Emigrar puede ser una de las aventuras más fascinantes de la vida. Encontrar un país con mejores oportunidades, mejor calidad de vida y recibir todos los beneficios que hay fuera de casa. Sin duda puede ser uno de los mejores regalos.
Sin embargo, casi nadie habla de los desafíos y sacrificios que vienen de la mano de estos beneficios. Pues no todo puede ser perfecto y especialmente es en estas épocas navideñas y de fin de año, cuando los migrantes pagan el precio de decidir construir un futuro lejos de casa.
La navidad es una época para compartir en familia y amigos todos en torno a una misma mesa, un tiempo de perdón, de dar y recibir y de unión. Sin embargo, para todos aquellos que deben pasar estas fechas en el extranjero, su realidad es muy distinta.
El duro precio de la Navidad lejos de casa para los migrantes
Pasar la Navidad en el extranjero posiblemente es uno de los precios más altos que los migrantes pagan por estar lejos de casa. Especialmente para aquellos que disfrutan del espíritu de estas fechas.
La distancia de la familia y amigos cercanos, a miles de kilómetros que los separan, sin duda hace que estas fiestas no sean iguales. A pesar de que ahora gracias a la tecnología podemos estar un poco más cerca, no puede reemplazar completamente la calidez de los abrazos familiares o el bullicio de las risas compartidas.
Las videollamadas o los mensajes llenos de buenos deseos pueden convertirse en puentes temporales para intentar sentirnos más cerca. Pero la pantalla de los celulares nunca reemplazará la presencia real de nuestros seres queridos.
Es por eso, que para la mayoría de los migrantes, pasar la Navidad en el extranjero puede traducirse en soledad y nostalgia.
Sin contar que celebrar las festividades en un país extranjero es una experiencia completamente apartada de las tradiciones locales de nuestros países de origen. Aunque muchos intentan fusionar lo mejor de las tradiciones navideñas de su nuevo país con las de su hogar, el sentimiento de extrañar lo propio no se compara con nada.
La realidad de pasar Navidad en el extranjero
La realidad de pasar la Navidad en el extranjero es una completa mezcla de sentimientos encontrados. Que va más allá de las postales idílicas que nos han vendido en las películas navideñas, de un escenario perfecto viendo la nieve caer por la ventana.
La navidad en el extranjero para los migrantes, puede ser uno de los mayores desafíos en los que se embarcan en el momento que deciden abandonar su hogar para formar uno nuevo lejos de casa.
Con la completa paradoja de celebrar en extranjero incluso en medio de la multitud, pero aun seguir sintiendo la melancolía y la soledad que traen estas fechas al estar lejos de nuestros seres queridos.
Aunque rodeados de nuevos amigos o compañeros de viaje que se construyen en el camino como extranjeros. La ausencia de lazos familiares hacen que las celebraciones navideñas sean una experiencia totalmente diferente a las que estábamos acostumbrados a vivir.
Por eso, cada año por estas fechas, todos aquellos que están lejos de casa buscan su consuelo en la esperanza de que el próximo año puedan tener una celebración navideña más cercana a sus corazones y con el calor de hogar.
Así que si esta navidad tú estás junto a tu familia, amigos o seres queridos, no dudes en acercarte y compartir con ellos con un abrazo fraterno. Ya que muchos migrantes que deben pasar estas fechas en el extranjero están extrañando el calor de hogar que solo tiene su país y desearían estar en tu posición.
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