Un giro disciplinario en la educación salvadoreña
El Salvador prohíbe el corte Edgar y el mohawk en todas las escuelas públicas, como parte de nuevas normas de disciplina impulsadas por el Ministerio de Educación. La medida incluye además la obligación de saludar con respeto a los docentes y mantener una presentación adecuada. Estas directrices buscan transformar la convivencia escolar y reducir la influencia de las pandillas en la juventud, según el Gobierno.
La ministra de Educación, Karla Trigueros, militar y médica, fue designada en agosto de 2025 y de inmediato instauró códigos más estrictos en cuanto a uniforme, comportamiento y valores. Desde el 1 de septiembre, los directores deben recibir a los estudiantes en la entrada para verificar su apariencia y su saludo formal.
Lo que incluyen las nuevas reglas en El Salvador que prohíbe el corte Edgar
Las disposiciones abarcan aspectos de comportamiento, presentación y civismo. Entre las medidas destacan:
- Prohibición de cortes de cabello como el mohawk y el popular “Edgar cut”, muy extendido entre adolescentes en la región.
- Inspección diaria de uniforme, higiene y saludo antes de ingresar a clases.
- Obligatoriedad de respeto hacia profesores y personal administrativo, con sanciones que van desde advertencias hasta servicio comunitario.
- “Lunes cívicos” semanales con himno nacional, juramento a la bandera y charlas sobre historia nacional.
La ministra sostiene que estas acciones buscan fomentar disciplina y valores patrióticos, además de limitar influencias negativas externas.
Reacciones en la sociedad salvadoreña
Las medidas han generado debate. Para algunos sectores, se trata de un esfuerzo necesario para devolver la disciplina a los centros educativos. El presidente Nayib Bukele respaldó las acciones, señalando que forman parte de una estrategia integral para modernizar la educación y “ordenar la casa desde adentro”.
Sin embargo, sindicatos y organizaciones sociales advierten sobre una posible militarización del sistema educativo. Expertos en pedagogía cuestionan que la prioridad se haya desplazado hacia la apariencia y el orden, en lugar de enfocarse en innovación académica o formación docente.
En paralelo, el impacto ya se siente en las calles: barberías de San Salvador y otras ciudades reportaron largas filas de estudiantes que buscan cortes de cabello aprobados antes del inicio de clases.
Una medida con proyección política y cultural
Más allá de la apariencia, la imposición de respeto obligatorio en las escuelas salvadoreñas refleja un cambio cultural promovido desde el Estado. El Gobierno apuesta por un modelo de disciplina que recuerda prácticas de corte militar, mientras promete mejorar la calidad educativa y fortalecer valores ciudadanos.
La prohibición del corte Edgar y la exigencia de normas de respeto marcan un precedente en América Latina y colocan al sistema educativo salvadoreño en el centro del debate regional sobre disciplina, derechos estudiantiles y libertad individual.