Si hay una realidad ineludible en Canadá y de manera particular en Toronto es el alto precio del mercado inmobiliario, el que incluso ha llegado a forzar un éxodo urbano histórico hacia las zonas rurales de la provincia.
Con este panorama, es normal que sus residentes comiencen a buscar alternativas para ser propietarios de una vivienda y de esta forma hacerle frente a la dura situación. Esto, ha hecho que las casas flotantes sean cada vez más populares entre los Torontonianos.
Precios aproximados
Si bien los precios de estas casas no son el único motivo para adquirirlas, si es de los aspectos más importante, y es que mientras el índice de precios de la vivienda (HPI) de la MLS del área metropolitana de Toronto alcanzó $ 1.260 millones una linda casa flotante la puedes conseguir por un valor desde $360 dólares.
Por ejemplo, una casa flotante de tres dormitorios y dos baños que actualmente se encuentra en Bluffers Park Marina en Scarborough salió al mercado a fines de diciembre con un precio inicial de $ 499,800.
Lo mejor es que, aunque la mayoría de las casas flotantes permanecen en sus puertos deportivos, según la lista, esta casa es una embarcación totalmente registrada que ha sido aprobada por Transport Canada. Por lo que su movilidad puede hacerse efectiva sólo con instalarle un par de motores.
Es decir que por el precio cercano a los $500,000, lo que el comprador obtendría es una construcción nueva de dos pisos con electrodomésticos de acero inoxidable, lavadora/secadora, horno y tanque de agua caliente. La casa de Toronto también es sorprendentemente espaciosa para una casa flotante, con una gran cocina con una isla para comer, amplios dormitorios y un balcón de casi 300 pies cuadrados en el segundo piso.
La vida a bordo de la casa flotante
Para que terminemos de entender de qué va todo este estilo de vida, lo primero que debemos saber es que estas ‘casa barcos’ comenzaron como una comunidad de 25 casas flotantes construidas en Bluffers Park Marina en 1999 desde 2000.
Lo segundo, es que hay unas condiciones particulares en estos lugares, y por ejemplo en invierno, los residentes usan burbujeadores para mantener el agua fluyendo alrededor de los pontones para que no se dañen.
Igualmente, el invierno también puede hacer que las tuberías se congelen, especialmente en una ola de frío, puedes verter agua hirviendo por el desagüe y suele funcionar.
Para el caso de Kate Fincham, de 33 años es una residente de esta peculiar comunidad y asegura que este estilo de vida aunque no es para todos, es encantador.
“Navegar siempre ha sido parte de mi vida. Extrañaba vivir junto al agua y cuando vi la casa flotante, me pareció una buena opción. Así que se mudé en noviembre y abrí una cuenta de Instagram sobre su vida en el barco”.
En cuanto a los servicios todos los barcos tienen tanques sépticos y generalmente se bombea el suyo cada seis semanas.
“La estufa de leña funciona muy bien”, dijo Fincham. “Es como volver a la época de los pioneros, pero genera un calor abrazador”.
También hay que pagar tarifas de marina, que dependen de la eslora de su barco. El puerto deportivo cubre el mantenimiento de los muelles y tiene una lavandería y baños.
Aunque puede ser más difícil que vivir en una casa normal, Fincham no se arrepiente de su elección. “Seguro que los beneficios superan con creces los aspectos negativos”, aseguró.
*Foto de portada tomada de https://dailyhive.com
