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La prisión mexicana que será destino turístico

El destino podría estar abierto en tan solo tres meses, siempre que los huracanes estacionales, uno de los factores que cerraron la prisión, no interrumpan el desarrollo.

Un archipiélago frente a la costa del Pacífico de México que había albergado una colonia de reclusos en una isla está finalizando los preparativos para recibir turistas.

El gobierno de México planea hacer las cosas más fáciles, poniendo a la armada del país a cargo de las giras en la última nueva función asignada a las fuerzas armadas de México bajo el presidente Andrés Manuel López Obrador.

El archipiélago de las Islas Marías está a cuatro horas de viaje en bote desde la costa del Pacífico del país.

Es impresionante: las cuatro islas están llenas de vida silvestre rara como el mapache de Tres Marías, y ahora tiene  el estatus de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Pero también fue una colonia penal durante más de un siglo, hasta que finalmente se cerró en 2019.

Es el mercado turístico ecológico que el gobierno mexicano está tratando de aprovechar, con la prisión en sí misma siendo rediseñada como museo y centro cultural.

La institución penitenciaria era conocida por su trato escandaloso a los reclusos mientras estaba abierta.

En declaraciones a Bloomberg la semana pasada, la ex reclusa Beatriz Maldonado contó cómo 500 reclusos compartían solo cinco baños.

“No nos prestaron atención cuando alguien se enfermó”, dijo. ‘La vesícula biliar de mi amigo se rompió.’ Otros se ahogaron mientras intentaban escapar.

AMLO

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador dijo: ‘Lo que era un infierno se está convirtiendo en un paraíso’.

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Los huéspedes podrán aprender sobre la historia de las islas, incluso alojándose en los antiguos edificios de la prisión, que tienen el doble propósito de evitar nuevas construcciones en  terrenos de importancia ambiental.

El destino podría estar abierto en tan solo tres meses, siempre que los huracanes estacionales, uno de los factores que cerraron la prisión, no interrumpan el desarrollo.

La prisión se cerró en 2019 debido a los altos costos operativos, unos 150 dólares diarios por preso, mucho más altos que en el continente.

La reforma penitenciaria también había reducido significativamente su población carcelaria.

Prisiones que ahora son sitios turísticos

Alcatraz (San Francisco, Estados Unidos)

La isla de Alcatraz, llamada ‘La Roca’, funcionó como prisión federal de máxima seguridad frente a la costa de San Francisco (Estados Unidos) entre 1934 y 1963, dando hospedaje forzoso a criminales como Al Capone.

Es una de las más famosas entre las 25 antiguas cárceles que visitamos a continuación, convertidas en la actualidad en atracciones turísticas, museos de la memoria u hoteles ’boutique’.

Clink78 (Londres)

El Clink78 (www.clinkhostels.com) es un albergue juvenil ubicado a solo 10 minutos andando de la estación londinense de King’s Cross que ha actualizado con neones, grafitis, diseños atrevidos y mucho color un antiguo palacio de justicia victoriano.

Las antiguas salas de audiencia son ahora salas de ordenadores (en la foto) y un salón para ver cine y televisión.

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Su ClashBAR, en el sótano, que ofrece sesiones de DJ y música en directo de artistas emergentes que tocan a cambio de alojamiento, debe su nombre a la banda de punk The Clash, juzgados en este edificio en 1978 por disparar a unas costosas palomas mensajeras.

Robben Island (Suráfrica)

Nelson Mandela llegó a la prisión de Robben Island, a 12 kilómetros de la costa de Ciudad del Cabo (Suráfrica), en invierno de 1964 y durante los 18 años siguientes malvivió en un cubículo de 2 por 2,30 metros.

Su celda, la número 5, se puede visitar dentro de un ‘tour’ guiado después de que este penal de máxima seguridad fuera clausurado y reconvertido en museo (declarado patrimonio mundial en 1999).

Los visitantes llegan en ferri desde Ciudad del Cabo y recorren la isla junto a un antiguo prisionero político del ‘Apartheid’.

Por una vez, Robben Island, que antes de cárcel fue lugar de internamiento de leprosos y enfermos mentales, sirve para recordar y no para olvidar.

Eastern State Penitentiary (Filadelfia)

Fue abierta en Filadelfia en 1829 con el noble objetivo de reinsertar a los presos, pero lo cierto es que la Eastern State Penitentiary (www.easternstate.org) se ganó hasta su cierre en 1971 una reputación más bien tenebrosa, por su masificación y sus métodos expeditivos.

El edificio se distribuye como la rueda de un carro, con cinco radios partiendo de su centro y celdas individuales para evitar que los reclusos estuvieran en contacto.

Aquí recaló el ladrón de bancos Willie Sutton y (de nuevo) Al Capone, que mantuvo una lujosa celda (en la foto) pese al hacinamiento del resto de presos.

En 1994 abrió al público, con ‘tours’ guiados por las ruinas de la que un día fuera la penitenciaría más famosa y cara del mundo.

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