En medio del preocupante deshielo marino causado por el cambio climático, la ciudad canadiense de Churchill, conocida como la capital de los osos polares, se enfrenta a un fenómeno sorprendente: un incremento sin precedentes en la presencia de estos majestuosos mamíferos.
Las autoridades locales han reportado un aumento significativo en las visitas de osos a lo largo de este año, en comparación con el mismo período del año anterior.
Situada en la Bahía de Hudson, Churchill ha sido testigo de un cuádruple aumento en los avistamientos de osos polares en comparación con el año 2023.
Este crecimiento en la presencia de los osos en la ciudad y sus alrededores ha llevado a las autoridades a prever una temporada excepcionalmente ocupada, con cifras récord de osos polares que podrían visitar el área.
Chantal Maclean, oficial de conservación, ha expresado su inquietud acerca de esta situación, señalando que “hay tantos osos polares en la ciudad de Churchill y sus alrededores.
Va a ser una temporada muy ocupada y estamos [potencialmente] ante cifras récord este año”, en una entrevista con CBC News.
Un fenómeno inusual
Los encuentros entre los habitantes de Churchill y los osos polares son más frecuentes entre los meses de octubre y noviembre.
Aunque históricamente se han registrado alrededor de 250 llamadas anuales relacionadas con osos polares, con unos 50 ejemplares capturados, este año se ha experimentado un aumento inusual en las llamadas de emergencia, superando las 76.
El Programa de Alerta de Osos Polares (PBAP) ha estado atendiendo estas llamadas, con el propósito de alejar o incluso capturar algunos ejemplares para evaluar su estado de salud.
Tras este análisis, los osos son liberados en áreas seguras para permitirles regresar a su hábitat natural.
Sin embargo, este aumento en la interacción entre los osos polares y la comunidad humana también ha generado preocupaciones en cuanto a la seguridad de ambas partes.
Las autoridades han instado a los cerca de 900 residentes de Churchill a seguir todas las recomendaciones y a reportar cualquier avistamiento, para prevenir incidentes lamentables y garantizar una coexistencia pacífica.
Este fenómeno de mayor interacción entre osos polares y seres humanos tiene sus raíces en la preocupante situación del Ártico.
La comunidad científica ha advertido que los osos polares podrían enfrentar la extinción antes de finalizar el siglo debido al derretimiento de los glaciares y la disminución de su fuente de alimento principal, las focas.
Con el cambio climático alterando su entorno, los osos polares han tenido que modificar su comportamiento de caza y búsqueda de alimento.
Anteriormente, pasaban los inviernos cazando focas en el hielo de la Bahía de Hudson, pero con el derretimiento del hielo, han comenzado a desplazarse tierra adentro en busca de zonas de apareamiento y otras fuentes de alimento en la primavera.
Este año, sin embargo, ha ocurrido un fenómeno poco común.
Alrededor de 600 osos polares que normalmente habitan en la región de la Bahía de Hudson se han concentrado en la provincia de Manitoba.
Churchill, que solía ser solo una parada en su búsqueda de comida, se ha convertido en un punto focal para estos animales, siendo considerada como el mejor lugar para cazar y encontrar alimento durante el invierno.
Las autoridades y la comunidad local están tomando medidas para garantizar la seguridad y protección de estos magníficos animales en un entorno en constante evolución.