Según el informe oficial de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) alrededor del 4% de la población global de entre 15 y 64 años consume cannabis, es decir, unos 209 millones de personas alrededor del mundo.
Esto ha llevado a que, en todos los países, se inicien numerosas asociaciones y grupos de apoyo para quienes la consumen y están inmersos en toda una cultura alrededor de la “weed”, como también se le conoce.
A pesar de estos esfuerzos, parecería que la gente sigue inclinándose hacia el consumo de esta droga; y es que respecto a esto, existe el mito urbano de que la marihuana en inofensiva y no trae ninguna repercusión en la salud de sus consumidores, incluso podemos verlo reflejado en una en innumerables comentarios de jóvenes que aseguran que además, su uso es completamente controlable.
Pues bien, esto al parecer no es cierto, ya que un estudio de la Universidad de Ottawa, en Canadá, arrojó resultados no muy positivos referentes a su utilización.
Sobre la investigación
Fumar marihuana puede dañar los pulmones y las vías respiratorias más que el tabaco, según un estudio canadiense publicado recientemente.
Investigadores de la Universidad de Ottawa y el Hospital de Ottawa examinaron radiografías de tórax de 56 fumadores de marihuana, 57 no fumadores y 33 fumadores de tabaco entre 2005 y 2020.
“Existe una percepción pública de que la marihuana es más segura que el tabaco, y este estudio plantea preocupaciones de que esto no es cierto”, dijo la autora principal del estudio, la Dra. Giselle Revah, profesora asistente en el departamento de radiología de la Universidad de Ottawa en Ontario.
Publicado en la revista Radiology, el estudio analizó radiografías de tórax a un total de 146 personas con las diferentes características anteriormente mencionadas. Al final, se encontraron tasas mucho más altas de inflamación de las vías respiratorias y enfisemas (una enfermedad pulmonar crónica) entre los fumadores habituales de marihuana en comparación con los fumadores habituales de tabaco y los no fumadores.
Alrededor del 75% de las personas del estudio que fumaban marihuana y tabaco tenían enfisema, una enfermedad de las vías respiratorias pequeñas que daña los alvéolos de los pulmones, mientras alrededor del 67% de los fumadores de tabaco también la poseían. Finalmente, solo el 5% de los no fumadores, la padecían.
Una diferencia de 8 puntos porcentuales entre los fumadores de marihuana y tabaco y los solo fumadores de tabaco. Esto podría no parecer una gran diferencia, pero fue significativa, dijo Revah.
Otra preocupación era la edad de los fumadores de marihuana: “muchos eran menores de 50 años”, dijo.
El riesgo podría estar en las formas de consumo
Según los expertos del estudio, la explicación de esto puede estar relacionada con las diferencias en la forma en que normalmente se consumen las drogas. “La marihuana se fuma sin filtro, a diferencia del tabaco que se suele filtrar. Cuando fumas marihuana sin filtrar, más partículas llegan a tus vías respiratorias, se depositan allí e irritan esas vías respiratorias”.
Otro punto señalado por la investigadora es el hecho de que, al fumar marihuana, el humo se retiene intencionadamente en los pulmones durante más tiempo, con las famosas caladas largas (inhaladas). “Podría provocar más traumatismos en esos espacios aéreos”, señaló.
El equipo también apuntó que con respecto a los participantes que fuman además de marihuana, cigarrillos, los resultados no fueron concluyentes, por lo que se requerirá más estudios. Revah también destacó que hay poca investigación sobre los efectos del cannabis en la salud general, ya que está prohibido en la mayoría de los países, lo que socava algunos avances.
Vale aclarar que el cannabis medicinal, en el que se utilizan compuestos de marihuana en la fabricación de medicamentos, tiene un proceso y objetivo diferente respecto a los fumadores recreativos. La recomendación de utilizar filtros a la hora de fumar marihuana. Algo que se está volviendo costumbre entre el colectivo, normalmente en combinación con boquillas. En Canadá, donde se realizó el estudio, el consumo ocasional de cannabis se legalizó en 2018.