Basta mirar los titulares de las noticias internacionales para confirmar que los últimos días han sido particularmente intensos en eventos.
Aparte de la cumbre climática en Egipto tras la cual el balance deja más declaraciones vagas que compromisos concretos para combatir el calentamiento global.
En materia geopolítica, aparecen otros riesgos. Para comenzar el debilitamiento relativo de Estados Unidos, que aparece como una potencia menos imponente.
Mientras muchos se preocupan por el abastecimiento de petróleo ruso, expertos dicen que es mucho más grave la posibilidad de una guerra civil en Irak, en la que estarían involucrados Irán y Arabia Saudita.
Dos grupos armados que se disputan el poder podrían hacer que cesen las operaciones en el puerto de Basra por el que salen 3,5 millones de barriles de crudo al día.
Un último escenario inquietante es una especie de balcanización en Rusia, pues aumenta la probabilidad de que Vladimir Putin sea removido del cargo y se cree un vacío en el cual aflorarían múltiples tensiones étnicas y religiosas.
Dado el peso de dicha nación como proveedor de productos básicos, junto a su arsenal nuclear, tanta inestabilidad sería inconveniente.
Las posibles crisis
Crisis humanitaria
Más de 100 millones de personas huyen hoy de conflictos y catástrofes. Se calcula que 340 millones necesitarán ayuda humanitaria en 2023, una cifra que se ha cuadruplicado en la última década.
Liderados este año por Somalia, Etiopía y Afganistán, los 20 países que forman la Lista de Vigilancia 2023 son emblemáticos de los retos a los que se enfrentan las comunidades frágiles y afectadas por crisis en todo el mundo.
Los conflictos armados, la crisis climática y las turbulencias económicas están empujando a una minoría cada vez mayor de la población mundial a una crisis cada vez más profunda.
Estos países sólo albergan al 13% de la población mundial y representan únicamente el 1,6% del PIB mundial, pero representan el 81% de los desplazados forzosos.
Asimismo, el 80% de las personas que se enfrentan a crisis o a niveles catastróficos de inseguridad alimentaria y el 90% de las necesidades humanitarias mundiales.
Recesión económica
La economía global se frenará más de lo esperando en 2023, un año en el que buena parte del mundo se asomará a la recesión o acabará cayendo en ella.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha rebajado en dos décimas, hasta el 2,7 %, su previsión de crecimiento para el próximo año.
En su informe de perspectivas económicas globales el FMI mantiene en el 3,2 % su previsión de crecimiento global para este 2022.
Al tiempo, advierte de que los riesgos que ya han ralentizado la evolución económica mundial van a persistir y pueden empeorarla.
Según el Fondo, al menos un tercio de las economías mundiales entrarán el año que viene en recesión técnica, es decir, tendrán al menos dos trimestres consecutivos de contracción de su producto interior bruto (PIB).
Se agudiza la guerra
El año 2023 llegará en una situación internacional de máxima tensión estratégica y de múltiples crisis.
La guerra en Ucrania, con su derivada energética, ha cogido el testigo de la pandemia como el gran desestabilizador de la situación mundial.
Es una sensación de crisis permanente, o “permacrisis”, que aumentará el descontento social y la protesta.
Según el Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB) de Barcelona, 2023 será el año que “pondrá a prueba los límites individuales y colectivos”.
La “competición geopolítica global” y “la descomposición de los sistemas de seguridad y gobernanza internacional” impedirán afrontar los retos que plantean la guerra, la inflación, las crisis energética y alimentaria o el cambio climático.
Es una sensación de crisis permanente, o “permacrisis”, según CIDOB, que aumentará el descontento social y la protesta.
La pandemia sigue lastrando a China
China comenzará 2023 centrada en sus problemas internos, especialmente en la oleada de coronavirus desencadenada tras haber abandonado su política de “cero COVID” por las mayores protestas en años.
La pandemia está dificultando al presidente chino, Xi Jinping, retomar su proyecto de expansión mundial para convertirse en la gran potencia mundial del siglo XXI.
Al tiempo, siguen los puntos de fricción con EE.UU. será Taiwán.
El pasado mes de agosto, China llevó a cabo maniobras con fuego real, en la peor crisis desde los años noventa del siglo pasado, y Xi no ha descartado la vía armada para conseguir la reunificación.
Crisis venideras y conflictos olvidados
Las ONG han advertido que el conflicto en Ucrania nos ha hecho olvidar otras crisis humanitarias en marcha, como la de Siria, Yemen, los Territorios Palestinos Ocupados o Afganistán.
La situación en el Sahel también ha caído en el olvido, pese a los intentos de la diplomacia española para que no se olvide lo que califica de “flanco sur” de la OTAN.
En América Latina, la situación política en Perú (inmersa en una ola de protestas tras el cese de Pedro Castillo) o Argentina (con elecciones presidenciales y legislativas en octubre, a las que no podrá presentarse Cristina Fernández) también reclamará la atención.
- Imagen de portada tomada/ www.criptonoticias.com