Publicidad

El controversial canal de Panamá mexicano: Una obra que podría dar un giro a la economía de México

El gobierno mexicano busca crear el Corredor del Istmo de Tehuantepec, de 300 km de largo, que permitiría unir el Golfo de México con el Pacífico a través de un canal seco y estaría previsto para el 2023.

El gobierno mexicano busca crear el Corredor del Istmo de Tehuantepec, de 300 km de largo, que permitiría unir el Golfo de México con el Pacífico a través de un canal seco y estaría previsto para el 2023.

Este proyecto nació oficialmente en 1996, en el gobierno de Ernesto Zedillo, pero fue el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien ha revivido esta idea e incluso ha manifestado en varias ocasiones que sería una de sus prioridades.

Según medios locales da cuenta de que el Corredor Multimodal Interoceánico, de 300 km. de largo y cuya construcción estaría concluida en 2023, iría desde los puertos de Salina Cruz, en Oaxaca, a Coatzacoalcos, en Veracruz, a través de la modernización de la infraestructura ferroviaria, portuaria, aeroportuaria y de carreteras. Así, el ‘Canal Seco’ permitirá la conexión comercial entre Asia, EE.UU. y Europa, que busca convertir a México en una plataforma logística a nivel mundial.

Las informaciones recopiladas por QPasa.com explican que, se busca construir un tren interoceánico -en la vía del corredor multimodal que una al Golfo de México con el Pacífico- y así, establecer una ruta de tránsito de mercancías que busca igualar al Canal de Panamá, pero con un mayor flujo comercial de alcance global que, por su ubicación geográfica, tendría mayor dinamismo en el intercambio comercial entre continentes.

La agencia de noticias Sputnik cita un estudio realizado por un grupo de investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (Conacyt) que asegura que el corredor interoceánico podría significar un “tránsito de mercancías nunca antes visto en la región, equivalente al de Panamá o posiblemente mayor”.

Mientras tanto, desde la academia Briseida Allard, docente titular de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad de Panamá, resaltó la intención del presidente mexicano de impulsar el proyecto para generar fuentes de empleos a los coterráneos que habitan en esas áreas. Sin embargo, advierte de los riesgos sociales que puede conllevar la construcción de este proyecto.

Allard, dijo que Panamá tuvo una experiencia parecida con el Camino de Cruces y el Camino Real, “que fueron las primeras vías terrestres que establecieron los españoles para transportar mercancías de un lado a otro y, que tenían las mismas características que plantea el presidente López Obrador”.

La internacionalista precisó que en la actualidad, esa parte de México “es bastante insegura”.

Asimismo, en los archivos de este tema tan transcendental para Centro América y el mundo, se deja ver por ejemplo la opinión de personajes tan importantes para México como la de Leo Zuckermann, columnista y académico, quien en 2018 catalogó la idea como “viejisima”, degradando la entre línea a través de columna.

“Antes de la apertura del Canal de Panamá (1914) y de la Revolución mexicana (1910-1917), el ferrocarril transístmico llegó a tener 60 viajes por día. Después de estos eventos, cayó a uno solo. El istmo se vino abajo. No obstante, esas épocas de gloria quedaron muy impregnadas en el imaginario de la población de todo el sur del país”, dijo Zuckermann en su artículo en el diario Excelsior.

- Patrocinado -

Otro punto que le quita credibilidad a lo que pareciera una gran idea, fue el anuncio en el año 2012, del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quien en ese momento revivió el proyecto de construir una vía interoceánica y planificó que este sería entregado en 2020, con una inversión de $50,000 millones. El canal nicaragüense tendría una extensión de 278 kilómetros cuadrados entre ambos océanos y permitiría el paso de una nueva generación de buques portación tenedores, pero nueve años después los inicios de esa magna obra no se ven.

Otro de los puntos negativos con los que cuenta esta idea, es la amenaza de afectar a una de las mayores franjas de riqueza biológica del planeta. Por ello, representantes indígenas de cuatro municipios de la zona norte del Istmo de Tehuantepec acordaron presentar un recurso de amparo, para que el gobierno reinicie a la brevedad una consulta entre las comunidades que podrían ser impactadas por estos trabajos.

Publicidadspot_img
Publicidad