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Cada vez son más los adultos jóvenes que siguen recibiendo mesada de sus padres

Se trata de un fenómeno global. En todo el mundo, con distintos niveles de gravedad, está creciendo esta amplia capa de jóvenes 14-19 años) y jóvenes adultos (19-30 años) que sufren de esa doble marginalidad, algunos de los cuales son susceptibles de caer en pandillas, en redes delincuenciales, en la drogadicción o en la prostitución, debido a la frustración, a la rabia o a la pérdida de autoestima.

La expresión ninis (ni estudia ni trabaja) se refiere en los análisis socioeconómicos a los jóvenes que no tienen acceso ni a la educación ni al empleo, poniendo en grave riesgo su futuro y afectando el crecimiento económico de sus países.

Lo anterior, lleva a que sigan bajo el brazo económico de sus padres.

El peso de sostener a una amplia capa de la población improductiva está poniendo en peligro no solo al Estado de bienestar, sino, además, la sostenibilidad de sus propias familias.

La expresión ninis fue acogida por la Real Academia de la Lengua Española (RAE) en su diccionario en el 2010. El término NEET (not in education, employment or training) se utilizó inicialmente en la Gran Bretaña en 1999 en un informe que le presentó el primer ministro Tony Blair al Parlamento, titulado ‘Cerrando la brecha: nuevas oportunidades para jóvenes entre 16-18 años que no estudian ni trabajan ni reciben formación’.

Panorama mundial

Se trata de un fenómeno global. En todo el mundo, con distintos niveles de gravedad, está creciendo esta amplia capa de jóvenes 14-19 años) y jóvenes adultos (19-30 años) que sufren de esa doble marginalidad, algunos de los cuales son susceptibles de caer en pandillas, en redes delincuenciales, en la drogadicción o en la prostitución, debido a la frustración, a la rabia o a la pérdida de autoestima.

Europa

El panorama en la Unión Europea no es muy edificante. Italia enfrenta la peor situación, pues, según el informe Education at a Glance (2021), un 24,8 % de los jóvenes de entre 18 y 24 años no están ni en el sistema educativo ni en el aparato productivo, seguida de España, que cuenta con un 19,9 % de ninis.

Se calcula que actualmente existen alrededor de 270 millones de ninis en el mundo. En nuestra región, la situación no es menos preocupante.

América Latina

Un estudio del Banco Mundial sostiene que en América Latina y el Caribe existen 20 millones, en su mayoría provenientes de hogares pobres o vulnerables, siendo la inmensa mayoría mujeres (66 %).

En gran medida se trata, por tanto, de un doloroso hecho social con ‘rostro de mujer’.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), estos son actualmente 170 millones en la región, de los cuales, uno de cada cinco se encuentra en una situación de alta vulnerabilidad.

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En Colombia, según el Departamento de Planeación Nacional, solo en las principales ciudades tenemos 582.000 jóvenes ninis.

Estados Unidos

Casi cuatro millones de jóvenes estadounidenses de entre 20 y 24 años, 740.000 más que el año anterior, ni estudian ni trabajan debido a que perdieron su empleo o tuvieron que dejar de formarse debido al covid.

Además, por primera vez en la historia, su tasa de desempleo superó incluso a la de los adolescentes, en el pasado mes de mayo.

La fuerza juvenil laboral, que es especialmente vulnerable a las turbulencias de los ciclos financieros, se ha visto fuertemente golpeada en los últimos meses por esta pandemia que ha pasado de ser un conflicto de salud global a una crisis económica.

Por ello, millones de personas con trabajos precarios y estudiantes universitarios tuvieron que abandonar sus puestos laborables o aplazar sus inscripciones universitarias, según datos de los tres primeros meses de 2021, difundidos por el Centro de Investigaciones Económicas y Políticas (CEPR).

Principios para padres que tienen hijos adultos en casa

Cerca de dos tercios de los graduados universitarios tienen una deuda significativa de préstamos para estudiantes, lo que les dificulta enfrentar todos los costos de establecer sus propios hogares.

Además, los jóvenes generalmente tienen tasas de desempleo más altas y ganan salarios más bajos, lo que puede agravar el problema.

1 Enfóquese en la educación financiera

Para los padres, el tener hijos mayores en casa puede crear lazos familiares más sólidos, pero es importante estar consciente de los costos. Más del 80 por ciento de los padres brinda apoyo financiero a sus hijos durante la edad adulta temprana1.

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Ayúdelos a prepararse para ser independientes: si aporta apoyo financiero, tómese el tiempo para educar a su hijo sobre el presupuesto y el ahorro.

  • Hable acerca del presupuesto. Ayudar a su hijo a entender la importancia de crear un presupuesto puede darle una ventaja. Haga una cita para que usted y su hijo hablen acerca de las opciones con un especialista bancario (solo se ofrece en inglés) de Bank of America.
  • Haga un ejercicio de finanzas personales. Considere darle una suma fija o una mesada, por ejemplo, y ayúdele a seguir la pista de adónde va su dinero.

Establezca un punto de referencia. Determine con su hijo una meta de ahorros o un punto de referencia financiero a cumplir y un plan para alcanzarlo. Cuando su hijo lo logre, será hora de ocuparse de su próxima meta.

  • Pasos adicionales. Una vez que aprenda cómo manejar un presupuesto, ayúdele a desarrollar hábitos de dinero más avanzados, como comparar el pagar pronto los préstamos para estudiantes o ahorrar dinero para el futuro.

2 Establezca nuevas reglas

Mientras su hijo viva con usted, asegúrese de que las condiciones estén claras.

  • Desarrolle un cronograma. Entérese de cuánto tiempo planea su hijo vivir con usted y asegúrese de que ese plazo funcione para usted.
  • Decidan cuál será sus contribuciones. Deje claro cómo su hijo le compensará los costos de tenerlo en casa. ¿Pagará una parte del alquiler o de la hipoteca, de los servicios públicos, comida o la gasolina para el auto? Hable acerca de las expectativas financieras del hogar que tiene para su adulto joven que vive en casa.

También es un buen momento para hablar sobre cómo ayudar con las tareas domésticas, incluso si está dispuesto a ayudar con proyectos especiales, como pintar la casa, para cubrir su parte de los costos.

  • Reduzca las deudas. Pase lo que pase, su hijo no debe contraer nuevas deudas mientras viva en casa y deberá enfocarse en pagar totalmente la deuda existente.

Por ejemplo, ¿necesita pagar los préstamos para estudiantes? ¿Tiene deudas de tarjeta de crédito? Hable con su hijo acerca de cuáles gastos son necesarios y cuáles pueden recortarse o incluso eliminarse.

  • Apoye las metas profesionales y los planes de ingresos. Si su hijo no tiene trabajo, ¿cuáles son sus planes para conseguir uno? Hablen sobre la oportunidad de vivir en casa para tomar un trabajo a tiempo parcial o una pasantía que podría ayudarle a adquirir experiencia.

Ayúdele a entender lo importante que es esto para que los posibles futuros empleadores vean el progreso en el camino elegido.

3 Engárcese de lo suyo

  • No ponga en peligro sus finanzas y su jubilación mientras ayuda a su hijo. Pagar los préstamos estudiantiles o la cuenta de teléfono de su hijo puede ser una tentación, pero hágalo solo si eso no repercute de manera negativa en sus propios planes.
  • Si ahora hace grandes sacrificios por su hijo, usted podría enfrentarse a sus propios retos financieros durante la jubilación.

Recuerde, ambos están trabajando hacia una meta importante: la independencia financiera, en cada etapa de su vida adulta.

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