En un mundo donde suponemos cada día se fortalece la aceptación y el respeto hacia los demás sin importar su etnia, religión, condición social o género, aparecen situaciones que nos demuestran completamente lo contrario.
Como lo sucedido en Uganda, donde su presidente Yoweri Museveni, aprobó una de las leyes contra los homosexuales más estrictas del mundo que exige la cadena perpetua para cualquier persona condenada por homosexualidad.
Las relaciones entre personas del mismo sexo ya eran ilegales en Uganda, una nación del este de África religiosamente conservadora. Pero la nueva ley impone penas más severas para las personas LGBTQ.
Pide la pena de muerte por «homosexualidad agravada», que se define como las relaciones entre personas del mismo sexo que involucran a personas con VIH, niños u otras personas vulnerables. Cualquier persona condenada por «intento de homosexualidad agravada» puede ser encarcelada hasta por 14 años.
Los ugandeses que tengan relaciones homosexuales pueden recibir cadena perpetua, mientras que cualquiera que intente tener relaciones homosexuales puede enfrentar 10 años de prisión.
En un comunicado, el presidente Biden calificó la ley recién aprobada como «vergonzosa» y sugirió que podría afectar las relaciones entre Estados Unidos y Uganda.
«He ordenado a mi Consejo de Seguridad Nacional que evalúe las implicaciones de esta ley en todos los aspectos del compromiso de EE. UU. con Uganda», dijo, «incluida nuestra capacidad para brindar servicios de manera segura bajo el Plan de Emergencia del presidente de EE. UU. para el Alivio del SIDA (PEPFAR) y otras formas de asistencia e inversiones».
Las reacciones
Los defensores de los derechos LGBTQ dicen que la nueva legislación es innecesaria en un país donde la homosexualidad ha sido ilegal durante mucho tiempo bajo una ley de la era colonial que penalizaba la actividad sexual «contra el orden de la naturaleza». La pena por ese delito es cadena perpetua.
Estados Unidos ha advertido de las consecuencias económicas de una legislación descrita por Amnistía Internacional como «draconiana y demasiado amplia».
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU dijo el lunes que estaba «horrorizada de que el proyecto de ley draconiano y discriminatorio contra los homosexuales ahora sea ley», describiendo la legislación como «una receta para violaciones sistemáticas de los derechos» de las personas LGBTQ y otros.
En una declaración conjunta el lunes, los líderes del programa de la ONU contra el SIDA, el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del SIDA y el Fondo Mundial dijeron que estaban «profundamente preocupados por el impacto dañino» de la legislación sobre la salud pública y la respuesta al VIH.
La declaración decía: «El progreso de Uganda en su respuesta al VIH está ahora en grave peligro. La Ley contra la homosexualidad de 2023 obstruirá la educación sanitaria y la divulgación que puede ayudar a acabar con el SIDA como una amenaza para la salud pública».
Esa declaración señaló que «el estigma y la discriminación asociados con la aprobación de la Ley ya han llevado a un acceso reducido a los servicios de prevención y tratamiento» para las personas LGBTQ.
La respuesta de Estados Unidos
Por otra parte, el secretario de Estado, Antony Blinken, dice que Estados Unidos podría considerar restringir las visas para algunos funcionarios de Uganda después de la adopción de esta ley. Blinken dijo que Estados Unidos estaba «profundamente preocupado» por la Ley contra la homosexualidad de Uganda, que el presidente Yoweri Museveni promulgó el lunes.
Además, el presidente estadounidense, Joe Biden, condenó rápidamente la ley como “una trágica violación de los derechos humanos universales” y amenazó con cortar la ayuda y la inversión al país de África Oriental. Por lo que instó a Uganda a derogar la medida.
En otra declaración, Blinken dijo que Estados Unidos “consideraría implementar herramientas de restricciones de visa existentes contra funcionarios de Uganda y otras personas por abuso de los derechos humanos universales, incluidos los derechos humanos de las personas LGBTQI+”.
También se actualizó la guía del departamento de estado para ciudadanos y empresas estadounidenses sobre viajes a Uganda, mientras que Washington también ayudaría a “desarrollar mecanismos para apoyar los derechos de las personas LGBTQI+ en Uganda y promover la rendición de cuentas de los funcionarios ugandeses y otras personas responsables o cómplices de , abusando de sus derechos humanos”, agregó.