Una evacuación de última hora se registró en un hospital en Toulon, Francia, provocada por una alerta bomba.
Lo anterior, después de que los médicos se dieran cuenta de que un anciano tenía un proyectil de artillería de la Primera Guerra Mundial alojado en su ano.
Un miembro del personal del hospital le dijo al sitio de noticias francés VAR-Matin que el objeto explosivo era una especie de novedad.
“Estamos acostumbrados a encontrar objetos inusuales insertados donde no deberían estar. ¿Pero una bomba? ¡Nunca!”, dice el medio local.
Una vez que los gerentes del hospital Sainte-Musse se dieron cuenta de lo que estaban enfrentando, organizaron una evacuación parcial.
De acuerdo con la administración del hospital el hecho se presento entre las 9 y 11:30 de la noche del pasado sábado.
Este evento requirió la intervención de personal que desactivara la bomba, así “como el desvío de las emergencias entrantes”.
El centro de salud estuvo fuera de servicio durante el proceso del retiro del explosivo.
Lo que dijeron las autoridades
Los expertos en desactivación de bombas, que habían sido trasladados a la escena, determinaron que había pocas posibilidades de una explosión.
“Nos tranquilizaron diciéndonos que era una pieza de colección de la Primera Guerra Mundial, usada por el ejército francés”, dijo la gerencia del hospital.
El objeto no se pudo recuperar de manera segura “por la forma en que entró”, los cirujanos tuvieron que cortar el abdomen del hombre para extraerlo.
A través de un comunicado del hospital confirmó que el paciente de 88 años gozaba de “buena salud” luego de que finalmente se retirara el objeto”.
Explicaron que era un proyectil de unos “cinco o seis centímetros de diámetro por veinte de largo”.
El personal asegura que se encuentran con frecuencia con pacientes, en su mayoría hombres, que tienen objetos inexplicables alojados en las vías respiratorias.
En mayo pasado, un hombre turco se presentó en la sala de emergencias con un vaso clavado en el trasero.
Cuenta el hospital que aparentemente había sido utilizado para tratar de curar un desagradable caso de hemorroides.
Algunas armas que se crearon en la Primera Guerra Mundial
Durante la Primera Guerra Mundial se produjeron combates aéreos. Hasta 1916, los pilotos tenían que arrojar las bombas manualmente contra sus objetivos. Y a veces tiraban incluso piedras y ladrillos contra las tropas enemigas.
En poco tiempo se diseñaron y crearon armas desconocidas hasta entonces y se perfeccionaron las empleadas en conflictos precedentes.
Junto a éstas pervivió la tradición, evidenciada en el manejo de medios de transporte antiguos (caballerías) o el empleo de armas blancas como la bayoneta, útil en la lucha cuerpo a cuerpo en las trincheras.
Tras una primera fase de movimientos el conflicto evolucionó hacia la estabilización de los frentes dispuestos a lo largo de fosas excavadas en la tierra y túneles blindados de hormigón.
Es la denominada “guerra de trincheras” que dejó inmovilizados a millones de combatientes enfrascados durante meses en una lucha de desgaste que aunaba un alto índice de bajas y una profunda desmoralización.
Las armas químicas
Prohibidas expresamente en la Conferencia de la Haya de 1899, los alemanes fueron pioneros en su uso.
Sin embargo, tras ser empleadas inicialmente, su importancia bélica se redujo significativamente, pues el desarrollo de máscaras protectoras, minimizó en gran medida el efecto tóxico de los gases.
Por otra parte, la utilización de estas armas no estuvo exenta de riesgos para los propios ejércitos atacantes, dados los impredecibles cambios en la dirección del viento.
La ametralladora
Empleada en conflictos anteriores (Guerra de Secesión americana) se perfeccionó con la introducción del modelo Maxim.
Más tarde se fabricó el modelo Browning, el más utilizado. Fue un arma que destacó por su gran efectividad en la lucha defensiva de trincheras, al ser capaz de frenar y destruir con facilidad grandes formaciones de atacantes.
La artillería
Su calibre y precisión fueron incrementándose a lo largo del conflicto hasta llegarse a fabricar en ciertos casos máquinas gigantescas.
Se utilizó como apoyo a la infantería y frecuentemente se agrupó en grandes concentraciones con el fin de romper las líneas de trincheras. Como novedad destacó el cañón antiaéreo.
Para la lucha cercana se crearon toda una serie de armas ligeras como el lanzagranadas, el mortero o el lanzallamas.
