Desde hace algún tiempo la tecnología ha venido invadiendo cada espacio de nuestra vida. La forma en la que nos comunicamos y hasta en la que cocinamos ha sufrido una gran transformación y parece que estos cambios no tienen fin.
De hecho, es bastante más que cierto que nuestras relaciones personales han dado un gran vuelco.
Un ejemplo claro lo vemos en la forma en la que ahora se conquista o empieza una relación. Si antes había que ser creativo para una invitación a salir; ahora basta con una respuesta a una historia de Instagram para deducir lo que se quieren.
Con esto en mente empiezan a surgir preguntas sobre el futuro y la forma en la que serán estas relaciones en un par décadas. Por esto, son varios los científicos, sociólogos y sexólogos que se atreven a pronosticar cómo será el sexo en el año 2050.
Robots domésticos con funciones sexuales
El doctor Ian Pearson, miembro de la World Academy of Art and Science y de la British Computer Society, elaboró en 2016 un estudio sobre el tema. El científico sostiene que la gran presencia de robots domésticos causará que muchos de ellos se utilicen con una función sexual.
Según la teoría que sostiene Pearson, en 2050 donde la presencia de los robots en los hogares estará ampliamente instaurada, los humanos los utilizarán para fines sexuales. Afirma que como invertiremos mucho dinero en un robot lo haremos con aquellos que sean atractivos.
De hecho, se atrevió a decir que uno de cada cinco jóvenes tendrá sexo con un robot de forma habitual serán más frecuentes las relaciones sexuales entre humano y androide (o ginoide, cuando tengan aspecto de mujer) que entre personas.
Incluso, el científico cree que estos robots sustituirán a las personas que se dedican a la prostitución.
Sexo en pareja, pero con realidad virtual incluida
Ian Pearson también sostiene que en 2050 se podrán mantener relaciones sexuales con cascos de realidad virtual: eso no significa que el sexo vaya a convertirse en algo individual y solitario. El científico cree que seguiremos teniendo sexo con nuestras parejas, pero que la realidad virtual nos permitirá ‘convertirla’ en otra persona.
Las fantasías sexuales de cada uno podrán hacerse realidad: cada uno podrá descargarse en su dispositivo de realidad virtual ciertas características físicas de cómo quiere que sea su pareja de ficción.
Todo esto a través de la impresión 3D de una réplica exacta de los genitales de otro ser humano para después coordinar sus movimientos con una app móvil o utilizar tecnología que nos haga sentir en nuestro propio cuerpo el orgasmo de varias personas simultáneamente.
Relaciones y orgasmos a distancia
Hoy es bastante común el mantenimiento de las relaciones a distancia gracias al Internet. En este contexto surgió el sexting o el cybersexo conectan a personas separadas físicamente a partir de la estimulación psicológica.
En poco tiempo estas actividades irán un paso más allá. De hecho, en la actualidad ya existe el proyecto del profesor Adrian David Cheok, llamado Kissinger, que consiste en un dispositivo que imita una boca real y que reproduce el beso que otra persona realiza a distancia.
En definitiva, lamiendo la pantalla podemos proporcionar sexo oral a la pareja aunque haya miles de kilómetros de por medio. Las relaciones a distancia y también los orgasmos se convertirán en la norma.
Son varios los expertos que sostienen que, gracias a la tecnología, podrán estimularse ciertas áreas del cerebro encargadas de generar el placer sexual, pudiendo obtener orgasmos instantáneos.
También, en 2050, tal como apunta la sexóloga Laura Berman se podrá mejorar la vida sexual de las personas con discapacidades físicas gracias a los descubrimientos neurobiológicos, que nos ayudarán a entender cómo funciona el cerebro durante el orgasmo.
Los avances del ‘Sextech’
El sextech, la unión entre tecnología y sexo nos permitirá en solo una o dos décadas explorar universos íntimos aún difíciles de imaginar. Sin embargo, aunque parece solamente ciencia ficción, ya existen en el mercado recreaciones que van por ese camino.
De este modo, actualmente existen robots concebidas para prácticas sexuales, como Harmony, la primera máquina erótica con Inteligencia Artificial, presentada en 2018 por la empresa Real Doll.
Se trata de una muñeca a tamaño real que vale alrededor de $14 mil dólares, capaz de hablar, de memorizar las preferencias de su compañero o compañera y de realizar prácticas sexuales como tríos o azotes con látigos, si esa es la preferencia.
La misma empresa también lanzó a Henry, su versión en androide. Otros ejemplos son Emma, de la empresa china AI-AI o la completa muñeca Samantha, nacida de una mente española: la del experto en nanotecnología Sergi Santos, que confesó haber creado este invento porque su mujer no satisfacía sus deseos sexuales.
Samantha tiene además la particularidad de interrumpir sus funciones si la otra parte se comporta de forma abusiva con ella. Aunque este tipo de inventos cuentan con muchos detractores y no pocas voces opositoras, en muchos países no existe legislación clara que permita su prohibición o que establezca límites a estos productos.
Con esto parece que realmente los expertos se quedarán cortos en sus apreciaciones. Y tú, ¿Cómo crees que será el sexo en el futuro?