Esta medida extrema resalta la preocupante realidad del acoso callejero, una forma de violencia de género normalizada en la sociedad actual.
Marina, una joven española, ha encontrado una peculiar manera de protegerse durante sus salidas nocturnas.
A través de su cuenta de TikTok, donde comparte consejos de belleza y temas feministas, reveló que lleva una barba falsa en el bolso para sentirse más segura.
De esta forma, su apariencia más masculina ahuyenta a los hombres y los disuade de acercarse a ella, lo que le brinda una sensación de protección.
Aunque es triste que en pleno siglo XXI las mujeres tengan que recurrir a estrategias como esta para sentirse seguras en las calles, muchas chicas han agradecido el consejo de Marina y lo consideran una opción para mantenerse a salvo.
Sin embargo, también ha surgido la preocupación de que estas medidas no constituyan una solución definitiva al problema de la violencia contra las mujeres.
El acoso callejero es una forma de violencia de género más común de lo que debería ser. Piropos, miradas insistentes, silbidos, comentarios no deseados y persecuciones son la realidad diaria para niñas, adolescentes y mujeres en ciudades de todo el mundo.
Es inaceptable que las mujeres no puedan moverse libremente en los espacios públicos debido a la inseguridad que experimentan.
Según el informe “Inseguras en las calles” de Plan International, el acoso sexual es una experiencia diaria para muchas chicas, y lamentablemente, se ha normalizado tanto que solo el 10% de ellas presenta denuncias.
Este tipo de acoso tiene un impacto directo en la vida de las niñas y jóvenes, limitando su movilidad, libertad y acceso a la educación.
Acoso callejero
En 2030, se espera que haya 700 millones de niñas y jóvenes viviendo en áreas urbanas, enfrentando oportunidades y riesgos adicionales.
Plan International ha estado trabajando para promover la seguridad urbana de las niñas y adolescentes a través de programas como “Safer Cities for Girls” en colaboración con ONU-Hábitat y Women in Cities International.
Sin embargo, más que simples medidas, como llevar una barba falsa, es necesario solucionar este problema.
Es importante que las políticas públicas y las leyes existentes aborden el acoso callejero y la violencia contra las mujeres en general de manera efectiva y sostenible.
Es fundamental que la sociedad trabaje en conjunto para crear un ambiente seguro para todas las personas, independientemente de su género.
Fomentar la educación y el respeto hacia la igualdad de género es esencial para erradicar el acoso callejero y todas las formas de violencia contra las mujeres.
Además, es imperativo implementar leyes que regulen y castiguen adecuadamente a quienes perpetúan estas conductas.
La historia de Marina y su barba falsa resalta un problema más amplio y preocupante en la sociedad: el acoso callejero y la violencia de género.
Si bien es importante buscar formas de protección individual, la verdadera solución radica en abordar este problema de manera colectiva, mediante cambios significativos en las políticas públicas y una educación que promueva la igualdad de género y el respeto mutuo.
Solo así podremos construir un futuro en el que todas las personas, independientemente de su género, puedan moverse libremente y sentirse seguras en las calles.