París vive alrededor de seis millones de ratas, lo que equivale a unas dos ratas por cada ser humano que vive en la capital francesa.
La población es tan grande que un columnista de una revista británica sugirió un nuevo lema para los Juegos Olímpicos de 2024: “Citius, Altius, Fortius, Rattus”.
Las ratas pueden ser protagonistas atractivos en las películas de animación (‘Ratatouille’), pero en la vida real, a menudo son presagios de enfermedades.
Por el momento, también están ocupando un espacio no deseado en el centro de atención de los Juegos Olímpicos de la ciudad.
“En definitiva, nadie debería intentar exterminar a las ratas de París, que son útiles para mantener las alcantarillas”, dijo Anne-Claire Boux, vicealcaldesa de París, en una entrevista reciente con la agencia de noticias Agence France-Presse.
“Lo que importa es que se queden en las alcantarillas”, recalca la mandataria.
Dijo que todas las sedes olímpicas han sido “analizadas” en busca de ratas antes de los Juegos.
Una batalla contra las ratas
En septiembre de 1920, The New York Times publicó un titular en el que se afirmaba que se había proclamado “una guerra contra las ratas de París”.
Decía el artículo que se había instruido a los habitantes de la ciudad sobre cómo matar a los roedores y se les había dicho “cómo utilizar ácido arsénico, carbonato de fósforo de bario y otras drogas letales”.
Puede que los humanos hayan ganado una batalla aquí y allá, pero las ratas claramente ganaron la guerra.
Hoy, mientras los organizadores preparan las flotillas y los artistas realizan sus rutinas antes de la Ceremonia de Apertura el viernes, los trabajadores están embelleciendo la ciudad para mantener a raya a los residentes roedores.
Los cazadores de ratas de la ciudad, conocidos como el equipo “Smash”, están asesorando al comité organizador de París sobre qué salidas de alcantarillado cubrir y otras medidas de mitigación a abordar.
Lo que están haciendo para acabarla
La estrategia más efectiva implica una limpieza profunda: eliminar cualquier residuo de comida, colocar trampas para ratas en las zonas problemáticas y tratar las áreas con soluciones químicas.
“Lo más importante es que los contenedores estén sellados y cerrados”, dijo Boux.
Se dice que los jardines del Louvre, donde se encenderá el pebetero olímpico, y el espacio detrás de la Torre Eiffel, donde se disputará el voleibol de playa, están entre los más infestados de ratas.
En 2023, la otra plaga urbana de París, las chinches, también aparecieron en los titulares.
“Nadie está a salvo”, tuiteó entonces Emmanuel Gregoire, el entonces vicealcalde.
Las ratas por todos lados
En su momento se alcanzaron a ver ratas en hoteles apilando “montañas de colchones” en las aceras, algunos cubiertos de plástico, según The Mirror.
Las ratas, sin embargo, se han negado durante siglos a que se las cubra.
Debajo de París se encuentra uno de los sistemas de alcantarillado más antiguos y extensos del mundo.
Según la Academia Nacional de Medicina de Francia, en París hay cerca de seis millones de ratas de alcantarilla, es decir, entre 1,5 y 1,75 por habitante.
El papel de las ratas
La ciudad utilizó ampliamente veneno para ratas e invirtió en miles de contenedores de basura herméticos en 2017 como parte de una agresiva estrategia de mitigación.
La medida fue criticada por ser ineficaz y cruel por el grupo de derechos animales Paris Animals Zoopolis.
“Las ratas están presentes en París, como en todas las grandes ciudades francesas, por lo que la cuestión de la cohabitación se plantea necesariamente”, afirmó entonces el grupo en un comunicado.
“Las ratas juegan un papel muy útil para nosotros porque no necesitamos deshacernos de lo que comen, por lo que nos resulta muy económico, y cuando las ratas están bajo tierra también limpian las tuberías con su pelaje cuando pasan por ellas”, dijo Gilles Demodice, gerente del departamento de control de animales.
“Debemos conservarlos. Son como nuestros amigos, pero deben permanecer abajo. Eso es todo lo que pedimos: que se queden abajo”.
Enfermedades que transmiten
Las mordeduras y los arañazos de las ratas pueden provocar enfermedades y fiebre por mordedura de rata.
La orina de las ratas puede provocar leptospirosis, que puede causar daños en el hígado y los riñones.
Asimismo, se pueden contagiar por medio de la manipulación o inhalación de excrementos.
Los expertos, han dicho que entre las complicaciones está la insuficiencia renal y hepática, así como problemas cardiovasculares.
Otros efectos
Algunas personas sufren efectos a largo plazo de la coriomeningitis linfocítica, mientras que otras solo experimentan molestias temporales.
Una de las enfermedades transmitidas por ratas más peligrosas a lo largo de la historia es la peste bubónica, también llamada «peste negra«, y sus variantes.
La transmisión se produce cuando las pulgas de las ratas pican a los seres humanos.
Las pulgas transportadas por las ratas se consideran responsables de esta plaga durante la Edad Media, que mató a millones de personas.