Estudio asegura que quienes practican pasatiempos de abuelita tienen mejor salud mental
Los pasatiempos de abuelita están ganando popularidad como una forma efectiva de cuidar la salud mental. Tejer, bordar o cocinar, más allá de ser actividades tradicionales, tienen beneficios reales para reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y estimular el cerebro.
En medio de una era dominada por la tecnología, el multitasking y el estrés digital, un estudio reciente volvió a poner sobre la mesa una práctica que parecía reservada para otras generaciones: los pasatiempos de abuelita. Tejer, bordar, hornear o cuidar plantas —actividades tradicionalmente asociadas a la tercera edad— están demostrando ser herramientas efectivas para lograr una mejor salud mental en personas de todas las edades.
Tejer y bordar ayudan a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo
La repetición constante de movimientos al tejer o bordar no solo relaja, también estabiliza el ritmo cardíaco y favorece la producción de serotonina. Son actividades que requieren atención plena, lo que ayuda a desconectar de pensamientos intrusivos y disminuye los niveles de ansiedad. Además, completar una prenda o un bordado genera una sensación de logro que eleva la autoestima.
Cocinar, especialmente hornear, estimula emociones positivas
Otro de los pasatiempos de abuelita más comunes es la repostería. Hornear un pastel o unas galletas activa el olfato, el tacto, el gusto y hasta la memoria emocional. Estudios de la Journal of Positive Psychology afirman que la cocina casera puede considerarse una forma de terapia creativa que mejora el estado de ánimo diario. La mezcla de ingredientes, las texturas y el acto de compartir lo cocinado favorecen las relaciones sociales y refuerzan el sentido de pertenencia.
La jardinería también forma parte de estos pasatiempos con efectos positivos
Tener plantas, sembrar flores o cosechar hierbas en casa son acciones que forman parte de los pasatiempos de abuelita y que generan beneficios neurológicos. La conexión con la naturaleza, incluso en un balcón, tiene efectos demostrados para reducir el estrés y prevenir trastornos depresivos. Investigadores japoneses han bautizado esta práctica como “baño de bosque urbano”, donde el contacto con lo verde actúa como regulador emocional.
Beneficios cognitivos: concentración, memoria y prevención del deterioro mental
Más allá del placer y la relajación que producen, estos pasatiempos de abuelita ayudan a preservar funciones cognitivas. Seguir patrones, contar puntos, leer instrucciones o improvisar recetas estimula regiones del cerebro vinculadas a la concentración, la memoria y la resolución de problemas. Por eso, diversas instituciones de salud mental los recomiendan como estrategias para prevenir el deterioro cognitivo en personas mayores.
Cada vez más jóvenes adoptan pasatiempos de abuelita como forma de autocuidado
En redes sociales, especialmente en TikTok e Instagram, miles de usuarios están redescubriendo estos pasatiempos de abuelita y compartiendo su experiencia. Desde tutoriales de crochet hasta recetas de pan casero o videos armando jardines verticales, hay una tendencia clara hacia lo que se ha llamado slow life: vivir despacio, con intención y sin pantallas.