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Fontanero descubrió tesoro de 2,3 millones de euros al seguir una simple cuerda

La afortunada persona que encontró este tesoro, lo logró gracias al intentar sacar una cuerda que vio enterrada en el lugar donde trabajaba.

Durante unas obras de renovación en el barrio de Penzing de Viena, un fontanero encontró un cofre escondido lleno de monedas de oro.  

Un fontanero hizo un descubrimiento sorprendente durante unas obras de renovación en una antigua mansión del barrio vienés de Penzing.  

Mientras trabajaba en el sótano, encontró una caja de metal incrustada en hormigón que resultó ser un cofre del tesoro lleno de monedas de oro.  

El valor del hallazgo se estima en unos 2,3 millones de euros. 

Según el informe, el propietario había encargado la renovación de la villa y los trabajadores de la construcción estaban ocupados cincelando en el sótano.  

Al principio, ignoraron una cuerda que sobresalía del suelo hasta que el fontanero la vio e intentó sacarla.  

Cuando no lo logró, cogió una pala y descubrió la caja, que contenía numerosas monedas de Mozart hechas de oro puro. 

Una gran sorpresa para el obrero

El descubrimiento causó gran asombro, ya que este tipo de historias sólo suelen aparecer en los libros.

Un amigo del fontanero sospecha que el oro pudo haber estado escondido antes de la última guerra mundial.  

Quedó impresionado por el hallazgo y recalca que este tipo de descubrimientos son extremadamente raros. 

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Desde un punto de vista legal, el hallazgo es un tesoro y tanto el descubridor como el propietario del terreno tienen derecho a la mitad del mismo.  

Por tanto, el fontanero podría haber hecho el hallazgo de su vida. 

Sin embargo, un hallazgo arqueológico casual de este tipo debe ser comunicado a las autoridades para poder emprender acciones legales. 

El hallazgo no sólo tiene importancia financiera sino también histórica y aún está por ver cómo abordarán las autoridades este caso inusual. 

Lo que debes saber sobre este tema  

En ciertas partes del mundo, las historias de personas que escondieron su oro para protegerlo de los ejércitos invasores de los otomanos, o de los propios otomanos que escondieron oro cuando su imperio se derrumbó, son parte de lo que impulsa el saqueo.  

De la misma manera, el descubrimiento de objetos de alto valor a menudo inspira a otros a emprender sus propias búsquedas de tesoros modernos.  

Después del sorprendente descubrimiento en 2015 de monedas antiguas por buceadores aficionados en la costa del antiguo puerto de Cesarea en Israel, la Asociación de Antigüedades de Israel estimó que una sola moneda de oro romana podría valer hasta $ 300,000.  

El Dr. Morag Kersel , profesor asociado de arqueología en la Universidad DePaul que se especializa en la preservación y protección del patrimonio cultural, me dijo que son historias como esta las que conducen a las fiebres del oro modernas, al aumento de los saqueos y a la destrucción irreversible de artefactos antiguos. 

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Los tesoros pueden estar en cualquier parte del mundo

En su trabajo sobre este tema, Kersel ha demostrado cómo la suposición errónea de que los propios arqueólogos están buscando oro afecta a las prácticas de saqueo en Jordania, Israel y Palestina. 

Los lugareños suelen acercarse a los equipos de excavación y preguntarles cuánto oro han encontrado.

A algunas personas les resulta difícil creer, explica, que alguien pueda viajar miles de kilómetros para desenterrar huesos de animales y cerámica rota. 

Este anuncio se da, tras el reciente descubrimiento de valiosos tesoros en Francia y otros lugares, por que podría parecer que Europa es el patio de recreo de los aspirantes a cazadores de tesoros y saqueadores.  

Sin embargo, la cobertura mediática es un tanto engañosa. La Dra. Irene Soto Marín, experta en monedas y profesora adjunta de la Universidad de Michigan, dijo que “se encuentran tesoros de monedas en todas partes”.  

Los lugares dónde más se explora la búsqueda

Una búsqueda en Google, añadió, mostraría descubrimientos en Japón, China, India, Egipto, Turquía, Israel y Palestina, Oriente Próximo y Asia Central, por nombrar solo algunos.  

“También encontramos tesoros de monedas”, dijo, “en sitios de naufragios en el Caribe e incluso en Estados Unidos durante la época de la fiebre del oro (como el famoso tesoro de Saddle-Ridge, valorado en 10 millones de dólares), por lo que no es necesariamente un fenómeno del ‘Viejo Mundo'”. 

La aparente sobrerrepresentación de los hallazgos europeos en los medios no se debe sólo a los sesgos culturales que privilegian la historia y la arqueología europeas, sino también a la legislación que rige estos descubrimientos.  

En el Reino Unido, me dijo Marín, hay leyes vigentes que “incentivan a la gente a informar a las autoridades” sobre sus hallazgos.  

La ley y los tesoros

La Ley del Tesoro de 1996, por ejemplo, establece disposiciones para que el buscador de tesoros o el propietario de tierras reciban una recompensa de hasta el valor monetario del “tesoro” que desentierren.  

Una legislación como esta, que no está exenta de controversias, ha sido una bendición para los historiadores de monedas de todos los períodos en Inglaterra.  

Como resultado, señala Marín, “deberíamos esperar que los hallazgos en el Reino Unido y países similares estén sobrerrepresentados en las noticias“. 

El hecho de que cada país europeo tenga leyes diferentes que regulen el descubrimiento de monedas puede dificultar a veces la identificación del origen de un determinado “tesoro”.  

En Bélgica, por ejemplo, los posibles cazadores de tesoros pueden quedarse con lo que encuentren; en Francia, las monedas son propiedad del Estado.  

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