La historia de la familia real inglesa desde siempre ha sido de interés público; sin embargo, luego de un período de relativa ‘calma’ en los últimos años han vuelto a los titulares de la prensa, desde la muerte de la reina Isabel, las declaraciones y publicaciones del príncipe Harry, la supuesta infidelidad de William, hasta la reciente coronación del rey Carlos.
Justamente este último hecho que también incluyó la coronación de Camila como reina, revivió en muchas personas alrededor del mundo el desprecio por estas personas y los inicios de su relación, así como la pregunta que ronda en la mente de un gran número de seguidores de la corona: ¿Quién realmente mató a la amada y considerada princesa Diana?
Responder a este cuestionamiento no es tan sencillo, porque ciertamente son varias las hipótesis alrededor de esta fatídica pérdida. Y es que, si damos crédito a los informes más recientes, aún existen zonas grises en torno al drama que conmocionó al mundo el 31 de agosto de 1997, cuando el automóvil en el que viajaba con su novio, Dodi Al-Fayed, se estrelló en París.
Incluso, sus propios hijos, tal y como lo ha narrado el príncipe Harry dudaban de la muerte de Lady D. creyendo que había fingido su deceso y que consecuentemente, con el tiempo aparecería.
Dudas
A través de los años, uno de los rumores más extendidos, en su mayoría alimentado por el enojado multimillonario Mohamed Al-Fayed, quien creía fervientemente que los servicios secretos británicos habían tramado un complot para evitar que Diana se casara con su hijo, Dodi, quien también murió en el accidente.
Los resultados de la investigación en París y Londres que concluyeron que el accidente se debió al exceso de velocidad del conductor ebrio Henri Paul, quien también murió en el choque de la limusina Mercedes S-280.
Pero, para muchas personas hay temas pendientes y testigos que aportan nueva luz a la tragedia y ayudan a aclarar dudas persistentes sobre lo sucedido.
El Fiat blanco
Uno de ellos se relaciona con un Fiat Uno blanco que los testigos notaron debajo del túnel en el momento del accidente, pero que nunca fue identificado oficialmente.
Los escombros de ese automóvil y los rastros de pintura blanca encontrados en el Mercedes llevaron a los investigadores a buscar al dueño de una lista de más de 5,000 Fiat Uno blancos en Ile-de-France, el departamento (condado) que incluye París.
Destaparon a un francés de origen vietnamita, un guardia, que había repintado de mala calidad el vehículo de color rojo.
Según se supo, el Mercedes llegó a la entrada del túnel de Alma a unos 150 kilómetros por hora cuando el conductor divisó el Fiat blanco, que circulaba lento. Pisó los frenos, girando el auto hacia un lado, perdiendo un espejo retrovisor, antes de intentar enderezar el auto, pero había perdido el control.
Asustado y al darse cuenta de que estaba en el lugar equivocado, rodeado de fotógrafos paparazzi que perseguían al Mercedes, el conductor del Fiat blanco decidió huir con la esperanza de ser olvidado.
Su testimonio ayudó a los investigadores internacionales a eliminar los rumores más extravagantes, incluido el de un complot de asesinato, y a concluir que el accidente había sido un caso de homicidio ilegítimo.
“Un peligro rodante”
La acusación de que el automóvil fue un desastre rodante sobre ruedas llamó mucho la atención. La limusina, afirma, era una trampa mortal que había sido cancelada debido a un importante accidente anterior. Había sido reconstruido y puesto de nuevo en el camino para transportar invitados famosos por la ciudad desde el Hotel Ritz, propiedad de la familia Al-Fayed y donde Dodi y Diana cenaron esa noche fatal.
El vehículo fue elegido en el último momento a toda prisa y sin ningún control de seguridad por parte del conductor, Henri Paul, cuando Dodi pidió que lo llevaran de inmediato con Diana a su apartamento parisino.
del coche: había sido comprado nuevo y robado dos años antes de la muerte de la princesa por un prisionero fugitivo que lo llevó a dar un paseo por el campo cerca de París. Fue encontrado destruido en un campo cerca del aeropuerto de Roissy después de varias vueltas, posteriormente clasificado como pérdida total y el propietario reembolsado en su totalidad por la aseguradora.
La empresa Etoile Limousine, que alquila coches con conductor y trabaja principalmente para el Ritz, compró el coche reconstruido a un concesionario Mercedes. Pronto quedó claro que tenía problemas de estabilidad. Un exconductor se quejó de que era impredecible si se conducía a más de 60 kilómetros por hora.
El automóvil fue enviado repetidamente a Mercedes para su reparación, pero los problemas persistieron. Varias semanas antes del accidente, lo robaron por segunda vez, lo encontraron de nuevo y lo guardaron en un garaje para repararlo más.
Eric Bousquet, un ejecutivo de publicidad que fue el propietario original del Mercedes, confirmó a los periodistas que había estado involucrado en accidentes y había sido robado.
Negligencia del conductor
Paul, el conductor, no estaba capacitado para conducir una limusina, lo que requiere un permiso especial. Además, estaba borracho y con antidepresivos cuando, tratando de escapar de los fotógrafos paparazzi que lo seguían de cerca, perdió el control del automóvil mientras aceleraba por el túnel junto al río Sena y chocó contra la pared del paso subterráneo.
Así que ciertamente lo que queda claro es que Diana no estaba segura en ese auto.