Desde mediados de la década de 2010, se ha presentado un cambio en la tendencia de implantes de bustos, siendo las tallas grandes menos elegidas.
En los últimos años ha sido más evidente como muchas de las pacientes operadas de aumento de senos, deciden retirar sus prótesis o reducirlas por unas de menor tamaño pasados unos años, mujeres de todo el mundo, desde Victoria Beckham hasta Crystal Hefner, son el claro ejemplo; algunas lo hacen por salud, otras por comodidad y otro tanto por moda.
Uno de los mayores dolores de cabeza cuando se decide realizar un aumento de senos es el tamaño o la talla del pecho que se desea, porque entran a jugar muchos factores distintos:
- cada mujer es distinta,
- la estatura, y
- el peso incluso el tamaño del tórax, porque puede suceder que lo que para una es mucho para otra se quede corto.
En muchos países, desde Estados Unidos y Brasil hasta el Reino Unido y China, los implantes mamarios siguen siendo una de las cirugías cosméticas más solicitadas, pero en términos de tamaño, en los últimos 11 años los implantes son cada vez más pequeños.
La primera cirugía de agrandamiento de senos con implantes de silicona se realizó en 1962 a una mujer llamada de 30 años llamada Timmie Jean Lindsey, quien había ido al hospital para que le quitaran un tatuaje de los senos y los médicos le ofrecieron la oportunidad de someterse al primer procedimiento de su tipo, pasando de una copa B a una copa C.
Después de la operación de Lindsey, los implantes mamarios de silicona entraron en la corriente principal. Permanecieron firmemente allí (actualizados a gel de silicona) hasta principios de la década de 1990, y se hicieron más grandes y populares a lo largo del camino, gracias a celebridades como Pamela Anderson.
¿por qué ha cambiado la tendencia de los implantes de busto de talla grande?
Según lo explicó Gemma Sharp, psicóloga clínica e investigadora principal del Centro de Investigación Psiquiátrica Monash Alfred de Australia (MAPrc), el cambio a tallas más pequeñas fue estimulado por un cambio en la estética. “Simplemente, una nueva tendencia comenzó a afianzarse: la de los senos de aspecto natural”
Explica que el aumento de la popularidad de una apariencia más atlética, tonificada y delgada, quizás haya contribuido aún más a la demanda de senos más pequeños. “Los senos grandes parecen incongruentes con ese ideal de ‘mujer fuerte'”.
Marcos Sforza, un cirujano plástico con sede en el Reino Unido, cree que el cambio de tendencia en los implantes mamarios podría deberse a preocupaciones más serias. “Las mujeres están preocupadas por los riesgos que se han relacionado con los implantes y (están) optando por los más pequeños como medida preventiva”.
Sforza cree firmemente que es la salud, no las tendencias, lo que está influyendo en la demanda de senos más pequeños, admitió que lo que la mayoría de sus pacientes ahora quieren es un tamaño y una forma más natural.
Los implantes de la década de 2000 eran deliberadamente obvios y codiciados precisamente por su aspecto que desafía la gravedad, pero videntemente ha habido un giro en la historia en los últimos años, los pechos falsos anormalmente grandes pasaron de ser tendencia a ser sinónimo de artificialidad y pegajosidad.
Muchas mujeres han pasado nuevamente por el quirófano para realizarse un recambio de implantes de mama, algunas porque no terminan de verse con su nueva talla, la ven exagerada y les acompleja; y otras, porque al llegar a cierta edad ya no comparten los motivos que las llevaron de jóvenes a realizarse el aumento, etc.