Willow, de 74 años, asegura que, si pudiera describir su comunidad, con una palabra, este dijera que es una “aventura”.
Según él, “la mayoría de las personas que se mudan a nuestra comunidad tienen un sentido de aventura”, asegura este hombre quien también ayudó a organizar Sand River Cohousing en Santa Fe, Nuevo México.
“Nos alentamos mutuamente a seguir creciendo, a mantenernos vivos y vitales, a seguir comprometidos con la vida. Es una gran ventaja en comparación con una vejez más tradicional”.
Sand River es una de las 161 comunidades de covivienda que existen en Estados Unidos (y se están formando casi 100 más).
La covivienda es quizás el modelo más ambicioso de los muchos modelos de base que se están creando para permitir que las personas envejezcan en un círculo cercano de amigos y vecinos.
Así lo explica en su libro Willow, títulado ‘With a Little Help from Our Friends’— ‘Creating Community as We Grow Older’ (Con un poco de ayuda de nuestros amigos: cómo crear una comunidad a medida que envejecemos).
Un modelo pensado
A diferencia de muchos modelos alternativos, la covivienda es una comunidad intencional, construida desde cero.
Cada hogar está separado, de modo que los miembros mantienen la privacidad y los límites.
Al mismo tiempo, el plan arquitectónico fomenta la buena vecindad.
Una gran casa común da cabida a frecuentes cenas comunitarias y otras reuniones y, a menudo, incluye alojamiento para invitados, un estudio de arte, una biblioteca… todo lo que la comunidad quiera (y pueda permitirse).
Todo legalmente constituido
La mayoría de las comunidades de covivienda funcionan legalmente como condominios.
Sand River es una de las pocas comunidades de covivienda creadas para personas mayores de 55 años.
La comunidad, llamada originalmente ElderGrace, decidió cambiar su nombre después de encontrarse con percepciones negativas de los “ancianos”.
“Tenemos algunos hombres en nuestra comunidad que no querían decirle a nadie dónde vivían; sentían que creaba una imagen de gente canosa caminando con andadores”, dice Marty, una de las primeras residentes.
“La gente preguntaba si era una residencia asistida”. Cuando se encontró con alguien que le preguntaba si todavía había dos unidades en “ElderCare”, Marty estuvo de acuerdo en que era necesario un cambio de nombre.
Amigables con el medio ambiente
Al igual que muchas comunidades de covivienda, Sand River se enorgullece de ser ecológica.
Los miembros recolectan agua de lluvia, utilizan plantas autóctonas, utilizan calefacción de manera eficiente y cultivan de manera orgánica.
A diferencia de la mayoría de las comunidades de covivienda, que pueden resultar costosas, Sand River ofrece a muchos miembros un estilo de vida económicamente sostenible.
La comunidad fue desarrollada por Santa Fe Community Housing Trust, una organización sin fines de lucro que apoya la vivienda asequible, en colaboración con los miembros fundadores.
Cuando Sand River abrió en 2009, el precio de las viviendas oscilaba entre 180.000 y 228.000 dólares, y un tercio de las 28 unidades estaban designadas como asequibles, con hipotecas inferiores a 100.000 dólares.
El resto se mantiene como una “segunda hipoteca blanda” por parte de agencias sin fines de lucro y se devuelve cuando se vende la unidad.
Los precios de las viviendas han aumentado una cantidad modesta desde entonces.
Un espacio para integrarse
Willow dice que el programa asequible “fue una bendición maravillosa para mí. ¡Y he aquí que pude tener una comunidad, que era lo que deseaba, y también comprar una casa, es un milagro!”
En 2005, empezó a trabajar con el grupo de planificación. “Trabajamos con el arquitecto para diseñar las casas”, afirma el masculino.
“Fue un proceso creativo maravilloso. Pudimos crear un concepto de aldea que era muy importante para nosotros” explica Willow a los medios de comunicación
Por ejemplo, “los coches se guardan en el perímetro de la propiedad y hay pasarelas que conectan las casas con la casa común, en el corazón de la comunidad”.
Dice también que, “los miembros suelen acudir a practicar tai chi, a debatir sobre la vida sana o sobre cuestiones relacionadas con el final de la vida, a participar en clubes de lectura y a explorar el arte”.
En 2010, Sand River recibió el premio AARP Livable Communities Award.
Así funciona la convivencia
Para muchas personas, la parte más difícil de la covivienda sería la toma de decisiones por consenso.
No se aplica la regla de la “mayoría”, sino que los miembros debaten las decisiones importantes hasta llegar a un acuerdo.
De esa manera, dicen los defensores, el consenso es más democrático que la votación porque honra y respeta cada voz. Pero el proceso requiere tiempo y paciencia.
“Valoro mucho las diferencias de opinión que nos ayudan a ver el panorama general y, en última instancia, a tomar una decisión con la que todos podamos vivir”, afirma Sandy.
“Ese proceso de compartir y escuchar es para lo que estamos aquí, para ayudar a aumentar la luz lo mejor que podamos”.
Aunque la curva de aprendizaje puede ser pronunciada, la oportunidad de llegar a un consenso es una oportunidad de crecimiento personal, explica Willow.
“Hay una mayor comprensión de que ‘no soy el centro del mundo’. Puedo abrirme y aprender de otras personas y, a veces, puedo dejar de lado mi propia opinión”.