La película Titanic (1997) es una de las más célebres, pues no es gratis el tercer lugar en el ranking de la película con mayor recaudación en taquilla en la historia del mundo.
Su popularidad dejo consigo varias escenas que se convirtieron en imágenes icónicas para más de una generación. Entre la más icónica está la escena donde Jack y Rose se acercan a la proa y simulan volar, expandiendo sus brazos a los lados.
Toda esta introducción viene a colación, luego de que se conociera que una pareja en Turquía conformada por Furkan Çiftçi y Mine Dinar, intentaran recrear el momento en mención, para tan mala suerte que termino con la vida del masculino.
Çiftçi y su novia Dinar se tomaron unos tragos y decidieron pescar en Izmit Marina Pier.
Todo iba bien hasta que se les ocurrió acercarse al borde del muelle para intentar recrear la escena, pero cayeron al mar.
Varias personas intentaron ayudarlos con una caña de pescar, Mine, se aferró a la caña, pero su novio Furkan desapareció en la corriente.
Los buzos de la brigada de bomberos iniciaron una operación de búsqueda de Furkan Çiftçi y encontraron su cuerpo sin vida.
Mine Dinar, dijo que ella y su novio se colocaron detrás de las cadenas en el muelle para posar como en el Titanic, perdieron el equilibrio y cayeron al agua.
Finalmente, las autoridades turcas iniciaron una investigación sobre el hecho.
Titanic, una historia aclamada
La historia del Titanic ha sido mediática desde su nacimiento, pues se trataba del buque más lujoso de su época y el mayor trasatlántico del momento.
Sin embargo, su vida fue breve y se hundió en su viaje inaugural; hundimiento que causó la muerte de 1514 personas de un total de 2223.
Una auténtica tragedia en las gélidas aguas del Atlántico.
Su historia ha estado envuelta en el misterio, en las premoniciones y en la polémica.
La escasez de botes y la gestión de la compañía White Star Line fueron duramente criticadas.
Además, la mayoría de las víctimas fueron pasajeros de tercera clase, una trágica muestra de las desigualdades sociales de la época.
Por ello, no es de extrañar que haya inspirado numerosas películas, la primera, Saved from the Titanic, apareció en 1912, poco después de su hundimiento; aunque la más conocida es, sin duda, la de Cameron.
Titanic, la historia de Jack y Rose
Sin duda, además del hundimiento y la tragedia, lo más notable de la película es la historia de amor que surge entre Jack y Rose, dos jóvenes que vienen de mundos muy distintos, pero que parecen complementarse a la perfección.
Su historia nos presenta un amor muy idealizado, que comienza con un flechazo, avanza muy rápido y termina de la forma más trágica.
El amor ha existido siempre, está por todas partes, pero resulta muy difícil definirlo.
Los filósofos griegos lanzaron algunas teorías sobre el amor, la psicología también lo ha abordado y el cine y la literatura no se han quedado atrás.
El amor es algo que escapa a la racionalidad y que nuestra dificultad para entenderlo y ajustarlo a un modelo nos lleva a plantear infinidad de teorías.
El amor ha sido visto como una energía o una fuente de inspiración inagotable capaz de mover el mundo y que está en todo lo que nos rodea.
Encontrar esa mitad que nos falta nos aportaría equilibrio, pero al tratarse de una búsqueda tan espiritual y casi divina, es frecuente que la muerte aparezca en escena; algo así es lo que ocurre en Romeo y Julieta.
En la conocida obra de Shakespeare, los jóvenes amantes deben enfrentarse a una barrera social, igual que ocurre en Titanic.
Las clases sociales en Titanic
Jack y Rose pertenecían a dos mundos distintos: Jack, es un pasajero de tercera clase, de naturaleza soñadora, que llega al Titanic por pura suerte (o desgracia), pues obtiene su billete en una partida de póquer.
Rose, por el contrario, es una joven de primera clase que viaja en el Titanic junto a su madre y su prometido, Caledon Hockley.
Esta chica, a diferencia de Jack, no es feliz, pues su vida no es más que una farsa; su padre les dejó una herencia plagada de deudas y, para evitar perder su estatus, su madre decide que Rose debe casarse con Hockley, un hombre muy adinerado.
Esta parte me gusta mucho, porque tiene un componente social y político, pues la película de Titanic critica las desigualdades.
Hay zonas del barco a las que los pasajeros de tercera clase no pueden acceder, siendo el disfrute de estas uno de los privilegios de los pasajeros que viajan en primera clase.
Solo tenemos que echar un vistazo a las cifras del Titanic para darnos cuenta.
Incluso en la muerte, estas desigualdades estuvieron presentes.
Pues haciendo que la mayoría de víctimas fueran pasajeros de tercera clase y que, muchos de sus cuerpos, no fueran rescatados.