Publicidad

Estas son las razones por las que Europa debería dejar de depender de Estados Unidos

Los europeos están alarmados por el proteccionismo implícito en dos leyes recientes de Estados Unidos (la de ‘chips y ciencia’ y la de ‘reducción de la inflación’).

Durante este año, Europa ha disfrutado de un extraordinario momento de unidad transatlántica. La alianza con Estados Unidos dio una respuesta unida a la invasión rusa de Ucrania.

La OTAN goza de buena salud y va camino de recibir a Finlandia y Suecia como nuevos miembros. Y por fin los europeos están gastando más en defensa; incluso Alemania que alcanzó el 2 por ciento del PIB.

Estados Unidos y Europa están poniendo una nueva unidad política al servicio de los valores compartidos y de una visión común del tipo de mundo que quieren.

Pero en este panorama también hay piedras, entre ellas el debate al respecto de cómo definir una victoria ucraniana sin crear nuevas tensiones.

El gobierno de Biden, Francia y Alemania señalan que en algún momento tendrá que haber negociaciones de paz, mientras que Polonia y los Estados bálticos han dejado claro que quieren ver a Rusia humillada.

Otro tema donde hay tensiones en ebullición bajo la superficie es China.

Por ejemplo, hace poco el canciller alemán, Olaf Scholz, visitó Beijing, donde mostró poco interés en desacoplar la economía europea de la de China (aunque reconoce los peligros de una dependencia excesiva).

Los europeos también están alarmados por el proteccionismo implícito en dos leyes recientes de Estados Unidos (la de ‘chips y ciencia’ y la de ‘reducción de la inflación’)

A Europa le asusta la llegada de Trump

Muchos comentaristas se preguntan si el deslucido desempeño de los republicanos en la última elección marcará el final del control de Trump sobre el partido.

No solo perdieron muchos de sus candidatos favoritos, sino que además Ron DeSantis, gobernador de Florida y uno de los principales aspirantes a la candidatura presidencial republicana en 2024, obtuvo la reelección por amplia mayoría.

- Patrocinado -

DeSantis es popular, pero si desafía a Trump, puede terminar corriendo la misma suerte que Jeb Bush y los otros precandidatos rechazados en las primarias republicanas de 2016.

Los candidatos republicanos seguirán librando guerras culturales encarnizadas y adoptando posturas trumpianas contra el libre comercio, la inmigración, la intervención en el extranjero y Europa.

Y en vista del estado cada vez peor de la economía mundial, puede haber condiciones propicias para que a los republicanos les vaya mejor en la próxima elección.

Los datos sobre la unión europea

La organización que se convertiría en la UE se creó en el período de la posguerra de la Segunda Guerra Mundial.

Sus pasos iniciales consistieron en impulsar la cooperación económica ya que —según la versión oficial— «el comercio produce una interdependencia entre los países que reduce las posibilidades de conflicto».

Como resultado, la Comunidad Económica Europea (CEE/CE) fue creada en 1958 con el objetivo manifiesto de aumentar la cooperación económica entre sus seis países fundadores.

Entre los que está; Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y Países Bajos. Desde entonces, se han adherido veintidós países más (aunque en 2020 el Reino Unido salió de la UE) y se ha creado un mercado interior.

Las bondades de la Unión Europea

Uno de los rasgos diferenciadores de la Unión Europea frente a otras organizaciones internacionales es el alto grado de desarrollo de sus instituciones de gobierno.

- Patrocinado -

El gobierno de la Unión Europea siempre ha oscilado entre el modelo de conferencia intergubernamental, donde los estados conservan el conjunto de sus prerrogativas y el modelo supranacional donde una parte de la soberanía de los estados es delegada a la Unión.

En el primer caso, las decisiones comunitarias son de hecho tratadas entre estados y deben adoptarse por unanimidad. Este modelo, cercano al principio de las organizaciones intergubernamentales clásicas, es defendido por la corriente euroescéptica.

Según ellos, son los jefes de estado o de gobierno quienes tienen la legitimidad democrática para representar a los ciudadanos y son entonces las naciones quienes deben controlar las instituciones de la Unión.

El segundo caso es el de la corriente eurófila, que estima que las instituciones deben representar directamente a los ciudadanos mediante un modelo de federalismo y elecciones directas.

Para ellos, una Unión Europea federal resolvería muchos problemas relacionados con la soberanía, la legitimación democrática, la división de poderes comunitaria y el reparto de competencias.

Publicidad