Bad Bunny en el Super Bowl encabeza titulares en Estados Unidos tras declaraciones que anticipan posibles operativos migratorios durante el evento. La polémica ha generado preocupación entre asistentes y comunidades migrantes a pocos meses de la gran final deportiva.
Declaraciones que generan tensión
Corey Lewandowski, estratega republicano cercano a Donald Trump, aseguró que agentes de inmigración estarán presentes en el Super Bowl LX. Aunque no es un anuncio oficial de ICE, bastó para encender las alertas. Además, calificó como “vergonzosa” la elección del cantante puertorriqueño para el show de medio tiempo, mezclando política migratoria con entretenimiento.
La sola posibilidad de controles en un evento de esta magnitud despierta temor en miles de personas. Para los migrantes, el riesgo de verificaciones convierte lo que debería ser un espectáculo deportivo en un escenario de incertidumbre.
Bad Bunny en el Super Bowl 2026 y su impacto global
El Super Bowl LX se celebrará el 8 de febrero de 2026 en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California. La NFL confirmó a Bad Bunny como protagonista del medio tiempo en alianza con Apple Music y Roc Nation. La decisión busca atraer a audiencias globales y reforzar la conexión con el público latino en Estados Unidos.
Sin embargo, el anuncio de posibles operativos migratorios alteró la narrativa del evento. Organizaciones de derechos civiles advierten que estas medidas podrían afectar la experiencia de los asistentes. Para patrocinadores y organizadores, el reto será garantizar seguridad sin opacar el espectáculo.
Qué puede ocurrir en el Super Bowl 2026 con Bad Bunny
Si se confirman operativos, es probable que se concentren en accesos, perímetros de seguridad y puntos de transporte. Cualquier acción tendría que coordinarse con autoridades locales y personal del estadio. Los asistentes recibirán recomendaciones para llegar con anticipación y portar identificación válida.
Música y política en la misma cancha
La presencia de Bad Bunny en el Super Bowl no solo representa un logro cultural para la comunidad latina, también refleja el choque de narrativas políticas en Estados Unidos. Mientras millones de fanáticos esperan un show histórico, sectores conservadores aprovechan la ocasión para reforzar mensajes sobre inmigración.
El Super Bowl 2026 será más que deporte y entretenimiento. Con Bad Bunny en el escenario y la polémica en el aire, se convertirá en un reflejo de las tensiones sociales y políticas que atraviesan al país.