El seguro de desempleo es un programa federal que, en conjunto con los estados, proporciona beneficios en efectivo semanales a los trabajadores que se han quedado sin empleo.
De acuerdo con la información que esta redacción ha podido obtener, cada estado tendría sus propios requisitos para poder aspirar a estos subsidios para inmigrantes y nativos estadounidenses.
Pero logramos establecer que hay unos puntos generales que rigen en todo el país del norte y son:
- Estar desempleado por causas ajenas a su voluntad
- Cumple con los requisitos laborales y salariales
- Cumple con los requisitos de su estado en cuanto a salarios ganados o tiempo trabajado durante un período de tiempo establecido denominado “período base”.
- Cumple con los requisitos estatales adicionales
La elegibilidad para el seguro de desempleo depende del estatus migratorio durante dos períodos de tiempo:
Primero, el tiempo que el trabajador solicita y recibe los beneficios, conocido como el “período de beneficios”; y segundo, el tiempo que el trabajador realizó el trabajo, conocido como el “período base”.
Los empleados deben contar con una autorización de trabajo valida durante el llamado periodo de base en el instante en que vaya a diligenciar el subsidio de desempleo para inmigrantes.
Cómo lo solicitan
Los inmigrantes y los nacionales deben presentar una especia de reclamo o carta en la oficina del programa de desempleo de su respectivo estado.
Asimismo, hemos conocido que de acuerdo a cada estado usted deberá presentar la solicitud anterior en persona, por correo, en lían o vía telefónica.
Pero para conocer el detalle de manera precisa, debe contactar a la oficina de desempleo de su respectivo estado.
La respuesta tendría una demora de 15 a 20 días después de presentar su solicitud.
Las autoridades señalan que en la gran mayoría de los estados alcanzan a pagar hasta unas 26 semanas continuas de subsidio de desempleo para inmigrantes y nativos estadounidenses.
La importancia de ese subsidio
El seguro de desempleo es una parte integral del andamiaje que sostiene la economía de los Estados Unidos.
Cuando los trabajadores pierden sus empleos, el seguro de desempleo les proporciona una parte de sus ingresos anteriores para que puedan seguir manteniendo a sus familias mientras buscan un nuevo puesto.
El programa beneficia a todos los trabajadores, no sólo a los que actualmente están desempleados, brindándoles la seguridad de que podrán alimentar a sus familias si pierden sus empleos.
Esto evita momentos de desesperación entre quienes buscan empleo que podría permitir a empleadores sin escrúpulos reducir los salarios generales y perpetuar otras formas de acoso o maltrato en el trabajo.
El seguro de desempleo para inmigraste también es una herramienta fundamental para la política económica, ya que actúa como lo que los economistas llaman un “estabilizador económico”.
Cuando llega una recesión, incluso antes de que el Congreso y el presidente puedan actuar, el seguro de desempleo comienza a proporcionar estímulo donde más se necesita.
La gran pérdida de empleo asociada con la pandemia de covid-19 puso de relieve el enorme valor de la compensación por desempleo.
Al tiempo que destacó la necesidad apremiante de mejorar los sistemas de compensación por desempleo para que sean más inclusivos.
Las cifras
Los inmigrantes sin autorización de trabajo representan alrededor del 5 por ciento de la fuerza laboral total de Estados Unidos.
Es decir, entre siete y ocho millones de adultos en edad de trabajar que han sido excluidos de la elegibilidad para el seguro de desempleo y muchos otros beneficios.
Esto significa demasiada gente para dejarla fuera del seguro de desempleo y una parte manejable de la fuerza laboral para cubrir con un nuevo fondo.
Los inmigrantes sin autorización de trabajo desempeñan un papel particularmente importante en varios sectores fundamentales de la economía.
En trabajos que mantienen vibrante la cadena alimentaria, como en granjas, empacadoras de carne, panaderías, procesamiento de alimentos y tiendas de comestibles.
También en trabajos de construcción que levantan y rehabilitan los edificios de nuestras comunidades; en tiendas minoristas, restaurantes y hoteles; y en servicios domésticos y personales.
Estas son personas que se han ganado y merecen apoyo cuando quedan desempleadas, como una cuestión de justicia básica y como una manera de mantenerse a sí mismos y a sus familias en un momento difícil.