La Encuesta General sobre Tendencias Sociales (GSS por su sigla en inglés), un sondeo que se viene haciendo en EE. UU. desde 1972 reveló que el 2021 pasó a la historia como el año menos sexual.
El sondeo, que se basa en las respuestas de adultos mayores de 18 años, el 26 por ciento de los estadounidenses no tuvo un solo encuentro sexual a lo largo de esos 12 meses.
A modo de comparación en el 2010, el número de personas que respondió lo mismo fue del 19 por ciento. Y entre los que sí los tuvieron las cifras son también bastante pobres.
El 2021, es el primer año en el que más del 50 por ciento de estadounidenses reportó un solo encuentro sexual al mes. En 1989, para poner otro ejemplo, esa cifra era del 35 por ciento.
Visto de otra forma: el año pasado, el 33 por ciento reportó haber tenido encuentros sexuales una o más veces por semana.
Posibles causas
Sin lugar a dudas, las políticas de confinamiento y distanciamiento social que se utilizaron durante la pandemia en algo explican la reducción en este tipo de contacto.
Eso por que el cierre de locales, como bares, restaurantes, hoteles o gimnasios, limitó las oportunidades de encuentros.
Así mismo, el temor a contagiarse pesó mucho a la hora de tomar la decisión de meterse debajo de las cobijas.
Otro aspecto que complica las cosas
Los mismos resultados del GSS al igual que otro sondeo del Pew Research Center basado en el censo indica que cada vez hay menos personas viviendo en pareja.
Según estos datos, alrededor del 62 por ciento de las personas en el país entre los 25 y los 54 años o están casadas o cohabitan (53 por ciento casados y 9 por ciento viviendo en pareja).
La explicación más natural es que eso está atado al incremento en el nivel educativo de las mujeres a lo largo de las últimas décadas y la independencia económica que eso les da frente a los hombres.
Hoy día, según los estudios, la cohabitación o el matrimonio dependen más de los ingresos y muchos lo evitan por puras razones económicas ya que resulta más caro tener una familia que vivir soltero.
Desde 1986 el GSS viene midiendo la cantidad de personas que dice estar en una relación estable, así no estén casados o cohabitando.
En los años ochenta, solo un 20 por ciento de la población declaraba no tener relación alguna. Pero a partir del 2010 esa cifra comenzó a crecer años tras años hasta llega al 30 por ciento que se marcó en 2021.
La importancia del sexo en la relación
Es importante recordar que el sexo debe ser un acto que cause placer, no estrés, inseguridad o preocupaciones.
En ocasiones, estamos tan nerviosos pensando en llegar al destino, que olvidamos de disfrutar el paisaje.
Una manera de generar placer en nuestros encuentros sexuales, es precisamente practicar la introspección, explorar la sexualidad y ser curiosos/as con nuestros deseos sexuales.
Claro, para ello será necesario sentirnos cómodas/os conociéndonos, física, sexual y placenteramente. A medida que nos sentimos de esa manera, podemos saber qué nos satisface y será más fácil expresar a nuestra pareja cuales son nuestros deseos.
Comunicarse entre sí será esencial si queremos experimentar algo nuevo en pareja. ¿Qué se requiere? Curiosidad, interés en escuchar al otro o la otra, comunicación honesta, abierta y sin miedo a ser juzgado/a.
Esto último no involucra que nuestros deseos no puedan hacer sentir vulnerable a nuestra pareja, por eso siempre será importante que cada nueva experiencia sexual sea totalmente consensuada por las partes involucradas.
No olvides que si no quieres mantener relaciones sexuales o no quieres experimentar lo que tu pareja propone, no estás obligada u obligado a hacerlo.
Beneficios del sexo
- Después de un orgasmo disminuyen los niveles de dopamina (hormona del placer), pero se incrementan los de prolactina, por lo que es normal experimentar una sensación de satisfacción a la vez que somnolencia, explica la sexóloga de Sex Place.
- Reduce el riesgo del cáncer. La eyaculación frecuente disminuye el riesgo de padecer esta neoplasia en más de un 40%.
- Tener sexo una o dos veces por semana incrementa los anticuerpos que protegen de las enfermedades respiratorias.