Si hay algo innegable para el tiempo en el que vivimos, es que ‘el futuro es ahora’. Y es que muchos de los ‘inventos’ que antes sólo estaban en nuestra imaginación hoy son una realidad, por ejemplo, los autos voladores.
Sin embargo, en esa amplia lista hay un objeto del que si bien se había hablado hace algunos años no obtuvo la suficiente fuerza par salir al mercado. Estamos hablando de las increíbles gafas de realidad virtual desarrolladas por Google.
Lo realmente increíble de esta nueva creación tecnológica es que podría acabar con una de las barreras más grandes que tenemos en el mundo: el lenguaje. Pues las mismas prometen traducir en directo lo que escucha, sin importar el idioma.
Y no sólo eso, sino que podría detectar el lenguaje de señas estadounidense y proyectar una traducción frente a los ojos de un usuario, como subtítulos en tiempo real.
Esto no solo podría aplicarse a las personas que deseen hablar con alguien de otro país, sino que también podría resultar una herramienta valiosa para los usuarios sordos o con problemas de audición en los casos en que no usen o no puedan usar audífonos.
Presentación en el Google I/O
Este nuevo producto fue presentado en el marco de la conferencia para desarrolladores Google I/O, cuando el CEO de la compañía, Sundar Pichai, dio a conocer algunas de las características de este producto, sin especificar su fecha de lanzamiento.
“Las capacidades AR ya están presentes en los teléfonos y esta magia tendrá sentido cuando se pueda usar en el mundo real sin que la tecnología se interponga en el camino”, ha comentado.
A continuación, Pichai explicó que para Google “es importante centrarse en las necesidades del mundo real” y ha centrado sus esfuerzos en una tecnología destinada al lenguaje. En concreto, a la transcripción y la traducción.
“Los idiomas son fundamentales para conectar con los demás, tanto para entender a una persona que habla otro idioma como intentar seguir una conversación si se tienen problemas de audición”. Completó el directivo antes de ofrecer una demostración del producto.
Los lentes prototipo (afortunadamente, Google no los llamó “Google Glass 3”) utiliza los avances de Google en traducción y transcripción para entregar palabras traducidas “en su línea de visión”, explicó Pichai.
En el video de presentación, una joven explicó cómo su madre habla mandarín y ella habla inglés. Su madre la entiende, pero no puede responderle en inglés.
La joven se pone las gafas negras con montura de carey e inmediatamente ve lo que dice el investigador, transcrito en letras amarillas en inglés en una pantalla.
El prototipo permite a los usuarios mirar directamente al altavoz, de modo que las palabras se superponen encima de ellos. En un segmento, se vio una imagen de punto de vista de la traducción en el trabajo. Nuevamente, esta es la ilustración de Google de la vista prototipo. No sabremos cómo funcionan realmente hasta que el prototipo salga del laboratorio.
El empeño de Google con las gafas de AR
Para el 2013, Google ya había presentado las Google Glass que fueron todo un boom en el momento de su salida ya que todo el mundo entre esos años quería probarlas, sentir esa tecnología futurista. Y algunos de hecho pagaron en 2014 más de mil dólares por ellas.
Sin embargo, las críticas hacia el producto no fueron las mejores, especialmente tras la división de opiniones y las reacciones en contra (en muchos sitios de Estados Unidos las prohibían por atentar a la privacidad de las personas). Como consecuencia, el gigante tecnológico decidió no organizar un lanzamiento comercial completo para ellas.
Aún así, en 2017, más de dos años y medio después, Google sorprendió con un update de esos que hizo que muchos early adopters las desempolvasen de sus cajones. Y en 2019 vimos un rediseño de las originales para acercar una nueva visión. Pero ahí quedó la cosa, hasta este momento.
Lo que queda claro es que pesar de no tener tantos detalles al respecto, como el valor o fecha de lanzamiento, ver anteojos de realidad aumentada de aspecto normal que podrían resolver un problema muy real como traducir el lenguaje de señas para alguien que no lo sabe o mostrar palabras a las personas con discapacidad auditiva, se ha convertido en algo realmente emocionante.