Desde hace mucho tiempo que migrantes de todo el mundo ven en Estados Unidos un faro de oportunidades. Thomas Jefferson encendió esa antorcha cuando escribió en la Declaración de Independencia que todos los hombres tienen derecho a “la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”.
Esta noción de que todos merecen una oportunidad, y probablemente la encontrarán en Estados Unidos, ha sido posiblemente una de las ideas más atractivas y poderosas de la historia moderna, guiando a millones de personas al país Yankee, en busca de un buen trabajo, una buena educación y una vida familiar de ensueño.
Pero donde una vez Estados Unidos estuvo solo como modelo incólume de las oportunidades, ahora hay docenas de otros países que lo han superado; el principal de ellos es su modesto vecino del norte, Canadá.
Por estas razones no es de extrañar que sean cada vez las personas que cruzan la frontera sin importar el frío para poder llegar al país de la hoja de maple.
Cada vez más cruces ilegales al ‘gran norte blanco’
La cifra de solicitantes de asilo que cruzaron de Estados Unidos a Canadá está en su nivel más alto, al menos en los últimos 12 años. En 2022 escaló hasta 39,540 personas y casi todas (el 99%) cruzaron por una zona rural de la provincia de Quebec: a través de Roxham Road, según cifras del Gobierno de Canadá.
Pese al frío y la nieve, en enero de 2023 el número siguió subiendo en esa zona y 4,975 migrantes fueron interceptados, casi 300 más que en el mes anterior.
Debido al aumento en las cifras de cruces por puntos no autorizados, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, está considerando —presionado por la oposición— renegociar el Acuerdo de Tercer País Seguro alcanzado en 2004 con Estados Unidos, sobre todo en vísperas de la visita del presidente Joe Biden la semana que viene a Ottawa.
“La única forma de efectivamente cerrar no solo Roxham Road sino toda la frontera para evitar estos cruces irregulares es renegociar el Acuerdo de Tercer País Seguro”, señaló Trudeau en una rueda de prensa en febrero.
¿Por qué Roxham?
El cruce no autorizado se hizo popular debido a una laguna en el llamado Acuerdo de Tercer País Seguro, que exige a los solicitantes de asilo que ya están en EE.UU. hacer una petición allí en lugar de presentarse en un puerto de entrada canadiense.
Esa política, sin embargo, no se aplica a Roxham Road porque es un punto de entrada no autorizado, literalmente una carretera que desemboca en la frontera y luego se retoma al otro lado, lo que ha incentivado a los migrantes a utilizarla para cruzar.
La policía canadiense instaló un puesto de avanzada temporal en el cruce para hacer frente a la afluencia de inmigrantes que aprovechaban la carretera en lugar de caminar por los bosques circundantes.
Si esos migrantes se presentaran en el puerto de entrada situado a escasos 10 minutos en auto hacia el este, no se les permitiría cruzar la frontera.
Algunos defensores de los inmigrantes han instado a los dirigentes canadienses a que modifiquen o suspendan el tratado para atraer a los inmigrantes a los puertos de entrada legales.
Las cifras
Estados Unidos vivió un año fiscal 2022 con cifras récord de arresto de migrantes. Los últimos siete meses de ese periodo, los encuentros no bajaron de las 200,000 personas solo en la frontera sur. Y aunque las cifras han ido descendiendo mes a mes en los cuatro meses que lleva el año fiscal 2023 (30% de octubre a enero), solo en enero la Patrulla Fronteriza contabilizó más de 156,000 aprehensiones en sus límites con México.
La cifra es casi el doble de la que las autoridades reportaron en ese mes de 2021 y es más de cuatro veces la registrada en enero de 2020, cuando aún no había sido cerrada la frontera por la pandemia.
El descenso coincide con políticas anunciadas por el presidente Biden desde octubre del año pasado para limitar la entrada irregular de cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, cuatro de las nacionalidades que engrosan los cruces por la frontera sur. Ahora solo pueden hacerlo si cuentan con un patrocinio humanitario para ingresar a Estados Unidos con el apoyo de un esponsor y por vía aérea.
Las diferencias
En Roxham Road, en cambio, agentes de la Policía Montada de Canadá arrestan a los migrantes y realizan chequeos de seguridad para garantizar que no son una amenaza para el país y determinar —con total discrecionalidad, según el caso— si son elegibles para solicitar asilo.
El Gobierno de Canadá explica en su página que de ser elegibles para el beneficio son transferidos a la División de Protección de Refugiados de la Junta de Inmigración y Refugiados de Canadá. Allí se les realizará una audiencia y se determinará si la solicitud de asilo puede seguir adelante.
Si entraron a Canadá procedentes de Estados Unidos en busca de asilo y las autoridades les niegan la protección, pierden la posibilidad de optar por este recurso en ambos países e incluso pueden ser deportados a sus naciones de origen.
Además, al salir de Estados Unidos teniendo un caso de asilo pendiente, cuando ponen un pie fuera sus casos quedan automáticamente sin efecto. Abogados de inmigración explican que el abandono de un asilo y la salida del país equivalen a la “autodeportación”.
*Foto de portada tomada de: sandiegouniontribune.com