El fenómeno “Barbie” ha vuelto a nuestras pantallas con una energía y creatividad impresionantes.
Dirigida por la talentosa Greta Gerwig, esta nueva película sobre la icónica muñeca intenta reflexionar sobre su relevancia en el siglo XXI, acercándose a lo que debería ser.
Gerwig, quien coescribe el guion con Noah Baumbach, ha reunido a un elenco estelar encabezado por Margot Robbie y Ryan Gosling para dar vida a Barbie Land.
Un mundo colorido y lleno de detalles (la mayoría de ellos, en tonos rosados) que seguramente requerirán una segunda visita al cine para apreciar plenamente.
La película puede recordar a “The Lego Movie” en su enfoque de tomar un juguete popular y construir una historia existencial alrededor de él.
Aunque “Barbie” es live action, mantiene una cualidad caricaturesca intermitente y algunos elementos torpes que, en ocasiones, diluyen el ingenio que podría haber sido aún más destacado.
En los momentos más agudos de la película, se presenta una narración a cargo de Helen Mirren y un homenaje a “2001: A Space Odyssey”.
Pero es cuando Barbie, interpretada por Margot Robbie, comienza a cuestionar su papel estereotipado y preconcebido que la historia toma un giro interesante.
Este despertar de Barbie la lleva a emprender una huida hacia el mundo real, desencadenando una serie de epifanías tanto para ella como para Ken sobre sus identidades en contraste con el idealizado y centrado en la mujer Barbie Land en el que viven.
Sin entrar en demasiados detalles, la búsqueda de respuestas lleva a Barbie a la sede de Mattel, donde se encuentra con una empleada humana y su hija adolescente, quien ha superado su fase de adoración por Barbie.
Este encuentro destaca el mensaje feminista que subyace en la película y el intento de situar a Barbie en un contexto sociológico más amplio.
El trasfondo de la película
Aunque a veces la mezcla de los elementos reflexivos con los momentos más ligeros y cómicos no encaja perfectamente, es loable el esfuerzo por darle más profundidad a la historia de la famosa muñeca.
La comparación inevitable con lo que “Toy Story” logró con sus versiones de Barbie y Ken establece un listón alto para cualquier película que aborde la sátira de estos personajes, pero Gerwig, nominada al Oscar por “Lady Bird”, merece reconocimiento por hacer que “Barbie” sea más que una simple caricatura y darle significado más allá de los números musicales y los aspectos superficiales.
El elenco en general brinda un excelente trabajo, aunque algunos de los personajes secundarios de Barbie y Ken no tienen mucho desarrollo.
Uno de los puntos positivos de “Barbie” es su guion, que incluye referencias inteligentes a la cultura pop, lo que le agrega un toque moderno y divertido.
Además, la película tiene una duración razonable, en contraste con otras producciones recientes que tienden a alargarse innecesariamente.
Es innegable que “Barbie” generará debates en torno a su trasfondo político, pero también es indudable que muchos espectadores estarán dispuestos a apoyar una película que abraza un mensaje feminista y aborda temas del mundo real de manera ingeniosa y entretenida.
El éxito de la campaña de marketing de “Barbie” es un reflejo de la época actual, en la que todo parece exagerado y se busca destacar en el panorama mediático.
Pero detrás de toda la parafernalia, “Barbie” es una película agradable, especialmente para aquellos que aprecian temas con profundidad empaquetados de manera inteligente mientras disfrutan viendo a la famosa muñeca presumir de sus encantos.
Imagen de portada tomada / Vogue España