En los últimos treinta años, los astrónomos han identificado más de 7.000 planetas fuera de nuestro sistema solar, un salto notable desde el descubrimiento del primer exoplaneta en 1995.
Sin embargo, los investigadores estiman que hay muchos más sin detectar solo en nuestra galaxia.
En este contexto, un equipo de científicos ha confirmado la existencia de una supertierra potencialmente habitable denominada HD 20794 d.
El estudio representa un paso clave en el cambio continuo de la exoplanetología desde la mera detección de planetas a la investigación de sus características, particularmente las condiciones que podrían sustentar la vida.
Importancia de esta supertierra
La ciencia exoplanetaria ha avanzado significativamente desde que Michel Mayor y Didier Queloz descubrieron el primer planeta que orbitaba una estrella distinta a nuestro Sol en 1995.
Este logro les valió el Premio Nobel de Física 2019.
Hoy en día, se acepta ampliamente que la mayoría de las estrellas tienen al menos un planeta en órbita.
Los científicos se están concentrando ahora en cuestiones más matizadas, como la identificación de las características que hacen que un mundo sea propicio para la vida.
En este sentido, la confirmación de la súper-Tierra HD 20794 d introduce un sistema planetario que podría permitir a los científicos probar sus teorías de formación planetaria, los modelos climáticos y los procesos ligados al surgimiento biológico.
‘HD 20794d’ en la zona habitable
Una supertierra es un planeta más grande que la Tierra pero más pequeño que gigantes gaseosos como Neptuno.
HD 20794 d ocupa un sistema que incluye otros dos planetas, todos girando alrededor de una estrella de tipo G (similar a nuestro Sol) a una distancia de aproximadamente 19,7 años luz.
El coautor del estudio, Xavier Dumusque, es profesor titular e investigador del Departamento de Astronomía de la Universidad de Ginebra (UNIGE).
“HD 20794, alrededor de la cual orbita HD 20794 d, no es una estrella común y corriente”, señaló Dumusque.
“Su luminosidad y proximidad la convierten en una candidata ideal para futuros telescopios cuya misión será observar directamente las atmósferas de los exoplanetas”.
Entre las características más intrigantes del planeta está su órbita excéntrica, que hace que HD 20794 d oscile entre el borde interior de la zona habitable de su estrella a 0,75 unidades astronómicas (UA) y se extienda hacia afuera hasta 2 UA.
Una trayectoria orbital de este tipo podría permitir períodos en los que las temperaturas de la superficie podrían ser adecuadas para el agua líquida, aunque la distancia del planeta a la estrella varía significativamente a lo largo de su año de 647 días.
Explorando la zona habitable
En astronomía, la zona habitable describe el espacio alrededor de una estrella donde las condiciones podrían permitir que persista el agua líquida.
Para estrellas como el Sol o HD 20794, esta zona normalmente se encuentra entre 0,7 y 1,5 UA y abarca las órbitas de la Tierra y Marte en nuestro sistema solar.
HD 20794 d completa su órbita poco menos de dos años terrestres, lo que lo coloca muy cerca de las condiciones que podrían albergar vida.
Según los investigadores, la oscilación del planeta dentro y fuera de la zona habitable proporciona un escenario apasionante para estudiar cómo evolucionan los climas planetarios y si pueden sustentar agua líquida.
Si existe agua líquida, la órbita elíptica del planeta probablemente haría que se congelara a mayores distancias y luego se descongelara al acercarse a la estrella, ofreciendo un laboratorio natural para examinar cómo las fluctuaciones de temperatura afectan la habitabilidad potencial.
Cómo encontramos la súper-Tierra ‘HD 20794d’
Confirmar el descubrimiento del exoplaneta HD 20794d exigió dos décadas de observaciones meticulosas utilizando los instrumentos más sofisticados del mundo.
Entre ellos se encuentran ESPRESSO y HARPS, espectrógrafos de alta precisión que son fundamentales para detectar señales sutiles de exoplanetas.
Los investigadores también utilizaron YARARA, un algoritmo avanzado de reducción de datos desarrollado en la UNIGE, para filtrar el ruido que anteriormente había ocultado cualquier señal del planeta.
“Analizamos los datos durante años, eliminando cuidadosamente las fuentes de contaminación”, explicó Michael Cretignier, investigador postdoctoral en la Universidad de Oxford y coautor del artículo.
YARARA permitió al equipo aislar las señales de HD 20794 d del ruido de fondo. El resultado es una comprensión más clara de la órbita del planeta y una imagen emergente de lo que podría ser un entorno potencialmente apto para la vida.
Qué pasa después
Por su ubicación y el brillo de su estrella, HD 20794 d destaca como un objetivo para próximas campañas y misiones de observación.
Los científicos planean emplear telescopios como el espectrógrafo ANDES del Extremely Large Telescope (ELT) de ESO para investigar su atmósfera, en busca de biofirmas como oxígeno o metano.
Si se detectan estas moléculas, podrían indicar procesos biológicos similares a los de la Tierra.
Mientras tanto, el Centro para la Vida en el Universo ( CVU ) de la Facultad de Ciencias de la UNIGE ya está investigando la habitabilidad de este planeta.
Los expertos están integrando diversas disciplinas científicas para explorar las condiciones que podrían permitir que la vida surja y florezca en exoplanetas.
Por qué importa todo esto
El exoplaneta HD 20794 d ofrece un estudio de caso revelador de una súper-Tierra que ocupa un asiento móvil en el borde de la zona habitable de su estrella.
La investigación amplía el horizonte de la ciencia exoplanetaria, reforzando la noción de que el universo puede contener abundantes mundos capaces de albergar vida.
Cada descubrimiento de exoplaneta nos acerca a la comprensión de los procesos que dan lugar a entornos habitables.
Si bien aún existen múltiples barreras (la más notable, la necesidad de técnicas de observación más avanzadas y una colaboración interdisciplinaria sostenida), HD 20794 d es un poderoso recordatorio de lo mucho que ha progresado la exploración de exoplanetas.