Si eres ciudadano de algún país distinto a la Unión Europea, necesitarás no sólo un permiso de trabajo en Francia sino además un permiso de residencia.
El tipo de permiso de trabajo dependerá de la actividad que vayas a desarrollar y podrá ser a largo plazo o simplemente temporal.
Los ciudadanos Suizos cuenta con un sistema directo de aplicación para los permisos de trabajo, en virtud de un tratado firmado entre su país y Francia.
Aquellas empresas que estén interesadas en contratar ciudadanos de países no pertenecientes a la UE, deberán acreditar previamente que no existe en la Unión Europea ningún aspirante interesado.
Es un trámite que puede demandar entre 4 y 6 meses, existen algunas empresas dispuestas a intentar la aprobación del trabajo en Francia para extranjeros.
En este caso la empresa debe, como primer paso, publicar la vacante en la Agence nationale pour l’emploi y si no surgiere ningún francés que aplique para el mismo.
Se remiten al DDTEFP (Direction départementale du travail, de l’emploi et de la formation professionnelle), quien previo a tomar una decisión al respecto, realizará un minucioso análisis de tus aptitudes.
¿Cómo funciona?
Aquí comienza el trámite de ingreso, que incluye exámenes médicos sea en Francia o en tu país de origen), extensión de visa si correspondiere y del correspondiente permiso de residencia temporal.
La decisión puede no ser siempre positiva y en ese caso el DDTEFP comunica a la compañía lo decidido y los motivos.
Existen ciertas actividades en las cuales el proceso es mucho más sencillo, como el caso de especialistas en informática o científicos.
Los beneficios de trabajar en Francia
Las últimas investigaciones han demostrado que los franceses tienen más vacaciones que en otros países, lo que sin lugar a dudas resulta atractivo para cualquier trabajador.
Pero lo más interesante es que estos trabajan una media de 35 horas semanales, con lo que poseen jornadas laborales más cortas y derecho a recibir remuneraciones adicionales en caso de tener que realizar horas extra.
Falta recorrer las calles de las distintas ciudades francesas para notar que la infraestructura del país está diseñada especialmente para el trabajo, para que los profesionales puedan trasladarse fácilmente de un sitio a otro.
La innovación tecnológica acompaña a los trabajadores, por lo que estos no solo cuentan con lugares de trabajo adaptados para llevar su desempeño laboral al máximo.
Esta infraestructura se acompaña con maquinaria de última generación en cada lugar de trabajo. Esta se garantiza con una inversión constante en el área.
Los beneficios de vivir en Francia
Este país europeo es el hogar de uno de los hitos más emblemáticos del mundo, la Torre Eiffel y su capital, París es conocida como la ciudad de las luces y del amor.
Hay mucho que ver más allá de la capital, con pintorescos viñedos, fragantes campos de lavanda y soleados lugares de playa.
Si estás considerando mudarte a la casa de la baguette, sigue leyendo para descubrir los beneficios y desventajas de vivir en Francia.
Servicio médico
La atención médica es una de esas cosas que esperas no necesitar con mucha frecuencia, pero siempre es algo bueno tenerlo en cuenta al sopesar dónde quiere vivir.
La atención médica es accesible en toda Francia y está fuertemente subsidiada por las agencias gubernamentales.
Solo necesitas vivir en el país durante tres meses para calificar para una tarjeta de salud francesa. Esto te da derecho a un reembolso de entre el 75% y el 100% de todos tus costes de atención.
Esto incluye recetas de médicos, viajes al dentista y visitas al hospital. Tus ingresos no determinan tu elegibilidad para esta atención, y no serás rechazado si tiene una afección médica preexistente.
Ritmo de vida
Si bien existe un excelente acceso a los empleos en el país, la atención se centra en disfrutar de la vida.
Si estás solicitando una empresa francesa para trabajar, la cantidad estándar de días de vacaciones es de entre 25 y 40 y hay 11 días festivos espaciados durante todo el año.
Los franceses disfrutan de pasar tiempo con sus familias, relajarse en casa y tomar vacaciones. Una vez que termina la semana laboral de 35 horas, generalmente te olvidas del trabajo realizando actividades más divertidas.
Como extranjero que se establece en Francia, esto puede requerir algún ajuste, pero una vez que comiences a disfrutar del arte de no hacer nada, la vida se vuelve mucho más dulce.