Cuando hablamos de las pandillas en El Salvador, posiblemente llega a nuestra mente la famosa Mara Salvatrucha o M-18. Y de inmediato lo asociamos con la imagen de cientos de pandilleros con un aspecto terrorífico con sus caras llenas de tatuajes.
Pero, que ahora están tras las rejas en algunas de las cárceles de máxima seguridad creadas por el presidente de El Salvador Nayib Bukele.
Sin embargo, poco se habla de las mujeres que también hacen parte de estas peligrosas pandillas que sembraron la violencia y el terror en el país centroamericano por tantos años. Aunque ya hay muchos miembros tras las rejas, aún falta por erradicarlas por completo.
Pues, aunque la gran mayoría cree que estos grupos criminales solamente están conformados por hombres. La realidad es que también hay un gran número de mujeres que pertenece a las pandillas en El Salvador, y muchas de ellas ahora también viven tras las rejas en cárceles para mujeres.
Las mujeres Mara Salvatrucha y su vida como pandilleras
El papel de las mujeres pandilleras en El Salvador tiene gran importancia en el desarrollo de las actividades ilícitas de estas organizaciones del crimen organizado.
De hecho, las “mujeres mareras” como también se les conoce por pertenecer a las Mara Salvatrucha, son consideradas parte fundamental de estas organizaciones.
La gran mayoría de mujeres pandilleras se han unido a las Maras, bajo amenazas de muerte y reclutadas para ser abusadas sexualmente. Otras para huir de la violencia que azotaba al país. Como resultado de circunstancias difíciles, la falta de oportunidades económicas, la violencia, abusos y asesinatos a mujeres en las calles o la falta de redes de apoyo.
Sin embargo, terminan siendo víctimas de estas peligrosas pandillas del crimen organizado y acabando con sus vidas tras las rejas. Sin contar, que a menudo enfrentan la abusos sexuales, violencia, represión, explotación y humillaciones de los pandilleros hombres.
Las mujeres Mara Salvatrucha o pandilleras, pueden desempeñar diferentes funciones dentro de la organización criminal. Desde apoyo emocional como las parejas de los pandilleros para satisfacer sus necesidades sexuales y de compañía. Hasta colaboradoras proporcionando apoyo logístico como alojamiento, comida o transporte, a los miembros de la pandilla.
Pero también funciones de inteligencia y espionaje bien sea de pandillas rivales o de las autoridades. Así como otras actividades delictivas como reclutamiento, prostitución, tráfico de drogas y extorsión.
Además, en algunas ocasiones las mujeres Mara también son utilizadas como escudos humanos o distracciones.
El aumento de mujeres pandilleras en las cárceles de El Salvador
Aunque mucho se habla de las contundentes acciones que ha tomado el Gobierno de Nayib Bukele para detener a los pandilleros en el país. Como por ejemplo, la creación de la mega cárcel de máxima seguridad del CECOT. Donde hay una capacidad para 40.000 reclusos.
La realidad es que durante el régimen de excepción decretado por Bukele en el pasado mes de marzo del 2022, el número de reclutas femeninas también aumentó considerablemente.
En total se han reportado más de 60.000 capturas totales entre hombres y mujeres, desde el inicio del estado de excepción en el país.
De acuerdo con las cifras oficiales, antes del régimen de excepción había 6.700 mujeres presas en las cárceles del Salvador. Sin embargo, como parte de la lucha de las autoridades contra las pandillas en el país, se han capturado 9.711 mujeres que ahora están tras las rejas.
Lo que ha dejado un saldo de más de 16.400 reclutas en las cárceles de El Salvador, según los datos oficiales sólo hasta enero del 2023.
Las mujeres detenidas han sido enviadas a tres centros carcelarios diferentes: Apanteos, Jucuapa e Izalco. Sin embargo a la fecha se han presentado varías denuncias de las precarias condiciones en las que viven las reclusas.
Foto portada tomada de: Córdoba Global