Investigadores de la Universidad de Sheffield en Reino Unido y de la Universidad COMSATS en Pakistán han identificado un compuesto natural que podría marcar un antes y un después en el tratamiento de la calvicie. Se trata de la 2-desoxi-D-ribosa, un tipo de azúcar que forma parte del ADN humano y que, según los expertos, estimula el crecimiento del cabello al favorecer la formación de nuevos vasos sanguíneos alrededor de los folículos pilosos.
El hallazgo, publicado recientemente, ha despertado el interés de la comunidad científica debido a su potencial para tratar la alopecia androgénica, una de las formas más comunes de pérdida de cabello en hombres y mujeres. Actualmente, los tratamientos disponibles son limitados y suelen tener efectos secundarios, lo que convierte a esta nueva línea de investigación en una alternativa prometedora.
¿cómo funciona la 2-desoxi-D-ribosa?
La 2-desoxi-D-ribosa, también conocida como 2dDR, cumple un papel clave en el metabolismo celular y en la estructura del ADN. Sin embargo, este estudio ha demostrado que su aplicación tópica también puede activar la fase anágena —o de crecimiento— del ciclo capilar.
Durante las pruebas realizadas en ratones, los investigadores aplicaron un hidrogel compuesto por alginato y 2dDR sobre zonas con pérdida de cabello inducida por testosterona. A los 20 días, observaron un incremento significativo en la densidad y grosor del pelo, así como un aumento en la vascularización de la zona tratada. Además, el cabello creció más largo, grueso y con mayor pigmentación, lo cual sugiere una reactivación efectiva de los folículos capilares.
Resultados comparables con el minoxidil
Los efectos del tratamiento fueron comparables a los del minoxidil, uno de los fármacos más utilizados para tratar la calvicie. No obstante, los investigadores aclaran que la combinación de ambos no mostró una mejora adicional. A diferencia del minoxidil o la finasterida, la 2dDR no presentó efectos secundarios en los modelos animales, lo cual es un punto a favor frente a los tratamientos convencionales.
Un enfoque natural y de bajo costo
Otra de las ventajas del compuesto es su bajo costo de producción y su estabilidad. Además, al tratarse de un componente presente en el cuerpo humano, se reduce el riesgo de rechazo o de reacciones adversas. Los científicos ya están desarrollando formatos en forma de geles o apósitos que podrían facilitar su aplicación directa sobre el cuero cabelludo.
Se requieren ensayos en humanos
Aunque los resultados son alentadores, los expertos insisten en que aún falta mucho camino por recorrer. El siguiente paso es llevar a cabo ensayos clínicos en humanos para comprobar la eficacia del tratamiento y evaluar su seguridad en distintos contextos. De ser exitosos, este descubrimiento podría transformar el panorama de los tratamientos contra la calvicie.