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La esclavitud aún existe y el problema es mucho peor de lo que pensamos

La persistente y urgente realidad de la esclavitud moderna: un flagelo que afecta a millones de personas en todo el mundo y requiere una acción integral y colaborativa para su prevención y erradicación en todas sus formas.

La esclavitud puede parecer cosa del pasado, pero la práctica de esclavizar a otros todavía existe en el mundo moderno, y el problema es mucho peor de lo que te imaginas. Según un informe publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de las Naciones Unidas para 2022, se estima que 50 millones de personas están esclavizadas en todo el mundo, número que ha aumentado significativamente en comparación con el estudio anterior realizado por esta organización en 2016.

Un aumento alarmante

“El número de esclavos modernos ha aumentado significativamente en los últimos cinco años”, dijo la OIT en un comunicado de prensa publicado en su sitio web. «Las mujeres y los niños siguen siendo desproporcionadamente vulnerables».

La OIT se unió a Walk Free y la Organización Internacional para las Migraciones para mostrar que más de 10 millones de personas más se han convertido en esclavas en todo el mundo en los cinco años transcurridos desde su ultimo informe y el problema ha afectado a todo el mundo.

“La esclavitud moderna ocurre en casi todos los países del mundo y cruza fronteras étnicas, culturales y religiosas”, señala el comunicado de prensa de la OIT.

Trabajo forzado

Según esta organización, más de la mitad de todos los esclavos hoy pueden ser considerados trabajos forzados y casi una cuarta parte de los esclavizados están en un matrimonio forzado, que ocurre en todos los niveles de ingresos y en todos los países. El sector privado es considerado el culpable más común, representando alrededor del 86% de todos los casos, también se señala que el 63% de todas las situaciones de trabajo forzoso se deben a la explotación sexual con fines comerciales contra mujeres y niñas. Las mujeres y las niñas también son las principales víctimas de los matrimonios forzados, lo que representa unos 22 millones de esclavos en la actualidad.

Lamentablemente, ese número ha aumentado alrededor de un 6,6 % desde 2016 y los analistas de la OIT creen que es probable que sea mucho más alto.

“Las tasas reales de matrimonio infantil, especialmente entre niños menores de 16 años, podrían ser mucho más altas que las estimaciones actuales. El informe Global Slavery Index de Walk Free analizó las cifras sobre la esclavitud moderna actual y descubrió que el problema se vio exacerbado por una serie de problemas globales vinculados, incluida la pandemia de Covid-19, el conflicto armado y el cambio climático. Según Walk Free, todos estos problemas han provocado que las personas más vulnerables del mundo se enfrenten a un mayor empobrecimiento, interrupciones laborales y más”.

Según la OIT, los trabajadores migrantes tienen tres veces más probabilidades de verse obligados a trabajar que otros trabajadores adultos no migrantes, y el comunicado de prensa de la organización señala que los migrantes son «particularmente vulnerables al trabajo forzoso y la trata de personas».

Es impactante y alarmante que la esclavitud moderna siga siendo una realidad en nuestro mundo actual, a pesar de los esfuerzos internacionales para combatirla. La trata de personas, la explotación laboral y sexual, el matrimonio forzado y otras formas de esclavitud siguen siendo un flagelo mundial que afecta a millones de personas en todas las regiones del mundo.

Un problema de todos

Es importante darse cuenta de que la esclavitud moderna no es solo un problema en los países en desarrollo, sino que también ocurre en los países desarrollados y en todas las regiones del mundo. Además, afecta de manera desproporcionada a los más vulnerables, como los migrantes, las mujeres y las niñas, y las comunidades marginadas.

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La lucha contra la esclavitud moderna requiere una acción colectiva y coordinada a nivel mundial. Es fundamental abordar las causas subyacentes de la esclavitud, como la pobreza extrema, la falta de acceso a la educación y las oportunidades económicas, la discriminación y la violencia de género.

También es necesario fortalecer las leyes y políticas nacionales e internacionales, así como mejorar la aplicación y el cumplimiento de las leyes existentes. Además, es fundamental sensibilizar a la población sobre la realidad de la esclavitud moderna y la responsabilidad de todos para prevenirla y abolirla. Esto incluye promover una mayor transparencia y responsabilidad en las cadenas de suministro globales, para garantizar que no haya trabajo forzoso o condiciones análogas a la esclavitud en la producción de los bienes y servicios que consumimos.

La esclavitud moderna es un problema apremiante y persistente en nuestro mundo actual, y requiere un enfoque holístico y colaborativo para abordarlo. Como sociedad, debemos comprometernos a combatir la esclavitud en todas sus formas y trabajar juntos para garantizar que todos los seres humanos vivan en libertad y dignidad, libres de la explotación y la opresión de la esclavitud moderna.

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