¿Te imaginas estar en un lugar donde el sol es visible las 24 horas del día?, a este fenómeno se le conoce popularmente como “sol de media noche”.
El sol de medianoche es un fenómeno natural que tiene lugar en el Círculo Polar Ártico y por encima de él durante los meses de verano. Un claro ejemplo de ello es Noruega, uno de los pocos lugares donde el atardecer se fusiona con el amanecer, sin oscuridad en el medio.
Aunque la noche y el día marcan nuestra vida, por muy increíble que parezca, existen lugares en el mundo en el que estos ciclos se ven interrumpidos al menos dos veces al año. El sol presente las 24 horas del día ocurre en ciertas épocas del año y solo es visible muy cerca del Ártico en las fechas próximas al solsticio de verano.
A medida que nos acercamos al extremo de los círculos polares, bien el ártico o el antártico, este fenómeno se hace más acusado. Pero como sólo hay asentamientos permanentes en el ártico.
Es mucho más común oír hablar del Sol de medianoche en estas zonas:
- Finlandia,
- Rusia,
- Noruega,
- Alaska,
- Groenlandia,
- Dinamarca,
- Islandia,
- Suecia,
- Canadá.
¿Qué es el sol de medianoche?
En los términos más simples, es el sol que aparece a la medianoche. En medio de la noche, cuando el cielo es normalmente un manto aterciopelado de oscuridad, el sol todavía se puede ver claramente.
En el Polo Ártico, el sol de medianoche se puede ver durante seis meses seguidos, de forma continua y sin interrupciones. Cuanto más se mueva hacia el sur, menos tiempo será visible.
La Tierra gira completamente cada 24 horas, y es este movimiento el que crea la noche y el día. Sin embargo, la duración de las horas diurnas y nocturnas no es igual y esto se debe a que la Tierra está inclinada sobre su eje 23,4 grados. Si fuera completamente perpendicular habría una noche y un día fijos de 12 horas cada uno.
Durante los meses de verano, cuando el hemisferio está inclinado hacia el sol, los polos experimentan la luz solar durante las 24 horas completas. Cuanto más te alejas del polo, más diluido se vuelve el efecto del sol.
Es esa la razón por la que los países europeos que no están tan al norte como Noruega nunca llegan a experimentar las noches doradas del sol de medianoche.