Recibir una mirada de reojo de tu perro puede hacerte parecer como si te estuviera juzgando, y un nuevo estudio sugiere que realmente podría ser así.
Una investigación de la Universidad de Kioto, Japón, descubrió que los perros juzgan subrepticiamente cuando los humanos cometemos errores, pero mayormente lo hacen las hembras.
Los investigadores realizaron un experimento en el que se les mostró a unos perros una persona “competente” que podía abrir un recipiente y una persona “incompetente” que no podía.
Luego se les dio a las dos personas recipientes con comida para que intentaran abrirlos, y los investigadores descubrieron que las perras miraban durante mucho más tiempo a la persona competente y se acercaban.
Por el contrario, los perros machos no tenían preferencia por ninguno d elos dos, ya que solo se interesaban por alimentarse.
La autora principal del estudio, Hitomi Chijiiwa, dijo que: “Nuestros hallazgos muestran que los perros, especialmente las hembras, son capaces de identificar la competencia humana, lo que puede influir en su comportamiento, particularmente si hay comida involucrada”.
Los estudios futuros deberían investigar las posibles diferencias sexuales entre los perros en la forma en que evalúan a los humanos.
Otras especias también lo hacen
Los juicios se conocen como “evaluaciones sociales” en psicología, y estudios han descubierto que otras especies, como los monos capuchinos, también lo hacen.
Los perros se han adaptado a vivir en sociedad humana a través del proceso evolutivo de domesticación y han aprendido a leer el comportamiento y comunicarse con las personas
Los estudios han demostrado que tienen preferencia por personas más amigables o generosas con la comida, sin embargo, no se ha relacionado con la competencia.
Para el estudio, publicado en la revista Elsevier Behavioural Processes, los investigadores querían ver si los perros tienen la capacidad de evaluar socialmente a los humanos en función de sus habilidades.
“Podría ser ventajoso para los animales sociales evaluar a otros basándose no sólo en rasgos sociales como la cooperación, sino también en rasgos no sociales como la habilidad o la competencia, por ejemplo, en contextos de aprendizaje observacional”, escribieron los autores.
El tamaño de la muestra del estudio
Para el experimento, 30 perros fueron sentados frente a dos actores, cada uno de los cuales tenía un recipiente con tapa.
Un actor “competente” intentaría abrir su contenedor y lo lograría en aproximadamente dos segundos.
Luego, el segundo actor “incompetente” intentaría abrir el suyo, pero no podría hacerlo después de unos cinco segundos.
Posteriormente repiten estas acciones con dos contenedores diferentes, antes de que les entregaran dos nuevos que contenían un trozo de comida para perros o estaban vacíos.
Luego, los actores intentarían abrir uno de los nuevos contenedores durante 30 segundos mientras el perro observaba, y luego se les permitía acercarse.
Las interacciones del perro fueron filmadas y posteriormente analizadas.
Las perras tendrían mayor habilidad
Cuando colocaron a una persona competente que abriera un contenedor cebado, las hembras las miraron durante mucho más tiempo que los machos y tenían más probabilidades de acercarse a ellas.
Esto sugiere que las perras pueden reconocer diferentes niveles de competencia en los humanos hasta el punto de que esto influye en su comportamiento.
Ya se han observado diferencias sexuales en los caninos, como por ejemplo que las hembras interactúan más con los humanos que los machos.
Los investigadores dicen que sus hallazgos sugieren que se debería realizar más investigación sobre las diferencias sexuales en las capacidades de evaluación social de los perros.
Los investigadores concluyeron que: “Los hallazgos actuales sugieren que al menos las perras pueden evaluar a las personas en función de su competencia en una tarea motora, una habilidad que probablemente sea ventajosa no solo en contextos de aprendizaje social sino también al elegir parejas en situaciones que requieren cooperación”.
Una cuestión para futuras investigaciones es si las evaluaciones de competencia se pueden generalizar a otras tareas motoras o se extienden a rasgos como la confiabilidad o el conocimiento.
El apego de los perros con los humanos
La relación especial que los perros han desarrollado con los humanos ha sido estudiada no sólo desde la perspectiva de las ciencias sociales, sino también desde las perspectivas de la psicología y la medicina humana.
Recientemente, en la ciencia cognitiva, se ha sugerido que los perros pueden haber adquirido la capacidad cognitiva superior para comunicarse con los humanos en particular utilizando señales visuales similares a las humanas.
El apego requiere la distinción de una figura específica utilizando señales sociales específicas de la especie y respuestas específicas a la figura, provocadas por funciones homeostáticas neuroendocrinológicas, así como aspectos conductuales.
Se ha demostrado que los perros pueden distinguir una figura humana particular (por ejemplo, el dueño) y exhibir reacciones autónomas específicas.
Además, cuando los perros miran fijamente a sus dueños, los niveles de oxitocina urinaria de estos últimos aumentan después de la interacción.
Esta comprensión del aspecto biológico del apego interespecie sugiere los posibles elementos que forman la base de la empatía entre especies y el desarrollo de habilidades cognitivas evolutivas que pueden depender no sólo de su dendrograma genético.