La Caldera de Yellowstone o también llamada “Supervolcán de Yellowstone” es una caldera volcánica en el Parque Nacional de Yellowstone en Estados Unidos. Este tiene una elevación de 2.805 metros y se estima que su última erupción fue hace 70.000 años, la cual, expulsó aproximadamente 1.000 kilómetros cúbicos de roca, ceniza volcánica y polvo. ¿Qué pasaría si este supervolcán explotara? En Q’PASA te contamos.
Tal es la amenaza del supervolcán que desde 1923 los geólogos han estado vigilando el ascenso y caída de la meseta. Aunque desde el 2010 los científicos del Servicio Geológico de Estados Unidos, el Servicio Nacional de Parques, la Universidad de Utah y el Observatorio Vulcanológico de Yellowstone, comunicaron que “no veían ninguna evidencia de que otra erupción cataclísmica se produjera en Yellowstone en un futuro previsible”, ¿qué pasaría si la Caldera de Yellowstone explotara?
Hace poco el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) reveló “exactamente” lo que sucedería si el volcán volviera a entrar en erupción.
¿Qué pasaría si el supervolcán de Yellowstone explotara?
Se determina que esto significaría una “calamidad en gran parte de los Estados Unidos”, dado que la ceniza se esparciría por miles de millas en todo el país, destruyendo así cultivos, edificios e infraestructuras clave. Respecto a Canadá y el resto del planeta, esto podría desencadenar grandes cantidades de ceniza y una alteración climática masiva; pero vamos paso a paso.
¿Qué pasaría en Estados Unidos?
Se ha calculado que la erupción (que emitiría cenizas que se expandirían a más de 500 millas), podría afectar a las regiones cercanas tanto a corto como a largo plazo, generando consecuencias durante, incluso, décadas.
El USGS dijo que: “Partes de los estados circundantes de Montana, Idaho y Wyoming, que están más cerca de Yellowstone, se verían afectados por flujos piroclásticos, mientras que otros lugares de los EE.UU. se verían afectados por la caída de cenizas”.
Aunque la explosión no amenazaría con destruir la vida humana, sí podría acabar con la mitad occidental de Estados Unidos. Incluso, una supererupción que mida una magnitud de 8 o más en el Índice de Explosividad Volcánica (IEV), donde se expulsara al menos 1.000 kilómetros cúbicos de material, podría enterrar al estado de Texas a cinco pies de profundidad.
Las ciudades y pueblos de acuerdo a su ubicación geográfica que podrían sufrir graves daños serían: Bozeman, Butte, Billings y West Yellowstone (Montana); Idaho Falls y Pocatello (Idaho); y Jackson, Dubois, Cody, Powell, Lander, Thermopolis y Worland (Wyoming).
¿Qué pasaría en Canadá?
Precisamente las provincias canadienses que se verían “directamente” afectadas por su proximidad al supervolcán serían el sur de Alberta, el sur de Saskatchewan y el sur de Manitoba. Allí la ceniza podría cubrir el paisaje hasta un metro de profundidad.
Lo que provocaría la erupción del supervolcán de Yellowstone en estas áreas de Canadá sería: cortocircuito en la red eléctrica, cierre del transporte, colapsos de edificios y fallas agrícolas masivas.
Aunque las ciudades que se verían mayormente afectadas, según su ubicación geográfica, serían Lethbridge, Medicine Hat, Calgary, Red Deer y, tal vez, Edmonton (Alberta); Estevan, Weyburn, Moose Jaw, Swift Current y Regina (Saskatchewan); y Brandon, Portage la Prairie y Winnipeg (Manitoba); Toronto (Ontario), vería en sus calles entre 1 a 10 milímetros de ceniza y, al igual, los residentes de la metrópoli podrían tener problemas respiratorios.
¿Qué pasaría en el mundo?
Como ya te contamos, no solo Estados Unidos y Canadá se verían fuertemente afectados, sino también el planeta. Al hacer erupción el supervolcán, este arrojaría una gran cantidad de gases, incluido dióxido de azufre (SO2), el cual podría provocar lluvia ácida y enfriamiento global.
Acorde con el USGS, si la erupción es lo suficientemente grande, al dióxido de azufre al mezclarse con agua, formarían ácido sulfúrico, el cual se condensaría para formar aerosoles de sulfatos finos. Al igual, explicaron que estos “aerosoles reflejan el calor del sol de regreso al espacio, lo que puede causar un enfriamiento de hasta varios grados en todo el mundo”.
Además, la contaminación del aire con dióxido de azufre podría causar inflamación de las vías respiratorias, dificultades para respirar e irritación ocular.