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No confundas la resistencia interna con la pereza o la indisciplina

Postergar actividades es uno de los hábitos más comunes que suceden en a diario y solemos echarnos culpas, hasta tacharnos de vagos, improductivos e irresponsables.

Somos procrastinadores y por alguna razón que desconocemos nos volvemos irresponsables y adictos al celular, repitiendo ese ciclo nocivo de no hacer las labores diarias con las que debíamos cumplir hasta tal punto de sentir autodesprecio como si yo fuese mi peor enemigo, pues no encuentro a quien culpar de las cosas que no hago.

Cuando el tortuoso ciclo de postergar se repite día a día en nosotros, significa que algo está mal en nosotros o en nuestro comportamiento, algo que necesita ser controlado, erradicado, domesticado, dejado atrás o puesto en su lugar, significa que debemos dejar de culparnos y tomar acción hacia una solución.

¿Por qué siento que no puedo controlar esa manía de procrastinar?

Según expertos, el postergar nuestras actividades se le llama “resistencia interna”, no es un defecto, es simplemente una faceta de la creatividad y el crecimiento humano y se puede gestionar. Pero tenemos que empezar por reconocerlo por lo que es. ¿Qué significa?

“La Resistencia es una fuerza hostil misteriosa, un enemigo al que hay que vencer. En las imágenes de Pressfield, pasamos cada día luchando contra la resistencia en una batalla eterna que es tan eterna como interminable”, se describe así en el libro The War of Art, el escritor Steven Pressfield quien nombra la fuerza que nos impide usar nuestros talentos como «la Resistencia.”

Se puede dar un concepto general de lo que es la Resistencia interna, sin embargo, es un comportamiento único para cada uno de nosotros, la resistencia interna de cada persona tiene sus propias causas, sabores y efectos particulares. Pero lo que comparte toda experiencia de resistencia interna es una predicción y un miedo al dolor.

Pero tranquilos, la Resistencia interna es una parte de nosotros, y crece exactamente en el mismo suelo que todos los talentos, habilidades y objetivos que tenemos. En casos específicos, está relacionada con algún tipo de pérdida de amor y conexión predicha.

Dicho esto, es incorrecto abordar la Resistencia interna a través de ideas de pereza o falta de disciplina, está claro que no es perezosa, por el contrario, es muy enérgica, tanto como para hacer retroceder nuestro deseo de avanzar hacia nuestra meta, día tras día.

Por fortuna nuestra, la resistencia interna no es inamovible, responde a la razón, a escenarios alternativos, a dar espacio a las emociones que parecen una amenaza, pero para cambiarla debemos entender el contenido particular para en cada uno de nosotros.

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Podemos negociar con ella, ¿cómo? Debemos hacer que nuestro cerebro pase de decir «Necesito aplicar la fuerza de voluntad para dejar de ser tan malo y perezoso» a decir «Estoy experimentando mucha resistencia interna, déjame ser ingenioso al trabajar con eso hoy».

Debemos siempre tener presente que: “A veces, los miedos resultan ser imaginarios y, a veces, el dolor es muy real.”

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