Hablar de amor es hablar sobre uno de los sentimientos que más emociones despierta y generalmente todas en exceso: alegría, tristeza, dolor, entusiasmo, decepción, dicha, diversión…
Lo que nos hace experimentar el ser amado podría sentirse fácilmente como si nos trasladáramos a otra dimensión.
Bien dicen que si hay algo que no se puede ocultar es el amor… Y el desamor. Este último un sentimiento que todos quisiéramos evadir. La ansiedad y el desconsuelo que produce, son sin duda sensaciones poco agradables.
Sin embargo, muchas veces por evitarlo, terminamos engañándonos y manteniéndonos en una relación que probablemente ya no lleva felicidad a ninguna de las dos partes comprometidas.
Incluso en nuestro interior podríamos notarlo, pero preferimos cerrar los ojos ante actitudes evidentes como la pérdida de interés o emoción, que podrían indicar que algo no está bien.
Lo mejor, sería identificar a tiempo esos signos que nos pueden demostrar que nuestra pareja ya no es feliz a nuestro lado, para dejar de dudar y decidir terminar sin mayores inconvenientes o intentar revivir la conexión.
Por eso, en Q’Pasa te contamos cuáles son esas señales que te indica que tu ‘amorcito’ ya no es feliz en la relación.
No se comunica contigo
Si notas que los dos se quedan callados cuando están juntos mientras cada uno hace lo suyo, y esos silencios son cada vez más constantes y largos puede ser un signo del comienzo de problemas en la relación.
Si ustedes solían escribirse mensajes de texto, llamarse muy seguido, enviarse fotografías y de repente dejaron de hacerlo, probablemente algo esté pasando.
Igualmente, si le estás hablando a tu pareja, pero esta se encuentre con su celular, jugando con un videojuego o simplemente no presentando completamente atención a tus palabras, algo está muy mal.
Pelean demasiado o no hay ninguna discusión
Ambos extremos podrían demostrar que hay algo que se está perdiendo.
Si estas tratando de forma desesperada tratar un tema y ella/él no hace nada por escucharte y tratar de comprenderte es una señal de que no le interesa resolver el conflicto y que ya le da igual lo que pienses o pase entre ustedes.
Por otra parte, si ya no puedes tener una conversación normal con tu pareja y te culpa de todos los problemas que tienen y de otras cosas (como el hambre mundial, por ejemplo), es probable que ya no tenga ningún problema en hacerte sentir mal. Sin duda un punto de inflexión que no se debería dejar pasa.
Se han perdido los detalles cariñosos
Los detalles son importantes por mínimos que sean, y si ya no le nace hacer nada por ti, es posible que su interés por conquistarte y mantenerte en su vida haya disminuido.
Aunque hay parejas y personas que no son cariñosas, siempre existen ciertos detalles que demuestran amor, del “te quiero” al beso de buenos días pasando por un regalo inesperado o ir a buscarle al trabajo. Si es notorio que no le nace prestar atención a esas pequeñas cosas, debes pensar por qué es.
Hace muchos planes … En solitario
Si te enteraste de que salió con sus amigos sin avisarte o notaste que cuando propusiste hacer cosas nuevas, tu pareja no estuvo de acuerdo y las hace de manera independiente, puede ser una señal de que te está excluyendo de su vida.
Incluso cuando logres pasar un tiempo con él, si está completamente en desconexión. Es decir, que puede estar presente físicamente, pero emocionalmente está en otra parte. Al final, perderás las ganas de pasar tiempo a su lado, porque pasar tiempo con alguien que obviamente no quiere estar a tu lado solo empeora las cosas.
¡Adiós a la intimidad!
Es natural que las personas tengan menos relaciones sexuales cuando están en una relación larga y seria, pero si se está desacelerando y no buscan las oportunidades de estar solos, eso podría significar que una pareja no está tan involucrada en la relación como debería estarlo.
Hay conversaciones que son inevitables y si no hay intimidad, mereces saber a qué se debe. Si dice que todavía siente cosas por ti, entonces pueden buscar juntos algo que los motive a encender la llama. Pero si no reacciona muy bien, es el momento de reevaluar.
