Publicidad

Una pareja se hace viral tras vender todo para vivir cómo millonarios viajando en cruceros.

Esta pareja hace parte de una tendencia que se viene dando entre los jóvenes que quieren disfrutar y conocer mucho más el mundo.

La vida ha sido prácticamente tranquila para Monica Brzoska y su marido, Jorell Conley, que ahora viven viajando de crucero en crucero. 

Esto desde que vendieron todas sus posesiones y abandonaron la rutina diaria de 9 de la mañana a 5 de la tarde en sus respectivos trabajos. 

Por ello, ahora tienen que enfrentarse a decisiones más difíciles como escoger qué tipo de desayuno van a comer cada día para poder probar todo el bufete que ofrecen en el crucero. 

“Todas mis comidas son cocinadas por chefs y el personal me cambia la ropa de cama”, alardeó Brzoska, de 32 años, exprofesor de Memphis, Tennessee. 

«No soy millonaria», añadió. «Simplemente vivo a tiempo completo en cruceros «. 

Lo que los inspiró

Sin embargo, aunque flotar en exóticos lugares arenosos mientras el personal satisface todas sus necesidades parece un sueño, admite que la vida en el agua a veces puede ser agotadora. 

“Por supuesto que hay desafíos”, admitió Conley. «Extrañamos a nuestras familias, pero sabemos que podemos volar a casa si hay una emergencia». 

De hecho, una crisis familiar inspiró a los amantes de los viajes a zarpar permanentemente hace dos años.  

Dijo la mujer que cuando su padre se puso mal del hígado su madre le dijo que no esperara llegar hasta vieja para disfrutar su vida y que hiciera lo que más le gustaba. 

Con la bendición de sus padres, los millennials que estaban de vacaciones, que se conocieron durante un trabajo docente en julio de 2015 y se casaron en julio de 2020, dijeron «adiós» a la carrera de ratas y «sí, sí» a la navegación de lujo. 

- Patrocinado -
Imagen tomada/ Instagram @life_by_any_means

Están recorriendo el mundo

La pareja calculó cuidadosamente los costos antes de dar el paso. Al final han conseguido que funcione y tienen gastos anuales de 10 mil dólares. 

«El alojamiento, la comida y el entretenimiento estarían incluidos; sólo necesitaríamos dinero para gastar», dijo Brzoska.  

Ella y Conley, de 36 años, habían realizado previamente una serie de cruceros Carnival de una semana de duración a lugares de interés como México, Belice, Gran Caimán, Colombia y Costa Rica.  

La frecuente navegación de la pareja les otorga enormes descuentos en viajes futuros, cuentan los dos a la prensa. 

Clientes fieles 

Cuenta la pareja que por ser clientes constantes y de varias empresas han logrado recibir muchos beneficios en materia de descuentos. 

Para poder tener ingresos constantes y tener una especie de colchón económico tienen arrendada su casa en Memphis. 

Brzoska dice que dejar la vida en tierra ha sido una experiencia “liberadora”.  

En lugar de preocuparse por el trabajo y las tareas domésticas, Brzoska ahora pasa sus días disfrutando de actividades artesanales, jugando juegos de preguntas y respuestas entre otros. 

- Patrocinado -

Su marido también disfruta viendo la televisión y charlando con otros pasajeros en el bar.  

Ha contribuido a su relación 

Llevar su matrimonio a alta mar ha causado sensación en el santo matrimonio. 

“Sin el estrés diario de la vida, rara vez discutíamos”, dijo Brzoska, “pero siempre nos decíamos si necesitábamos espacio o más tiempo juntos”. 

Los turistas sin escalas incluso han programado una cita nocturna semanal, durante la cual se visten con sus mejores galas para cenar en uno de los restaurantes más elegantes a bordo.  

Además, es un poco difícil pelear mientras se hace turismo en algunos de los rincones más fabulosos del mundo. 

No son la única pareja en esto

Desde que quedaron a la deriva, los queridos aventureros han visitado docenas de países, incluidos Fiji, Japón y Grecia.  

Según la pareja, en lo que va del 2024 llevan 36 cruceros continuos en los que en la mayoría de los casos se bajan de uno y suben a otro. 

Y están lejos de ser los únicos en llevar este tipo de vida, según se lee en una nota de la revista Semana. 

Otras parejas como Marcel Popp, de 33 años, y Vendula Zakova, de 31, recientemente dejaron sus trabajos para explorar el mundo juntos solo dos días después de conocerse. 

Lo mismo hicieron los neoyorquinos Matt Robertson y Khani que dejaron de lado la precaución en su tercera cita y realizaron una excursión improvisada a Costa Rica. 

  • Imagen de portada tomada/ Cuenta de Instagram @life_by_any_means
Publicidad