemos que entre el 50% y el 70% de cada 10 mujeres que padecen de SOP tienen tendencia a sufrir resistencia a la insulina. Y cuando hay presencia de resistencia a la insulina, es más probable desarrollar sobrepeso u obesidad. Esta una condición muy frecuente que se presenta en mujeres en edad fértil. Sin embargo, no se sabe a ciencia cierta qué es primero, si el sobrepeso o el ovario poliquístico.

Diabetes tipo 2

«Los niveles permanentemente elevados de azúcar en la sangre y la no respuesta de las células a la insulina hacen que se desarrolle diabetes tipo 2, que generalmente se acompaña de sobrepeso y obesidad. Es una condición que está en aumento en todo el mundo y que representa un grave problema de salud pública por las complicaciones y la calidad de vida para los que la padecen», detalla la experta.

Algunos síntomas son: Deseos de orinar más frecuente de lo habitual, sed, cansancio, hormigueo y entumecimiento en las extremidades, infecciones frecuentes, dificultad para la cicatrización de las heridas, piel seca y hambre excesiva.

Insomnio

Durante el insomnio se presenta alteración en la producción de hormonas como la leptina y la ghrelina que están implicadas en el control del apetito.

Está demostrado, señala la doctora Santana, que dormir menos de seis horas diarias está relacionado alteraciones metabólicas, como por ejemplo la alteración en la producción de hormonas como la leptina y la ghrelina las cuales regulan el apetito.

«Esta alteración lleva a que las personas que sufren de insomnio y tienen mala calidad de sueño tienen la tendencia a comer más, principalmente alimentos ricos en azúcar y grasas dando como resultado el aumento de peso», advierte Santana.

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¿Cómo identificar estas patologías?

La profesional de la salud explica que durante la consulta médica es importante realizar una historia clínica completa para identificar signos y síntomas de cada una de las enfermedades que impiden la pérdida de peso.

«Algunos son manifestados ampliamente por el paciente y otros debemos preguntar puntualmente por ellos ya que generalmente no se relacionan con el sobrepeso o la incapacidad para la perdida de este. Los exámenes de laboratorio son unos de los aspectos claves a la hora de determinar las causas del fracaso en la pérdida de peso», recomienda la doctora.

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