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Así es el plan de la NASA para encender la Luna con un reactor nuclear y hacerla habitable

La NASA planea instalar un reactor nuclear en la Luna antes de 2030 para garantizar energía continua y hacer posible una base habitable.

La NASA y el Departamento de Energía de Estados Unidos trabajan en un ambicioso proyecto para instalar un reactor nuclear en la Luna. Este sistema de fisión de superficie busca garantizar energía continua para hábitats, laboratorios y misiones de larga duración, incluso durante la noche lunar, que dura unos 14 días terrestres y deja inútiles a los paneles solares.

Por qué un reactor y no solo paneles solares

La noche lunar de dos semanas provoca temperaturas extremas y largos periodos sin energía solar. Con solo paneles, las baterías necesarias serían gigantescas. En cambio, un reactor nuclear en la Luna puede entregar electricidad estable las 24 horas, permitiendo soporte vital, comunicaciones y minería de hielo sin interrupciones. También reduce la dependencia de reabastecimientos desde la Tierra.

Qué está construyendo la NASA

La iniciativa Fission Surface Power (FSP) busca un reactor compacto, modular y transportable. El plan inicial es desplegar una unidad de 40 kW con vida útil mínima de diez años. La meta es que este reactor nuclear en la Luna esté operativo hacia finales de la década, abriendo el camino a versiones más potentes de hasta 100 kW.

Cómo se integraría a una base

El reactor se colocará a una distancia segura del hábitat, con blindaje direccional y cables enterrados que lleven la energía. Una microred conectará varias unidades para asegurar redundancia y fiabilidad.

El antecedente Kilopower

La NASA probó en 2018 el reactor experimental Kilopower, que utilizó uranio-235 y convertidores Stirling para producir electricidad de forma segura. Esa tecnología sirve de base para el diseño actual del sistema nuclear lunar.

Cómo funcionará el reactor lunar

El núcleo del reactor nuclear en la Luna producirá calor mediante fisión controlada. Ese calor se transferirá a convertidores que generarán electricidad. El sistema prioriza la seguridad pasiva, con menos piezas móviles y mecanismos automáticos para disipar calor. El blindaje direccional protegerá a la tripulación y a los equipos sensibles.

Gestión térmica y radiadores

En el vacío lunar, disipar calor es un reto. Por eso, el sistema incluirá radiadores de gran superficie y protección contra el polvo lunar, que es abrasivo y puede reducir la eficiencia si no se controla.

Dónde se instalaría y por qué

Las regiones polares, cerca de cráteres con hielo, son las más atractivas. Allí las temperaturas son menos extremas y hay acceso a recursos hídricos, pero la luz solar no es constante, lo que refuerza la necesidad de un reactor nuclear para asegurar energía continua.

Seguridad y riesgos controlados

El reactor viajará apagado y blindado, y solo se encenderá cuando esté desplegado. Usará combustible cerámico de alta integridad y diseños de baja presión. La NASA y el DOE cumplirán con todas las revisiones ambientales y de seguridad nuclear antes del lanzamiento.

Riesgos técnicos y mitigaciones

Entre los riesgos está el polvo lunar, las vibraciones del alunizaje y la necesidad de operación autónoma. Todos están contemplados en el diseño, con medidas como plataformas elevadas, amortiguadores y modos de control degradados.

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Cronograma realista

El programa está en fase de diseño detallado. La demostración del reactor nuclear en la Luna se prevé para finales de esta década. Si es exitosa, podría alimentar las primeras bases habitadas en los primeros años de los 30.

Implicaciones legales y geopolíticas

Instalar un reactor nuclear en la Luna plantea retos legales y estratégicos. Estados Unidos compite con China y Rusia por ser el primero en lograrlo, lo que definirá capacidades y acuerdos de operación en el espacio.

Qué cambiará para la habitabilidad lunar

Con un reactor nuclear en la Luna, la energía dejará de ser una limitación. Se podrán mantener hábitats climatizados, reciclar agua y aire, producir combustible y sostener operaciones continuas. Este avance será la base para una presencia humana permanente.

Lo que viene

En los próximos años se probarán componentes clave, se definirá el sitio de alunizaje y se integrará el reactor con módulos habitables. Si el plan avanza, la Luna podría tener su primera planta nuclear operativa antes de 2030.


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