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Los sexalescentes, la nueva generación de más 60 años que se sienten como de 30

La nueva adolescencia, así es la “Sexalescencia” en la que entran las personas de 60 años, quienes se resigna a mirar la vida pasar.

Seguramente no sabías que existe una segunda juventud a los 60, se trata de la sexalescencia, es como se identifica a un grupo de adultos de 60 o más años que reúnen ciertas características que no responden a los patrones comunes que se encuentran dentro de la vejez y están viviendo una segunda adolescencia.

Es un grupo conformado tanto por hombres como por mujeres que no se quedan atrás en el uso de las nuevas tecnologías, son modernos, progresistas, con ganas de disfrutar de la vida, aprender, colaborar con la sociedad, viajar, conocer gente nueva, y ser dueños de su destino, renunciando a la ubicación como personas de la tercera edad. 

Los sexalescente hacen parte de ese grupo de personas que anhelan vivir en la eterna juventud, pues a pesar de su avanzada edad no tiene entre sus planes actuales la posibilidad de envejecer. 

El nuevo termino que ha surgido en la vida de las personas es realmente novedoso, se refiere al logro de las personas mayores de echar fuera del idioma la palabra “sexagenario”, porque se niegan a envejecer y vivir la vida rutinariamente.

Hacen parte de este grupo las personas que hoy ronda los sesenta o setenta, que han llevado una vida razonablemente satisfactoria y que su manera de ser y su actitud es firme, constante, resuelta, llena de energía y vigor frente a la vida y sus contingencias.

Los Sexalescentes no piensan ni remotamente en la muerte, solo piensan en vivir y disfrutar la vida, pues no tienen entre sus planes la posibilidad de volverse un viejo abuelo o abuela, simplemente desean vivir en libertad y dependiendo de sus propias fuerzas, en su probablemente tranquila economía personal, y alcanzar todas las metas que aún siguen planificando.

Este grupo de personas ni sueñan con jubilarse y los que ya se han jubilado disfrutan con plenitud de cada uno de sus días sin temores al ocio o a la soledad. Disfrutan el ocio, porque después de años de trabajo, crianza de hijos, carencias, desvelos y sucesos fortuitos bien vale disfrutar lo que resta de vida.

La remuneración emocional’ cuenta, por eso buscan estar en labores amables altamente satisfactorias, remuneradas o no. Con el propósito de darles rienda suelta a los sueños postergados, los sexalescentes sienten gran satisfacción por sentirse productivos.

A diferencia de los jóvenes; los sexalescentes conocen y ponderan todos los riesgos. Nadie se pone a llorar cuando pierde: sólo reflexiona, toma nota, cultivan su propio estilo.

 

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