El destino puede tejer historias asombrosas que desafían toda lógica. La historia de Jimmy Lippert Thyden es un claro ejemplo de ello.
Criado en Virginia por unos padres adoptivos amorosos y comprometidos, Jimmy siempre supo que era adoptado y que su lugar de nacimiento no era Estados Unidos, sino Chile.
Sin embargo, lo que comenzó como una búsqueda de identidad rutinaria se convirtió en una increíble odisea que lo llevó a un emocionante reencuentro con su madre biológica, María Angélica González, después de 42 años.
Jimmy, a sus 42 años, ha vivido una vida plena. Después de servir en la infantería de Marina, se convirtió en abogado, se casó y tuvo dos hijas pequeñas.
Sus padres adoptivos siempre le habían contado que había sido entregado en adopción por amor, una madre que quería lo mejor para él, una vida llena de oportunidades y significado.
Sin embargo, en 2012, cuando se preparaba para desplegarse en Afganistán, su madre adoptiva le entregó los documentos de su adopción, y Jimmy comenzó a notar discrepancias e incoherencias en la historia que le habían contado.
Había múltiples versiones de su historia, algunas afirmando que no tenía padres conocidos, mientras que otras proporcionaban nombres y direcciones de su madre biológica.
La historia sobre su adopción
Durante años, Jimmy se preguntó sobre sus orígenes, pero no sabía por dónde empezar a buscar en Chile.
Fue solo recientemente, después de que su esposa leyó sobre el caso de Scott Lieberman, otro estadounidense adoptado en Chile, que Jimmy se comprometió activamente a descubrir la verdad sobre su adopción.
Scott Lieberman también había sido adoptado en Chile y había descubierto que le habían robado cuando era un bebé.
Fue a través de la organización chilena sin fines de lucro “Nos Buscamos” que ambos hombres se enteraron de la existencia de otros casos similares y se unieron en la búsqueda de la verdad.
Durante la dictadura del general Augusto Pinochet en Chile, que duró desde 1973 hasta 1990, muchos bebés fueron robados y dados en adopción ilegalmente.
Algunos de estos niños provenían de familias ricas que optaron por dar en adopción a bebés nacidos fuera del matrimonio, mientras que otros fueron directamente robados de familias más pobres.
El número de bebés robados en Chile podría ascender a miles, pero las investigaciones oficiales han sido limitadas debido a la falta de evidencia y al hecho de que muchos de los involucrados en las adopciones ilegales ya han fallecido.
Sin embargo, “Nos Buscamos” ha estado haciendo un trabajo invaluable al ayudar a personas como Jimmy a reunirse con sus familias biológicas.
El reencuentro tras 42 años
Jimmy se puso en contacto con la directora de “Nos Buscamos”, Constanza del Río, quien le recomendó hacer una prueba de ADN.
Con la ayuda de MyHeritage, una empresa de genealogía en línea, Jimmy logró obtener una coincidencia en pocas semanas.
La coincidencia lo llevó a María Angélica González, una mujer que había creído durante décadas que su hijo había muerto poco después de nacer.
El reencuentro entre Jimmy y su madre biológica fue emocionante y agridulce. Después de 42 años, finalmente pudieron abrazarse en la ciudad sureña de Valdivia.
La verdad sobre su robo al nacer fue impactante para ambos, ya que María Angélica había sido engañada y le dijeron que su hijo había sido desechado como un cadáver.
El viaje a Valdivia también incluyó un emotivo cumpleaños para Jimmy, con 42 globos que representaban los 42 años que no pudo celebrar con su familia biológica.
La reunión con su familia perdida durante mucho tiempo le hizo sentir que finalmente estaba donde debía estar.
Jimmy reflexiona sobre su vida y se pregunta cómo habría sido si no hubiera sido robado al nacer. Reconoce que ha sido bendecido por tener dos familias cariñosas en ambos lados del ecuador, pero también se enfrenta a la dolorosa verdad de que sus padres adoptivos también fueron víctimas de la mentira.
Imagen de portada tomada, teletica