Lidiar con una persona enojada puede ser desafiante y estresante. Las palabras parecen inútiles frente a tanta furia, ¿verdad? Pero ¿qué pasaría si te dijera que existe un método efectivo para calmar una situación de conflicto en menos de 90 segundos?
Douglas E. Noll, experto en resolución de problemas, ha desarrollado un método probado que puede ser aplicado en una variedad de contextos, desde una pelea en casa hasta tensiones en el trabajo, y todo en un breve lapso de tiempo.
Su libro «Desescalar» ofrece técnicas basadas en la escucha empática y los avances en neurociencia para manejar situaciones altamente emocionales.
Este método se basa en 15 años de experiencia en la resolución de conflictos y en la formación de pacificadores en lugares como cárceles y entornos gubernamentales.
La esencia de esta técnica radica en tres pasos fundamentales. Primero, ignorar las palabras; segundo, leer las emociones presentes en el ambiente; y tercero, reflejar esas emociones utilizando declaraciones simples, sin utilizar «yo» y enfocándose en el «tú».
Noll afirma que, al aprender a separar las palabras del ruido emocional y etiquetar las emociones del otro, se crea una especie de escudo protector que permite mantener la calma.
Esto es clave para mantener la compostura ante una situación tensa.
El experto asegura que vale la pena tener una conversación con una persona enojada utilizando estas habilidades. Al hacerlo, no solo se puede mantener la tranquilidad personal, sino que también se ayuda al otro a calmarse emocionalmente.
La neurociencia respalda esta técnica, mostrando que al reflejar las emociones de alguien, se puede contribuir a calmar sus centros emocionales y recuperar la racionalidad.
La herramienta al momento de manejar las emociones
La clave para manejar a personas difíciles, según Noll, es utilizar estos métodos para identificar las emociones presentes y reflejarlas con declaraciones sencillas, lo que puede conducir a una rápida calma y resolución del conflicto.
Pero, ¿qué pasa cuando nosotros mismos estamos enojados? Noll sugiere etiquetar nuestras propias emociones en silencio, admitiendo internamente lo que se está sintiendo.
Esta técnica, denominada etiquetado afectivo, se ha demostrado que ayuda a tranquilizarse en cuestión de segundos.
El experto advierte sobre los peligros de reprimir la ira. Mientras que expresar emociones fuertes puede ser beneficioso, hacerlo inapropiadamente puede ser perjudicial.
La clave es aprender a ser competente emocionalmente, lo que permite navegar entre la represión y la expresión destructiva de manera saludable.
El manejo de situaciones emocionales intensas se vuelve más fácil al comprender las emociones propias y ajenas. La habilidad para mantener la calma, entender las emociones en juego y reflejarlas de manera adecuada puede ser la clave para transformar un conflicto en una conversación constructiva en un lapso de tiempo sorprendentemente corto.
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