Publicidad

África se está partiendo en dos y podría formar un nuevo océano

Una grieta de miles de kilómetros avanza por el este de África y podría dividir el continente en dos, según geólogos y estudios tectónicos recientes.

En el corazón del continente africano se está gestando un proceso geológico monumental. África se está partiendo en dos, y la causa es una grieta colosal que recorre más de 6.000 kilómetros desde Etiopía hasta Mozambique. Este fenómeno, conocido como el Rift de África Oriental, ha sido objeto de estudio durante décadas, pero nuevos datos indican que su actividad podría conducir a la formación de un nuevo océano.

Los geólogos explican que este proceso ocurre debido a la separación de las placas tectónicas africanas, en concreto, la placa somalí y la placa nubia. A medida que estas placas se alejan lentamente, la corteza terrestre se estira, agrieta y hunde, abriendo paso a una transformación que podría cambiar la geografía del planeta. Esta es una prueba más de que África se está partiendo en dos.

Grieta en África: una ruptura lenta pero constante

La grieta en África avanza a una velocidad de entre 6 y 7 milímetros por año. Aunque este ritmo pueda parecer insignificante, en escalas geológicas es suficiente para transformar continentes. Según estudios publicados por el Servicio Geológico de Estados Unidos, se espera que en unos 5 a 10 millones de años, esta ruptura permita que las aguas del Mar Rojo y el Océano Índico inunden el valle, formando un nuevo cuerpo oceánico.

Este proceso es similar al que ocurrió hace millones de años entre América del Sur y África, cuando ambas masas terrestres se separaron dando origen al Océano Atlántico. En el caso actual, la ruptura del continente africano separaría al Cuerno de África del resto del continente, creando una isla continental.

Rift de África Oriental y su impacto en el entorno

La actividad tectónica en la región del Rift de África Oriental no solo es responsable de la separación continental, sino también de fenómenos como terremotos y erupciones volcánicas. El área es una de las más activas del mundo, con volcanes como el Erta Ale en Etiopía y el Nyiragongo en la República Democrática del Congo.

La expansión de la grieta también ha producido hundimientos del terreno, fracturas visibles y desplazamientos de aldeas completas en países como Kenia. En 2018, una grieta en África de varios kilómetros apareció súbitamente en una carretera en el suroeste de Nairobi, captando la atención global.

África se está partiendo en dos: formación de un nuevo océano

El avance del rift no solo transformará la geografía del continente, sino que también tendrá implicaciones para la biodiversidad, la navegación y los ecosistemas costeros del futuro. La formación de un nuevo océano cambiará el clima local, influirá en las rutas de migración de especies marinas y afectará la vida humana a largo plazo.

Aunque esta evolución tomará millones de años, las señales ya son visibles. La región de Afar, en Etiopía, donde confluyen tres placas tectónicas, es uno de los puntos más estudiados por los científicos. Allí se puede observar cómo el suelo se está abriendo y hundiendo con el paso del tiempo. Esta transformación es una muestra tangible de que África se está partiendo en dos.

Ruptura del continente africano bajo vigilancia internacional

La comunidad científica monitorea este proceso con tecnologías avanzadas como satélites de radar, sistemas GPS de alta precisión y modelos de simulación geodinámica. Instituciones como la NASA, el Servicio Geológico Británico y universidades africanas trabajan en conjunto para comprender la magnitud y velocidad del cambio.

La ruptura del continente africano es uno de los ejemplos más evidentes de cómo el planeta está vivo y en constante transformación. Si bien los efectos no serán inmediatos para las generaciones actuales, sus consecuencias serán trascendentales para la historia geológica de la Tierra.

- Patrocinado -

Un fenómeno que redefine la historia natural del planeta

Que África se está partiendo en dos no es una teoría, sino una realidad documentada por la geología moderna. Esta separación tectónica, que comenzó hace más de 30 millones de años, avanza con una constancia implacable. Su culminación en un nuevo océano recordará al mundo que los continentes no son inmutables.

A medida que avanza la formación de un nuevo océano, África se encamina a convertirse en el escenario de uno de los eventos naturales más impresionantes del planeta.

Publicidad