En los últimos días, se conoció que el gobierno de Nayib Bukele, inauguró una mega prisión para recluir a miles de pandilleros.
A inicios de febrero, Bukele presentó a El Salvador y al mundo el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), un enorme complejo carcelario con capacidad para 40.000 internos.
Esto en el marco de la fuerte ofensiva contra las pandillas que tiene el gobierno del país centroamericano.
Las autoridades aseguran que se trata de la prisión más grande de Latinoamérica y que cuenta con tecnología de punta.
La cárcel ha sido diseñada para recluir a los cabecillas de las pandillas, incluidos los jefes de las llamadas clicas o grupos.
Pero ¿Cómo han sido el traslado los reclusos?
En la madrugada del viernes pasado integrantes de las pandillas fueron sacados de sus celdas por oficiales penitenciarios.
Los prisioneros salieron esposados y obligados a caminar con el cuerpo agachado, suben a los autobuses y llegan hasta la nueva prisión de máxima seguridad.
Allí son encerrados, en una demostración de poder contra las llamadas maras y lo que significa hasta el día de hoy una victoria para Bukele.
“Esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas, mezclados, sin hacerle más daño a la población”, ha afirmado el mandatario salvadoreño.
En varios videos e imágenes estatales se ha mostrado a los reclusos corriendo con las manos en la nuca escuchando las órdenes de sus carceleros.
Los pandilleros se sientan en los enormes patios de las prisiones, uno pagado al otro con sus cabezas rapadas, brazos y espaldas tatuadas.
Una vez que todos han bajado de sus celdas, la nueva orden es emprender la carrera en fila hasta los autobuses, ahora con las manos a la espalda y esposados.
La lucha de Bukele contra las pandillas
El traslado de pandilleros a la cárcel de máxima seguridad ha generado una nueva ola de críticas por organizaciones de DD HH.
Estas, cuestionan la legalidad de las medidas tomadas por el presidente desde que decretó el estado de excepción en El Salvador.
lo anterior, al parecer porque la Policía estaría extralimitándose en la fuerza al momento de las capturas.
Un informe presentado a finales de enero por Human Rights Watch (HRW) revela que se han cometido “abusos a gran escala”.
La organización señala que, “incluyen hacinamiento extremo, violaciones del debido proceso, falta de garantías y muertes bajo custodia”.
dice la ONG que “miles de personas, incluidos cientos de menores, han sido detenidos y procesados por delitos definidos de manera amplia que socavan las perspectivas de justicia”.
El mandatario salvadoreño, se ufana de haber bajado en 10 meses los altos índices de homicidios en su país.
En su recuento de la cruzada personal que ha desatado contra las pandillas, Bukele ha celebrado un drástico descenso de los crímenes.
El domingo pasado dijo que El Salvador cumplió (“gracias a Dios”) otra semana completa sin homicidios.
La estrategia es aplaudida por la mayoría de los salvadoreños que hoy le agradecen estas acciones.
Los datos
Según cifras oficiales, se han detenido a 62.975 personas desde que se implementó el régimen de excepción.
Al menos 3.313 de los detenidos han sido puestos en libertad debido a que no se pudo establecer un vínculo con las pandillas, según las autoridades.
El Salvador registró en el 2015 unos 6.656 homicidios, una tasa de 106 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, mientras que en el 2022 la cifra fue de 3.495 homicidios, la más baja de las últimas décadas, según el gobierno.
En el 2015, la Corte Suprema de Justicia de El Salvador declaró grupos terroristas a las pandillas ‘Mara Salvatrucha’ y ‘Barrio 18’, que según las autoridades están involucradas en el narcotráfico y la delincuencia organizada.
Estas organizaciones se dedicaban a extorsionan a comerciantes y empresas de transporte y asesinaban a quienes se negaban a pagar, explican medios locales de El Salvador.
- Imagen de portada tomada/BBC Mundo