El fentanilo es un opioide sintético que se utiliza normalmente para tratar a pacientes con dolor crónico intenso o dolor intenso después de una cirugía, según explican los médicos.
El fentanilo es una sustancia controlada de Lista II que es similar a la morfina, pero aproximadamente 100 veces más potente, de acuerdo con los especialistas.
Bajo la supervisión de un profesional médico autorizado, el fentanilo tiene un uso médico legítimo, de lo contrario, es ilegal y riesgoso para la salud humana.
Los pacientes a los que se les prescribe fentanilo deben ser monitoreados para detectar posibles usos indebidos o abusos del este medicamento.
Pero debido a que no existe supervisión oficial ni control de calidad, estas píldoras falsificadas a menudo contienen dosis letales de fentanilo, sin nada del fármaco prometido.
Existe un riesgo significativo de que drogas ilegales hayan sido contaminadas intencionalmente con fentanilo y que es lo que genera una mayor adicción en los consumidores.
Debido a su potencia y bajo costo, los traficantes de drogas han estado mezclando fentanilo con otras drogas, incluidas heroína, metanfetamina y cocaína.
Esto aumenta la probabilidad de una interacción fatal y de mayor penetración en las personas que consumen esta mezcla y que lo vuelve más llamativo para ellos.
Las muertes por fentanilo en EEUU
Estados Unidos se encuentra en medio de la peor crisis de sobredosis de drogas de su historia, con aproximadamente 110.000 muertes solo en 2022.
La mayoría de estas muertes se deben al fentanilo ilícito, un potente opioide sintético que es 50 veces más potente que la heroína.
El fentanilo se produce en gran medida en el extranjero, pero se sabe poco sobre cómo se introduce de contrabando en el país.
Los expertos documentan una relación positiva entre las importaciones estatales y las muertes por sobredosis de fentanilo, lo que sugiere que se están utilizando flujos comerciales legales para contrabandear fentanilo a Estados Unidos.
Hay preocupación en las autoridades
Dos características importantes de la epidemia de opioides moldean nuestra comprensión de la situación actual.
En primer lugar, la crisis de los opioides ha evolucionado en tres fases.
La introducción de OxyContin y otros analgésicos potentes en la década de 1990 triplicó las muertes debidas a opioides recetados entre 1999 y 2010.
Sin embargo, la reformulación del OxyContin y las respuestas políticas adicionales que limitaron el abuso de opioides recetados desencadenaron inadvertidamente la segunda fase de la crisis.
En esta, las muertes por heroína se cuadruplicaron entre 2010 y 2015 según las autoridades.
La tercera y más mortal fase de la crisis de los opioides ha sido la llegada del fentanilo ilícito desde 2013.
Las muertes por fentanilo han aumentado rápidamente y ahora representan el 90% de todas las muertes por sobredosis de opioides en Estados Unidos.
El fentanilo en Canadá
Canadá ha experimentado un número sustancialmente elevado de muertes y otros daños relacionados con los opioides desde que la Agencia de Salud Pública de Canadá comenzó la vigilancia nacional en 2016.
Esta crisis de salud pública está teniendo un impacto trágico en las personas que consumen sustancias, sus familias y comunidades en todo el país.
Es posible que la pandemia de covid-19 haya exacerbado la crisis, ya que varias jurisdicciones informaron tasas más altas de sobredosis mortales y otros daños tras el inicio de la pandemia.
Lo que ha dejado esta droga en Canadá
Se reportaron un total de 42,494 muertes por toxicidad aparente de opioides entre enero de 2016 y septiembre de 2023.
En el 2023, la mayoría (88%) de las muertes accidentales aparentes por toxicidad de opioides en Canadá ocurrieron en las provincias de Columbia Británica, Alberta y Ontario.
Los hombres representaron el 72% de las muertes accidentales por toxicidad aparente de opioides en el 2023.
Mientras que las personas entre 20 y 59 años representaron el 88%.
De todas las muertes accidentales aparentes por toxicidad de opioides en 2023, el 82% estuvo relacionada con el fentanilo.
Este porcentaje ha aumentado un 44% desde 2016, cuando comenzó la vigilancia nacional, pero parece haberse estabilizado en los últimos años.
Las autoridades canadienses se encuentran muy preocupadas por la actual situación y el alto vinculo de personas con edades para laborar que se están internando en este mundo de esta peligrosa droga sintética.