Elon Musk podría convertirá en el hombre más poderoso del planeta luego del triunfo de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos.
El hombre más rico del mundo ha emergió como una influencia única en la campaña electoral y se ha convertido en el mayor animador de Trump, ahora enemigo suyo.
Musk, a quien se le ha denominado el “vicepresidente en la sombra” de Trump, hizo todo lo posible para apoyar y hacer campaña a favor del magnate norteamericano.
No sólo se convirtió en un gran donante del candidato republicano, invirtiendo millones de dólares en la campaña sino también en un estratega de redes sociales y un experto en relaciones públicas que estuvo trabajando para promover la agenda ‘MAGA de Trump’.
Pero este improbable romance podría ser un trampolín para que Musk, de 53 años, se convierta en la persona más poderosa del planeta, según algunos analistas.
Para entender
El Dr. Alan Mendoza, experto político y director ejecutivo del importante grupo de expertos británico Henry Jackson Society, dijo que Musk busca volverse poderoso tanto en los negocios como en la política.
“Claramente hay un factor de poder involucrado aquí”.
Según Mendoza: “Si tienes el control de importantes comunicaciones y medios de comunicación y además tienes un presidente amigo que está dispuesto a darte un empujón en lo que sea que estés haciendo, eso te da un tremendo poder”.
Esa sería la apuesta que hizo Elon Musk. “y es una apuesta que ganó”.
Para Musk, propietario de varias empresas influyentes, incluidas X y SpaceX, una victoria de Trump se supone mayor control y poder sobre estas instituciones.
Lo que Trump le dará a Musk
Trump le dará la oportunidad a Musk de dirigir el programa de eficiencia del gobierno estadounidense.
Un cargo que potencialmente podría permitir al jefe de Tesla enfrentarse a los reguladores con los que a menudo entra en conflicto y crear condiciones que lo favorezcan a él y a sus negocios.
De darse este nombramiento a Musk, este podría ordenar a un grupo de trabajo que realice una “auditoría financiera y de desempeño completa de todo el gobierno federal” y ofrecería “recomendaciones para reformas drásticas”.
Pero más allá de un trabajo en la administración, la llegada de Trump a la Casa Blanca también es una oportunidad para que Musk pueda tener influencia en la geopolítica.
El control actual de Musk
A través de SpaceX y Starlink, Musk tiene acceso a activos estratégicos y militares clave, y sus contratos con la NASA y el Pentágono lo exponen cada vez más a poderes transfronterizos más allá de los negocios.
SpaceX, que opera Starlink, llegó a un acuerdo secreto de 1.800 millones de dólares en 2021.
En un comunicado de prensa reciente, la Marina de los EE. UU. confirmó que estaba utilizando Starlink en los barcos para Internet.
Musk puede proporcionar acceso a Internet a prácticamente cualquier parte del planeta utilizando una vasta red de satélites que él controla, pero también puede apagarlos a su antojo.
En 2023, cortó el acceso a Internet de Starlink durante una incursión ucraniana al ejército ruso .
Para justificar su decisión, escribió en X: “Hubo una solicitud de emergencia de las autoridades gubernamentales para activar Starlink hasta Sebastopol.
“La intención obvia era hundir la mayor parte de la flota rusa que estaba anclada. Si hubiera accedido a su pedido, SpaceX sería explícitamente cómplice de un importante acto de guerra y de una escalada del conflicto”.
Musk y frente al mundo
El alcance de Musk hacia los líderes mundiales –especialmente sus conversaciones secretas con el tirano Vladimir Putin– muestra el potencial de sus poderes e influencia sin explotar.
Putin, quien se dice que mantuvo varias conversaciones secretas con el jefe de Tesla, le pidió que no aprobara el uso de Starlink para Taiwán como un favor a Xi el año pasado, informó el Wall Street Journal .
Este tipo de poderes normalmente están en manos del Estado, pero en el caso de Musk, ha sido privatizado y puede que no pase mucho tiempo antes de que Musk llegue al punto en que tenga influencia sobre los líderes mundiales.
El periodista británico George Monbiot afirmó en su momomento que “un voto por Donald Trump es también un voto por Elon Musk”.
El profesional de los medios, escribió en una columna para The Guardian que: “Musk podría estar usando a Trump como trampolín hacia un poder quizás incluso mayor del que el presidente estadounidense puede ejercer“.
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